Capítulo 33: Alguien entró

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Me desperté feliz, la cena con Sofia me dejó un buen sabor de boca, era imposible no darse cuenta de que había una compenetración especial entre los dos, sin decirla nada sobre mis gustos, ni de mi forma de ser, era como si ya me conociese, ¡me sorprendió!,... Lo poco que habíamos vivido juntos hizo que se desarrollara un cariño especial, no es lo mismo que siento por Ana, pero lo de Ana es de difícil de explicación para mi,...

¡Hay que trabajar!, que ya son las 10 de la mañana, me levanto de la cama, y voy a por mi Laptop que la tengo en su maletín, recostado contra una de la pared más próxima al sofa.

Subiéndome a una silla, bajo de encima del armario una mesa que se parece a esas de estilo desayuno en la cama, pero adaptada a poder colocar el ordenador.

La coloco, enciendo la computadora, y cuando le doy al icono del navegador para entrar a mi correo, escucho algo raro,...

Parece la puerta que se abre despacio,... Y escucho como unos pasos comienzan a acercarse a mi habitación,...

voy con cuidado de no hacer ruido, aparto un poco la mesa, y me deslizo con cuidado consiguiendo colarme debajo de la cama.

Los pasos se detienen, y el picaporte de la puerta de mi habitación, empieza a moverse,... Para terminar abriéndose la puerta muy despacio,...

Pude ver desde mi posición unas piernas, y escuchar ¡Guillermo!, ¡Guillermo!, ¿dónde estas?,...

Me resultaba familiar esa voz, parece ser que es,... 

No digo nada porque me daba vergüenza aparecer de debajo de la cama,... Es algo patético,...

Salgo de mi escondrijo, estoy ya de pie, dirigiéndome a la puerta cuando tropiezo con mis zapatos y caigo al suelo estrepitosamente,... Consigo levantarme rápido, y esa persona vuelve a mi cuarto, abriendo la puerta.

- Buenos días, disculpa que entrara sin llamar pero tenías la puerta abierta, y simplemente entré, tampoco creo que te lo tomes a mal, porque tu hiciste algo peor con tono burlón. Estuve aquí hace un momento y no había nadie, ¿dónde estabas? - dijo esa persona.

- Buenos días Ana, si que es una sorpresa que estés aquí,¡claro que no me molesta que hayas entrado sin llamar!, tu siéntete como en tu casa. No me has visto porque estaba en mi dimensión de mago, es que practico las desapariciones por las mañanas - dije yo improvisando una mentira.

- ¿A que debo tu presencia?

- Simplemente pasaba por tu barrio, y quería saludarte,..

- Disculpa Ana, puedes esperarme un momento, para que me de una ducha rápida,... Te prometo que no tardaré más de 10 minutos.

- Claro Guillermo, estaré viendo mis redes sociales mientras tanto, a mi me parece que tu pijama de ositos es adorable, pero si prefieres ponerte otra cosa no hay problema.

- Siéntate si quieres en la cama, ¡ahora mismo vengo! - digo yo mientras busco mi ropa en el armario.

- Hasta ahora - digo a Ana que ya esta sentada en un lado de la cama, mientras me dirijo al cuarto de baño.

Durante la ducha pienso que nunca me esperé que ella entrase en mi casa sin avisar, ¡menudo susto me dio!, pero parece ser que  quiso devolvérmela,¡al menos no me rompió nada!... Al verla, sentí mi corazón latir a toda prisa,...  No se que voy a decirla,... 

El dolor se apoderó de mi, al recordar que tiene pareja, no estaría bien el decirla lo que siento, aunque me duele el pecho de reprimirlo.

Termino de ducharme, me visto lo más rápido que puedo, y me dirijo a mi cuarto, una vez allí, desde la puerta que está abierta, veo que Ana sigue sentada en la misma posición que cuando me fui, con su teléfono en las manos, y tecleando a toda velocidad, se notaba que era una experta con los mensajes,...  No dije ninguna palabra pero levanta su mirada del aparato, creo que se ha percatado de mi presencia, y me mira con un semblante muy serio a los ojos, me preocupa a tal punto que no se que decirla, el silencio me parece algo tenso, pero no me atrevo a romperlo, quiero decirla ¿por qué me miras tan raro?, pero no soy capaz de emitir ni un sonido,...

Ella se levanta despacio de la cama, da un paso, dos , tres,... Y la tengo frente a mi, estoy paralizado,... Mi labios quieren hablar, mi cuerpo quiere alejarse, pero no puedo ni pensar, mi corazón es una maquina que trabaja a toda velocidad, comienzo también a sudar,... Tengo miedo de caer en el desmayo,...

Ana se acerca a mi, me abraza, siento su aliento en mi cuello, como mueve su cabeza,... y sus labios  encuentran los míos dándome un largo beso.



LOCAMENTE PERDIDO. (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora