Capítulo 23

7.3K 547 46
                                    


Velozmente la castaña salto del regazo de Andrea con sus mejillas sonrojadas y su respiración irregular, trata de calmarse un poco, pero le es imposible.

Andrea que sentía morir de la vergüenza observó el baño de la habitación cerca de ella y no le quedó de otra que levantarse rápidamente y entrar al lugar para calmarse, aunque le es un poco difícil y menos con el pequeño problema que hay en sus pantalones.

Suspira y trata de tomar aire, se acerca al lavamanos, abre la llave y se lava las manos, luego sube su mirada al espejo frente a ella, observando su rostro levemente sonrojado y sus ojos un poco oscuros.

"Me besó".

"La besé".

"Nos besamos".

Carla había salido de su habitación un poco ya calmada para poder enfrentar a su madre, aunque en su interior comienza a rezar para que no se dé cuenta de lo nerviosa y roja que esta.

— Hola mamá — la chica se acerca a ella y le da un beso en la mejilla haciendo sonreír a su madre — llegaste temprano...

— Si... Tengo que estar al pendiente tuyo señorita, por cierto ¿Cómo te sientes? Noto tu rostro rojo ¿Estás bien?

"No... No estoy bien mamá, acabo de besar a Andrea en mi habitación y la muy desgracia besa como una diosa".

"¿Qué como me siento? Me siento avergonzada porque mientras la besaba me subí a su regazo y sentí ese pequeño bulto crecer mientras nos comíamos la boca, fuera de eso, me siento bien".

Comenzó a sudar y traga grueso buscando las palabras para responder a esas preguntas.

— Bien — la castaña camina a la nevera para buscar agua — por cierto, madre tengo... — Andrea hace entrada a la cocina enfrentando a la madre de Carla que confundida la observa a ella y a su hija. 

— Buenas tardes, señora Martínez — la rubia le ofrece la mano y esta sonríe aceptándola.

— Hola... ¿Andrea? — la rubia asiente sonriente un poco ya calmada — ¿Y eso tú por aquí? La rubia fija su mirada en Carla buscando ayuda para poder responder.

— Mamá ella se ofreció en traerme los apunten del colegio... Ya sabes, mi prima lo iba a traer, pero le ocurrió algo de última hora y ella se ofreció, aparte de eso vimos una película. Podrás creer que nunca había visto ¿Y dónde están las rubias? Andrea estaba sin palabras, la castaña estaba mintiendo perfectamente que casi le cree.

— ¿En serio? — Cecilia observa a la rubia que le sonríe y asiente en respuesta a la pregunta — ¿Qué te pareció? Es muy buena esa película siempre la vemos cuando tenemos momentos de madre e hija, también tienes que ver "chiquito pero peligroso".

— Me... Me gustó mucho — observa a Carla y esta inevitablemente se sonroja al darse cuenta del doble sentido de esas palabras.

"A mí también me gustó".

— Es que tiene que gustarse si o sí. Este domingo puedes venir y la vemos, también trae a Sam, la pasaremos bien — la señora sonríe un poco animada y la rubia asiente.

Andrea les indicó que tenía que irse, ya que su padre la necesita.

Se despidió de Cecilia con un beso en la mejilla y aunque la rubia quería estar un momento a solas con la castaña, no pudo porque su madre y ella, la acompañaron hasta la puerta, solamente se despidió de Carla con un beso en la mejilla.

Madre e hija entraron al apartamento y la castaña se dirigía a su habitación, pero la voz de su madre y lo que comentó la hizo detener en seco, logrando que una sensación de miedo aparezca en su interior.

— Ambas son malas mintiendo... ¿Qué hacían en tu habitación?

********************

Andrea llega a su casa y estaciona su auto, sin embargo no logra salir del vehículo, ya que su mente sigue en esa habitación, comiéndole la boca a Carla.

— Te besó... No se apartó y tampoco se molestó ¿Será que le gustó?

Una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro, las sensaciones nuevas experimento en ese beso hace que la pequeña ilusión crezca un poco más. Ahora más que nunca puede aceptar que le gusta Carla y que piensa luchar por ganar su corazón.

Esta contenta, muy, para ser exacto, sentía que todos los rechazos de esas chicas habían valido la pena, la vida le estaba diciendo que ellas no eran las indicadas, porque sí, siente que es castaña es la indicada.

Un pequeño golpe en el vidrio de la venta de copiloto la asusta logrando sacarla del paraíso en donde se encontraba y se percata de que su hermano espera impaciente que salga del auto.

La rubia suspira, sale de su vehículo y cierra con seguro las puertas para acercarse a su hermano. 

— Me asustaste.

— Creí que te ibas a quedar ahí — con su brazo izquierdo abraza por el cuello a la rubia y le da un beso en la frente mientras ambos caminan a la entrada de su hogar.

Andrew se encuentra revisando unos documentos de su trabajo y observa a sus hijos entrar muy sonrientes.

— Bueno ya que andan juntos, necesito mencionarles algo. Por cierto, hola, hija ¿Cómo estas? — la rubia toma asiento al lado de su padre mientras que Andrés lo hace al frente de ellos.

— Bien... Muy bien — sonríe bobamente — ¿Qué es lo que nos vas a decir?

El mayor frunce el entrecejo al darse cuenta de que algo le pasó a su hija, su alegría es notable. 

— Me gustaría que me acompañen mañana a una reunión que hay del bufete de abogados. Es una reunión, como una fiesta, todos los abogados y socios van a llevar a sus hijos y me gustaría que ustedes me acompañen. Me gustaría saber que vas a estudiar hija, ya falta poco para que entres a la universidad y sería bueno ir pensando eso — uno de los temas que he estado evitando desde que entre al último grado en el colegio, la universidad.

— Todavía lo tengo confuso padre, pero te prometo que lo voy a pensar y te lo diré e iré contigo a tu reunión.

— Cuenta conmigo también — Andrés comenta mientras observa su celular. — A mí me gustaría que tú, sea una excelente abogada, así como lo será tu hermano — su padre sueña con eso, sin embargo Andrea no se siente muy segura, de hecho no sabe que carrera elegir.

— Prometo que lo pensaré... Ahora tengo que ir a ducharme y realizar tareas que tengo pendientes...

— Está bien hija y antes de que te vayas... — la rubia se detiene y observa a su padre — la directora de tu colegio me llamó. A partir de ahora dejarás el teléfono en casa.

La rubia rueda sus ojos y asiente caminado a las escaleras con rumbo a su habitación.                       

ASÍ TE QUIERO © (Gip) (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora