Fixing Your Heart ➳KookV

➳Capítulo 1

-Vamos Taetae vas a sobrevivir, además piénsalo es como ir a un colegio nuevo y tú ya has pasado por eso antes no seas tan dramático- dijo Jimin con su tono típico de imitar a mi madre regañona.

-Dices eso porque tu sí sabes socializar y yo no, además es Seúl no Busan ¡No sé qué voy a hacer!- faltan dos días para mi muerte y realmente estoy nervioso... bueno más que nervioso, esta vez no se trataba de la entrada de Seúl como ya lo había hecho antes, sino que era estar en un pleno centro sin conocer a nadie ni nada a lo que pudiera pegarme como sanguijuela para sobrevivir.

-Pero tú eres adorable Tae, torpe, pero muy adorable a todos les caerás bien- habló con emoción revolviendo mi pelo mientras que yo lo miraba con una cara de póker dándole a entender que eso no mejoraba nada de la situación.

Su rostro cambio drásticamente a algo parecido a impresión pasando rápidamente a algo más parecido a que vio un fantasma y me reí ante tanta bipolaridad en un cuerpo tan pequeño.

-Esperate ¿Cómo dijiste que se llamaba la universidad?- preguntó como si estuviera haciendo memoria de algo, mirando a la nada.

-Seúl Arts School- me extraño la pregunta y más su expresión que luego de responderle aquello se deformó aún más -¿Por qué? Dime ¿Qué sucede? Me estás asustando Park Jimin.

-¡Dios Tae, Hoseok eso sucede... esa es la Universidad a la que se cambió!- abrí los ojos de la impresión, ahora sí que estoy muerto ¿Cómo voy a poder estudiar tranquilamente con mi exnovio rondando en la misma universidad? Y ¿Cómo se me había olvidado ese detalle?

-Park Jimin si esto es una broma tienes que parar ahora o mi corazón va a morir- lo amenace tomando la almohada y poniéndome en posición de ataque dispuesto a patear su trasero por hacer una broma de tan mal gusto.

-Quisiera que fuera una mala broma, pero recuerda que seguí su perfil solo para chismear contigo y subió una foto el día que fue a inscribirse ¿Cómo es que se nos olvidó?

-¡Mierda! Ahora sí que quiero morir- me tiré en la cama pataleando, asumiendo que estoy destinado a sufrir en la vida -¡¿Por qué la vida es tan cruel Chim?!- grité presionando mi rostro contra las almohadas.

-Vamos... no te puedes deprimir ahora,- sus manos fueron a mi espalda dando pequeños golpes de forma de masaje, mientras buscaba sonar reconfortante -igual vas a deslumbrar ante todos con tus talentos, además le demostraras a ese idiota que no lo necesitas para vivir, que eres un ser humano maduro y de paso que no tienes ningún interés en volver con él si es que lo llegas a ver, quizás ni siquiera lo ves después de todo no vas a tomar baile o ¿Sí?- hice un puchero mientras me retaba y ya lo veía pegarme con la chancla a medida que buscaba darme una solución para todo, sonaba tan fácil, pero había tanto detrás de lo que parecían solo mis simples quejas y era mucho más que solo una larga historia de por medio, él se había encargado de destruirme tanto que ya ni era capaz de vivir sin esa ansiedad terrible ante las relaciones amorosas.

☁️Flashback☁️

"Hoseok un chico alegre carismático y con una sonrisa perfecta siempre presente en su rostro, es todo un caballero, el alumno perfecto"- así todos lo describían y yo era uno más que pensaba lo mismo.

Iluso.

Aún faltaban dos años para terminar mi colegiatura cuando decidí que podía ser buena idea ir al taller de danza, paso poco tiempo de conocernos cuando nos volvimos uña y mugre, éramos como un pack que iba a todos lados juntos, bailes, salidas con amigos, sentí que realmente calzamos muy bien yo estaba tan embobado por él que cuando me di cuenta lo empecé evitar a toda costa por mis sentimientos encontrados no podía acabar con nuestra amistad, pero contra todo pronóstico mi poca cercanía no hizo que él se fuera de mi lado como yo esperaba que haría, al contrario intentó ser mucho más que cercano demostrando que se preocupaba por mi extraño actuar, nosotros nos convertimos poco después en una bomba a punto de explotar en un juego constante de tira y afloja acercándose él un paso a mi sin dejarme saber qué era lo que sentía con claridad, mientras que yo retrocedía por el miedo de perderlo al dar un paso en falso, sin embargo, el detonante fue en un arranque de furia o quizás de estupidez.