ASÍ TE QUIERO © (Gip) (borrador)

Capítulo 6

Todos sonríen haciendo que Sam se cruce de brazos y comience a mirar a la ventana.

— Carla. ¿Qué tal tu primer día? — la castaña y la rubia hicieron contacto visual durante dos segundos por el retrovisor, ya que está conduciendo y no se puede distraer.

La castaña no pudo evitarlo, imágenes del abdomen de la chica llegó a su mente sonrojándola de nuevo.

— Muy bien... Por cierto, quería agradecerles por llegar a tiempo, en verdad no me quería ir con el hermano de Gabriela.

— Trata de no hablarle mucho. Es por tu bien prima.

— ¿Gael? — le pregunta Andrés a su hermana y esta asiente mirando la carretera fijamente — Te voy a dar un consejo Carla; sé que apenas nos conocemos, pero es mejor que lo tengas en cuenta y es muy desagradable, porque uno cuando se muda es para comenzar de cero y estar bien, sin ningún tipo de inconvenientes, pero bueno, así es la vida. Cuidarte de Gael, es mala persona.

Carla solamente asintió agradeciéndole con la mirada al chico que se había volteado para verla mientras le daba el consejo.

Suspira y trata de pensar en otra cosa que no sea ese inconveniente, la cual espera que no se agrande mientras pasen los días.

Luego de varios minutos en carretera, Andrea estaciona su auto en el edificio donde vive la castaña, la cual rechazó una invitación por parte de la rubia, de conocer la ciudad. Dijo que está cansada y que quiere dormir por un buen rato.

Luego de dejarla, la rubia comenzó a conducir a la casa de Sam pensando que su amiga y Carla deberían vivir juntas.

"Este camino es muy largo, joder".

— Soy capaz de matarlo si le hace algo a Carla — el comentario hacer que la rubia vuelva a la realidad, estando de acuerdo con lo que dijo.

— Ese imbécil debería estar preso — interviene Andrés que estaba revisando unos mensajes en su teléfono celular — todavía no se me olvida lo que te hizo Andrea — el cuerpo de la rubia se tensa al escuchar a su hermano recordarle ese suceso del pasado.

— A mí tampoco se me olvida Andrés — aprieta sus manos fuertes al volante al recordar lo que le hizo el heredero de la familia Ortegas.

Gael es hijo de Gabriel Ortega, empresario multimillonario que está en enfermo, debido al cáncer de pulmón la cual fue diagnosticado hace poco. Dueño de hoteles en gran parte de estados unidos y su madre Juliana Ramírez ex esposa de Gabriel, es dueña de dos centros comerciales muy concurridos en la ciudad.

— Algún día tendrá que pagar lo que te hizo Andrea.

— Estoy con ella — comenta Andrés observando las calles desde la ventana de copiloto.

— Eso espero...

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Carla entra a su apartamento, dejando su bolso en el suelo, se quita los zapatos y los deja ahí tirados mientras camina a la cocina, enterándose de que su madre no está. Lo confirma por la nota que dejo pegada en la nevera.

Con la misma paciencia con la que entró, fue a su habitación quitándose toda la ropa quedando completamente desnuda y se metió al baño para darse una ducha.

Mientras pasa el jabón por su cuerpo, no puede evitar pensar en el día tan loco que tuvo en su primer día en el instituto. Pero dos cosas le llegan a la mente más allá de todo el lío sobre Gael.

"¿A quién le dijo fenómeno?".

"¿Y por qué sigo pensando en el abdomen de Andrea?".

Suspira y deja el jabón en su sitio para luego meterse al agua. La curiosidad está latente en ella, siempre ha sido así, aunque se contiene, pero es que es inevitable el querer saber.

Cuando finalizó de bañarse y se colocó rompa cómoda, la castaña caminó a la cocina para preparar el almuerzo, pero apenas abre la nevera se da cuenta de que no tiene casi ingredientes para cocinar.

Esta de suerte, en su monedero encontró dinero suficiente para al menos comprar ingredientes y así preparar el almuerzo.

La chica recoge un poco el desastre que hizo apenas llegó, agarra las llaves y sale de su hogar bajando por el ascensor.El vigilante la vuelve a saludar y ella le pregunta por un supermercado cerca, el hombre le indica que hay uno a tres cuadras y ella agradece que está cerca, ya que no quería irse en un taxi o bus.

Luego de agradecerle por la ayuda al vigilante, la castaña decide comenzar a caminar hacia el lugar mencionado, pero es interrumpida al chocar con una chica que trae unas bolsas y caen al suelo.

— ¡Disculpa! No te vi, soy muy descuidada y siempre me pasa estas cosas. Lo siento — la desconocida esta muy avergonzada, no es la primera vez que le pasa, pero si es primera vez que la víctima no se queja o le reclama, la cual hace que la desconocida observe a Carla ayudarla a recoger las cosas que se cayeron.

— No te preocupes — comenta Carla y el vigilante se acerca rápidamente para ayudarla.

— Señorita Castro ¿Está usted bien?

— Si... No se preocupe.

La chica es de la misma estatura de Carla se podría decir que también de la misma edad según ella; tiene el cabello corto, le llega hasta los hombros de color marrón oscuro, sus ojos son de color avellanas o tal vez es por qué el sol pega directo a ellos y los hace ver así y en realidad son marrones, piel morena y algo que llama la atención de Carla es que tiene un tic nervioso en su ojo izquierdo. Lo cierra a cada momento.

— Que mala educada soy, mi nombre es Fernanda Castro — la chica le da la mano y la castaña la recibe gustosa — ¿Cómo te llamas?

— Carla Martínez.

— Eres nueva por aquí ¿verdad? — la castaña asiente con una tímida sonrisa — buenos, entonces... Bienvenida — sonríe — bueno yo tengo que subir, mi mamá me está esperando. Qué bueno conocerte Carla y disculpa el desastre que hice, es que soy torpe a veces.

— Descuida — le dice restándole importancia.

Carla observa como la chica camina y entra al ascensor y se vuelve a despedir con la mano moviendo. Luego de llegar del supermercado, se había encontrado a Fernanda por los pasillos y no pudo evitar hablar con ella, para conocerla un poco.

El edificio cuenta con un área de sala en cada pasillo donde hay dos sofás grandes una pequeña mesa con adornos, plantas y una hermosa vista a la ciudad. Y Carla se enteró de que Fernanda es su vecina así que comparte el área con ella.

Se había enterado de que su madre se llama Patricia Castro, que viven juntas, no va al colegio por su condición, le había comentado que tuvo un accidente, entre otras cosas. Carla le agrada la chica y al parecer Fernanda le cae bien.