Capítulo 37: Ladrón de sentimientos.

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No había conseguido que la psicóloga me diera el visto bueno de loco, con todo lo que me había esforzado,...

Me fui a mi cuarto y comencé a hacer mi ritual con la carpeta de medio corazón para escribir por última vez sobre Ana, poniendo en la hoja:

                         NO PUEDO

Compartes tu corazón en un número fracciones,

que para mi son un gran misterio,

mientras que yo sólo en ti pienso.

Sentir tu aroma y tu lluvia de besos,

me lleno de felicidad por un momento,

pero en realidad tu sabes que no puedo,

no tengo el aguante para ese sufrimiento,

de pensar que estas con otro mientras te quiero,

mejor es decir adiós en este tiempo.


Abrí la carpeta metí poema en ella, y decidí encaminarme al parque, este amor debía pasar,... Tenía que conseguir la forma de volver a estar bien, para lograr solucionar el problema con Sofia, intentando salvar la amistad, o lo que fuera que había entre nosotros, estoy tan confuso,... Emprendí mi corto viaje con un profundo pesar, veía a todos tan felices,... Al cartero enamorado de sus cartas, a la vecina amando a su jardín, a las palomas amando las estatuas,... (bueno ese amor no me daba envidia),... A todos ellos les grito:  ¡sed felices!, ¡conservad lo que tenéis!.

Yo vago a despedirme del amor,...  con pasos tímidos pero seguros, deseando hallar esa paz que tan necesaria es en mi vida. 

En el parque elijo el rosal más desmejorado, se que el amor tan profundo que he sentido, lo hará revitalizarse, por ello empiezo a cavar con cuidado,... Pero escucho:

- Ehhhh ¿Qué hace usted ahí?

- Nada malo señor guarda del parque - respondí de rodillas.

- ¡Venga levántese!, que quiero saber que hace aquí, que ya me he encontrado a muchos locos seguidores de sectas raras tales como: 

     - Los chupa piedras: Que por lo que se ve creen en lo de quien este libre de pecado que tire la primera piedra, y ven las piedras como el pecado, por lo tanto lo tienen que lamer para que desaparezca al sintetizarse en el propio cuerpo.

     - Los besa flores: Su secta dice que hay que amar la naturaleza, y yo he visto  que se pasan amándola, de una manera que no es sana,.. 

    - Los Carderos: Buscan como penitencia el pincharse espinas de cardos, para sentir el dolor por sus pecados, y recibir el perdón.

- Señor, ¿usted de que secta es?, no me diga que de los grilleros, los gusaneros, los terrafilicos,...?

Yo me levanto del suelo y digo:

- Disculpe, yo no soy de ninguna secta, es verdad que hago un ritual, pero no se trata de algo malo, lo que no quiero contárselo porque es muy personal,... 

- ¡Sí, claro!, no es normal ver a un señor de unos cincuenta años, de rodillas rezando ante un agujero,... 

- ¡Yo no estaba rezando!, sólo quería hacer algo que me sienta bien hacer, y que no es malo para nadie, pero a mi me ayuda, y estoy seguro que a las plantas también.

- Si no es nada malo, explíquelo, yo le escucho, por cierto, ¿Cómo se llama?.

- No puedo darle explicaciones porque es algo muy personal, compréndalo y deje de insistir, tenga respeto por favor. Me llamo Guillermo ¿y usted?.

- Yo me llamo Genaro, y como no me lo explique vamos a tener problemas y muy serios,... ¡Aquí ya no permito ninguna secta!, ¿no vio el cartel de la entrada que pone prohibido sectas?.

- ¡Que yo no soy de una secta le repito! - Hablo con voz fuerte.

Viene una ráfaga de aire, y los folios que estaban en el suelo terminan a los pies del guarda, este los coge antes de que yo pueda hacer nada, y los mira.

- ¡ehhh démelos que son mis sentimientos!, ¡devuélvemelos !, - digo sin encontrar una explicación a que el guarda salga corriendo con mis poemas, y se pierda entre los arboles,...

Cuando reacciono había desaparecido completamente,...  Tomé la carpeta del suelo, y me fui a casa cabizbajo, ¡parece ser que hoy todo me sale mal!, pero cuando estoy apunto de llegar a mi casa, a escasos metros, decido encaminarme al Ayuntamiento, eso no se puede quedar así, tengo que dar cuenta de lo sucedido y enterarme de quien es ese ladrón de sentimientos, con el que me había topado, para pedir ¡justicia poética!.







LOCAMENTE PERDIDO. (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora