➳Capítulo 46

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-Te lo dije si nos dicen algo te voy a golpea...- mandé un grito cuando comenzó a correr con el carrito subiéndose en él, temí que fuéramos a romper algo de la tienda, aunque estaba más que seguro que me iba a reír demasiado si eso pasaba, sostuve una de las cajas con miedo a que caiga.

Siguió así por más tiempo recorriendo pasillos hasta que llegamos a una sección peligrosa, la de cerámicas y me estire para golpearle riéndome.

-Y bien qué dices si yo soy el mejor conductor, lo sé- me esquivo riendo y sostuvo mi mano, bajándose del carro.

-Eres un idiota- susurre quitando por un momento mi tapabocas respirando pesadamente.

-Yo no sé qué significa eso- soltó juguetón tirándome cerca de él intentando hacerme caer.

-Eso significa ¡Que te voy a golpear si haces eso de nuevo!- respondí haciendo que se tapara los oídos riendo, sin duda nos olvidamos de un gran detalle que ver dos tipos vestidos en marca y más tapados que nadie iban a llamar la atención en una tienda de muebles.

Llevábamos una gran cantidad de productos anotados en la lista de envío a domicilio, ambos estábamos divertidos porque coincidimos en los gustos de la mayor parte de las cosas, llevamos muebles útiles para la parte de arte ya que era la primera que íbamos a arreglar, como ya sabía mas o menos lo que se necesitaría en un estudio partimos por esas cosas más sencillas antes de pedir por mayor caballetes, pinceles, pinturas, masas, moldeadores, tornos de greda, sin duda alguna las ideas fluyeron por mi mente con rapidez por lo que le arme borradores en el trayecto en auto con su ayuda para definir cómo íbamos a dejar cada espacio, impulsado por que él de verdad deseaba que yo le ayudara a reconstruir los espacios de su academia y tuve que darle muchos zapes en su insistencia de querer pagarme claramente que yo no lo iba a aceptar, compramos detalles pequeños fáciles de instalar como marcos, luces, organizadores, muchos organizadores... algunas repisas, decoraciones, plantas, luego fuimos a cotizar cosas para la parte de música que iba a ser probablemente la más costosa, los instrumentos básicos, adaptadores de sonido, una pequeña mesa con lo necesario para producir, micrófonos, los recubrimientos de las paredes para el sonido. Fuimos con el carro hasta la caja para pagar como por tercera vez en el día la billetera de Jeon estaba cada vez más deprimida, me voltee para no ver la cuenta de todo ayudando a guardar las cosas en el carro.

-¿Quieres que invite la cena yo?- pregunte riéndome y poniendo la mano en su hombro.

-Creo que no voy a comer en meses- me respondió con cara triste -no mentira solo que no había gastado tanto dinero en un día, aunque en mi presupuesto salió mucho menos de lo que esperaba y eso es gracias a tu ayuda- respondió y le respondí sonriendo.

-Está bien Jeon deja de llorar, yo invito la cena- termino de pagar y ambos llevábamos un carro con cosas -¿Qué tienes ganas de comer?- pregunté emocionado, porque la verdad se nos había ido el día en hacer de compradores compulsivos.

-Mmmm... creo que no te puedo responder eso me vas a golpear- susurro abriendo el auto y claro que me demore en procesar lo que iba a decir -te gustaría el clásico ramen de una tienda de conveniencia- respondió casi como pregunta.

-Jungkook te ofrezco comida y me pides lo más barato que puede haber- dije incrédulo ayudando a guardar cosas.

-Pero eso no quiere decir que sean malos- hizo un puchero adorable y evite mirarlo por más tiempo.

-Yo no dije que fuera malo, pero puedo invitarle lo que quieras haz echo mucho por mi hoy como para comprarte eso- respondí negándome -además yo sé que tú no te llenas con eso- estaba saltándome todas mis normas de el verle después de tanto tiempo, estaba siendo muy confianzudo.

Fixing Your Heart ➳KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora