EL MEJOR AMIGO DE MI HERMANA

Capítulo 15

Estoy sentada en mi cuarto con Isa esperando a que Leo me llame para que me recoja, Isa sigue en desacuerdo con que salga con él, piensa que es un hombre que no me trata bien, y que si quería decirme que no puede cancelar la reserva, debió habérmelo dicho de otra forma, pero yo creo que Isa está equivocada, y que Leo solo estaba un poco estresado. Leo me llama y me dice que ya está abajo, bajo en seguida junto a Isa, y grande es mi sorpresa cuando al bajar, lo encuentro discutiendo a gritos con James, dicen tantas cosas a la vez, que no los entiendo.

- Oigan, paren de discutir, si se van a poner a hacer esta clase de shows, no están en el lugar correcto, así que si siguen gritando de esa forma, es mejor que se retiren - digo parando la pelea.

- Em, ¿¡en serio saldrás con este imbécil!? - grita James.

- Si, y no lo llames imbécil, ya deja de hacer una escena cada vez que aparece, mira que me harías un gran favor - digo tratando de calmar mi ira.

- Em, creo que esta vez estoy de acuerdo con James, no deberías... - susurra Isa.

- Isabella, dejame arreglarlo - digo molesta.

- Pero...

- Pero nada, ustedes dos - digo señalando a Isa y a James - dejen de pretender que pueden controlar mi vida, porque no pueden, me parece que ya estoy bastante grande como para tomar mis propias decisiones y darme cuenta de mis actos, James, ya no soy una niña a la que puedes controlar con el viejo cuento de "te quiero proteger, eres como mi hermana menor" - digo lo último haciendo voz de hombre - y en cuanto a ti - señalo a Isa - me parece que el hecho de contarte mis cosas no te da el más mínimo derecho de tratar de decidir por mi, y ¿sabes por qué?, porque es mi vida, y ustedes no necesitan decidir por mi, ni tratar de cuidarme, porque otra vez ¡YA NO SOY MÁS UNA MALDITA NIÑA!, ¿lo entienden o necesitan que se los aclare mejor?, dejen mi vida en paz.

Siento que acabo de liberar toda mi ira, todo lo que quería decir desde que James gritó como un histérico en el hotel de Las Bahamas, y me siento aún mejor al ver que los dejé sin decir absolutamente nada los esquivo y salgo jalando a Leo.

- Wow, eso sí que estuvo bien, fue sorprendente, los dejaste con la puta boca bien cerrada - dice y me da un beso en los labios.

Yo le sigo el beso, este beso es tierno, pero se va tornando intenso, el pasa una mano por mi cintura y baja hasta llegar a mi trasero el cual aprieta y me acerca, este contacto me hace sentir viva, su lengua y la mía luchan por tener el control, nos separamos por falta de aire.

- Vámonos ya si no quieres que termine haciéndotelo aquí - dice jadeante.

- Yo no te di permiso - digo en broma.

- No necesitas decírmelo, con el simple hecho de corresponderme, me estás dando más de lo que necesito.

***

Llegamos al restaurante, de hecho el viaje estuvo un poco aburrido, solo nos la pasamos escuchando la música de la radio, cuando veo el nombre del restaurante, recuerdo que me trajo a un restaurante de sushi y ramen, así que antes de bajar, trato de poner mi mejor sonrisa fingida y espero que el restaurante no sea tan malo, por lo menos es lindo, lo primero que salta la vista es una gran barra con luces azules como decoración, las mesas son de madera al igual que las sillas, solo que estas tienen un pequeño cojín rojo para sentarse, el piso es de un marrón oscuro, y las paredes juegan con tonalidades claras de marrón y también con color piel, pero tengo la certeza de que la comida no va a ser la mejor, o por lo menos no para mi.

Entramos al restaurante y Leo da su nombre cuando la señorita nos pregunta a nombre de quién está la reservación.

Viene una señorita a tomar nuestra orden Leo pide algo llamado "blue crab maki" lo cual no suena muy apetitoso ya que es sushi, para mi buena suerte hay un pequeño espacio en la carta en donde dice "meat and other" (carne y otros) y decido pedir "karaage" que tal parece ser pollo frito, Leo me regaña por venir a un restaurante de comida japonesa y pedir pollo frito, pero no me gusta la comida japonesa, así que tengo que pedir lo que me gusta.

Terminamos de comer y no puedo decir nada malo, en realidad ese pollo frito estaba demasiado delicioso.

- Te gustó tu pollo frito señorita "no me gusta la comida japonesa" - dice riendo.

- Ya no me molestes, y si, si me gustó - digo dándole un suave manotazo.

- Em, hablando de gustar, se que nos conocemos hace poco tiempo, y que no le caigo bien a tu mejor amiga ni al dueño de la casa en donde vives, pero siento que podemos superarlo todo si estamos juntos, así que, ¿quieres ser mi novia?.

Me quedo en shock qué mierda acaba de pasar.