EL MEJOR AMIGO DE MI HERMANA

Capítulo 5

- ¿qué? - dijo con los ojos abiertos como platos.

- si, creelo, porque es verdad - dije aun llorando.

- no lo puedo creer, espera, pero eso ¿en qué te afecta?

Desvié la mirada.

- ¿el te gusta?

No respondí.

- oh por Dios, el te gusta.

Volví a romper en llanto.

- por favor no llores - volvió a abrazarme.

Me limpié las lágrimas.

- solo quiero saber si el te gusta - pregunté muy seria, sabía que si la respuesta era si, me iba doler, pero es mi hermana, y solo quiero que sea feliz, al fin y al cabo el no era nada mío.

- bueno... - dijo mientras se frotaba las manos podía notar que sus manos estaban sudando.

- no necesitas responderme, con eso me lo dijiste todo - no estaba molesta, yo no soy quién para impedirles estar juntos.

- ¿estás molesta? - dijo un poco preocupada.

- para nada, solo es que... Estoy triste.

- yo no me voy a meter con el, no podría hacerte eso, él te gusta - dijo tomándome de las manos.

- ey, yo voy a estar bien, se feliz con el, creo que no soy tan fea, voy a encontrar a alguien que me haga feliz, tal vez no por ahora, pero me voy a recuperar.

- no, no puedo, no lo haré no quiero verte mal porque James y yo estemos juntos, además que no quiero arruinar nuestra relación de hermanas por un estúpido chico.

- gracias, enserio gracias, eres la mejor hermana del mundo - dije mientras la abrazaba.

- bueno, ahora limpiate esas lágrimas y ve abajo, hice ravioles.

- gracias, por lo menos podré disfrutar de mi comida favorita - dije, y le lancé una sonrisa triste.

- ey, vas a estar bien, eres hermosa, y si el no lo ve, no es para ti.

Salió del cuarto y cerró la puerta por detrás.

Fui al baño, me lavé la cara y luego me maquillé ya que tenía los ojos rojos y muy hinchados.

Vamos Emma tu puedes, sal y enfrenta tus problemas.

Tomé una gran bocanada de aire y salí, al salir me encontré con James parado detrás de la puerta a punto de tocar, y en ese momento toda mi valentía se vino abajo.

- hola - dijo, lo note un poco nervioso.

- ahmm..., hola, ¿q-qué haces aquí?

- bueno, vi a Jenni saliendo de tu cuarto y quería saber si tal vez habías hablado con ella, sobre que me gusta.

- si, si ya... Ya hablé con ella.

- ¿y qué te dijo?

- James, yo no soy la que te lo debe decir, mejor preguntárselo a ella, yo no tengo que ver en esto.

- pero, si dice que yo no le gusto las cosas serán muy extrañas entre nosotros.

- bueno habla con ella y que ella te diga, si me disculpas tengo que bajar a cenar.

Pasé por su costado y salí de esa situación tan incómoda.

James

Me pareció muy extraño que Emma se haya puesto así, pero no le tomé importancia, solo me importaba saber si yo le gustaba a Jenni, quería saber si ella sentía lo mismo que yo, pero Emma tenía razón, a la que se lo tenía que preguntar era Jenni, así que me armé de valor y bajé las escaleras.

Cuando bajé me encontré a Jenni con Emma sentadas comiendo en el comedor, estaban conversando, pero no tengo idea cual era su tema de conversación, no le tome importancia lo único que quería era hablar con Jenni.

- Jenni ¿podemos hablar un momento allá en el patio? - dije algo nervioso.

- está bien, un momento Em - le dijo Jenni a Emma.

Salimos al patio y yo estaba muy nervioso.

- bueno, yo quería preguntarte algo, solo que... No tengo idea de como.

- me querías preguntar si tu me gustas ¿cierto? - dijo muy segura de lo que decía.

- ¿c-cómo lo supiste?

- bueno, Em me lo preguntó hace un rato.

- ¿y? - dije con un poco de miedo de la respuesta.

- Te voy a ser sincera, eres muy lindo, simpático, muy gracioso y amable...

- pero...

- pero, no puedo estar contigo.

Me sentí muy triste y una lagrima amenazaba con correr por mi mejilla.

- pero, ¿por qué?

- no te lo puedo decir, solo ten en cuenta que lo nuestro nunca va a poder ser, no quiero ser dura contigo, pero si sincera.

Me dio un beso en la mejilla y se fue, apenas entró a la casa me inqué y rompí en llanto.

Emma

Jenni entró a la casa y la noté bastante triste.

- ¿qué te ocurre? - pregunté bastante preocupada.

- no pasa nada, solo necesito estar sola y dormir.

- ¿segura que no quieres que te acompañe a tu cuarto?

Negó con la cabeza.

- estoy bien - dijo, y luego subió.

Terminé de cenar, lave mis cosas y fui a cerrar la puerta del patio, cuando me asomé, me encontré con un James completamente destrozado, y con los ojos hinchados y rojos.

Me acerqué a él.

- ¿estás bien?  - dije mientras caminaba hacia el.

- no Em, no estoy bien - dijo y me abrazó, al principio me agarró por sorpresa, pero luego le correspondí el abrazo.