ASÍ TE QUIERO © (Gip) (borrador)

Capítulo 4

El sonido de su teléfono hace que despierte de su sueño que estuvo algo pesado, confundida por saber de quién se trata, busca el aparato y observa con un ojo cerrado y el otro medio abierto el nombre de su mejor amiga.

— ¿Hola?

— ¡Hasta que por fin contesta! — el grito logró que su ojo cerrado se abra de inmediato y cualquier rastro de sueño que tenía se haya ido.

— Sam, interrumpes mi sueño y deja de gritar —le molesta cuando le gritan y más cuando está despertando. — ¿Qué quieres?

— Lo siento... Pero es que me da ansiedad cuando no contestan. Mi prima comienza a estudiar hoy y prometí ir a buscarla para llevarla, ya que no conoce el camino y tampoco el lugar.

— ¿En serio? — Andrea se levanta y bosteza perezosamente caminando al baño de su habitación.

— Si... Ayer mi tía llegó, de hecho, ya se mudaron, en fin ¿Vas a venir? Se hace tarde — no tan mala es esa llamada, ya que al menos sabrá la dirección de donde vive Carla.

— Bien dame 20 minutos.

— No tardes.Apenas cuelga la llamada vuelve a la cama y deja su teléfono en ella para ir de regreso al baño a prepararse.

Ya estando lista, se dirige a la sala de estar donde se encuentra su hermano esperando ansioso por ella para ir a desayunar.

Su hermano cocinó unas deliciosas empanadas de carne y otras de queso con jamón.Mientras ella disfruta de su desayuno, su hermano decidió romper el silencio.

— Necesitó un favor tuyo — ella rueda los ojos y le da un buen mordisco a su empanada logrando que el queso salga en hilo hasta desaparecer en su boca.

— ¿Qué favor?— Bien, necesito que me preste tu auto — casi que escupe la comida que mastica. Para no ahogarse agarra el jugo limón y bebe un poco para responder.

— ¡¿Qué?! — Andrés se asustó por el grito tan repentino — No, no puedo, necesito mi auto para hoy, odio quedarme sin medio de transporte — vuelve agarrar su vaso para ingerir un poco más de su jugo.

— Anda hermanita, mira yo te llevo al instituto y luego de hacer lo que voy a hacer paso por ti — el tipo hace el intento de convencerla con sus expresiones triste como si fuera un perrito llorando.

— No Andrés — trata de respirar y tranquilizarse, ya que él, la está convenciendo. Sabe que su hermana nunca le dirá que no — ¿Qué vas a hacer? ¿Y tu moto?

— Mi moto está bien, si quieres... ¿Intercambiamos?

"Está loco si cree que voy a usar su moto".

— Necesito ir a Florida. No tengo clase, pero si tengo que hacer un trabajo en una empresa de allá.

— Andrés no puedo tomar tu moto, voy a buscar a Sam y a la prima de ella que hoy comienza a estudiar.

— Entonces vamos. Tú conduces, yo te acompaño y cuando lleguemos al instituto me das el auto. Te prometo estar ahí antes de la hora de salida.

— Está bien Andrés — rueda los ojos — lleva a tiempo mi auto porque lo necesito — lo señala y se levanta para ir a lavar los platos sucios.

— ¡Te amo, eres la mejor! — él también se levanta y corre a abrazarla, pero la llega de su padre los interrumpe.

— Hola, mis niños, buenos días. Y ese abrazo ¿A qué se debe? — la rubia sigue su camino a la cocina.

— Es que amo a tu hija papá — Andrés llega hasta su padre y coloca su brazo izquierdo al rededor del su cuello.

— ¿Te pidió algo? — le pregunta a su hija que sale de la cocina en busca de los platos que ensucio su hermano para lavarlos.