Fixing Your Heart ➳KookV

➳Capítulo 39

-¡Vamos Taetae tú puedes!- gritó Jiminnie mientras yo sufría siendo arrastrado a la rueda de la fortuna.

-Chim ¿Por qué no nos subimos a ese de nuevo?- apunte la atracción de los aviones voladores poniendo resistencia.

-Vamos nunca nos hemos subido juntos- me suplicó mientras tiraba de mi brazo hasta la fila.

-¿Qué pasa? ¿Por qué tanto alboroto?- dijo Yoongi mirándonos con una mueca.

-Es que yo quiero tener de recuerdo,- hablamos a la vez subiendo el tono buscando ganar -El enano no entiende que yo,- ambos gritamos a la vez  -¡Me quiero subir! ¡No quiero subir!

-Ya, ya, ya cállense los dos ahora ni siquiera entendí lo que querían decir ¿Van a subir o no?

-¡Sí! ¡No!- hablamos a la vez y lo miré exterminándolo con la mirada.

-¿Qué sucede? -escuché la voz de mi novio acercarse y corrí hasta él que me estrechó entre sus brazos -¿Por qué esa carita bebé?- se separó levemente de mi acunando mi rostro.

-Jimin quiere subirse conmigo a la rueda, pero yo le tengo miedo a las alturas.

-Ay mi vida- se rió mostrando sus dientes y yo lo miré serio.

-¿Qué?

-Eres tan tierno- lo golpeé en el pecho empujándole y me crucé de brazos mientras el vil se seguía burlando de mi con su sonrisa perfecta de conejo -Ya, no te enojes ángel- dijo abrazándome aun cuando tenía los brazos cruzados, me robó un beso de repente y fruncí los labios para no sonreír.

-Mmm ¡Ya sé amor tengo una idea!- gritó antes de tomarme en sus brazos, sin darme tiempo a reaccionar corriendo directamente hacia la fila.

-No Jeon Jungkook, no ¡No!- grité cuando se metió en la cabina, para luego sostenerme con más fuerza, mientras yo intentaba escapar de mi destino, se sentó dejándome en su regazo y yo solté un gritito cuando esta empezó a moverse -Te juro que voy a matarte a penas b-bajemos- trague con fuerza mirando como cada vez nos alejábamos más del piso.

-Amor tienes que combatir tus miedos- dijo mientras yo seguía mirando con terror el piso pensando en las mil formas de morirme dentro de esa cosa, mi respiración se volvió irregular dándole más tiempo a mi imaginación a torturarme.

-Voy a morir- dije escondiéndome en su pecho mientras me aferraba a él con fuerza deseando estar en tierra de nuevo.

-Amor, hey mírame- me llamó, pero no salí de mi escondite -ángel, mírame- me separo de él sosteniendo mi rostro -mantén tus ojos en mí, estamos bien, nada nos va a pasar, respira- di una fuerte inhalación antes de mirar sus ojos cafés intentando no pensar en donde estaba -solo mantenlos en mí, estás seguro.

Estaba en sus brazos sólo tenía que pensar en eso, en la forma en que acariciaba mi espalda con suavidad y como su voz acariciaba mi corazón desesperado, siempre con él me sentía en el cielo solo tenía que recordarlo estaba seguro en sus brazos; sus palabras acariciaron mi corazón borrando cualquier clase de pensamientos que me alteraban, su mano acuno mi rostro y la acaricié relajado.

-Eres valiente mi vida debes convencerte de eso, no te límites nunca, ve lo que tu hubieras perdido amor- los tonos anaranjados y furiosos coloreaban el atardecer, las nubes se colaban entre él y miré a quien era él protagonista de aquel paisaje su rostro levemente iluminado por los rayos del sol, sonriendo como un niño mientras sostenía mi cuerpo con calidez; sus labios susurraban palabras dulces recordándome que había veces en las que debía tener fuerza y sabía que si yo no creía tener él iba a hacer que me sintiera valiente, lo susurró un par de veces más y tomé su rostro volviendo a besarlo, todo se sentía tan irreal tan perfecto como para ser seguro, le ame con todas mis fuerzas sintiéndome correcto con mis dedos enredándose en su sedoso cabello y la calidez abrasadora de su boca quitándome el aliento.