Capítulo 16: Pez Espada

11 3 0
                                    


Desperté nervioso, y aún más me puse cuando vi como estaba todo lleno de serrín, trozos de metal, circuitos integrados por el suelo, era un collage muy estraño,...  ¡Que desastre!. Tengo que recogerlo e irme al centro comercial "Las palmeras" para comprar lo que había destrozado. 

Voy al baño a asearme un poco y a hacer mis cosas, pero antes, de abrir la puerta del escusado, hago un pequeño discurso:

- Queridos espías policiales, espero que os guste mi actuación, ya sea lo que toque, si hacer pipi o popo.  Disfrutad de lo mio, que a mi no me hace ninguna ilusión, pero ya que me observan, háganme el favor, de que  si encuentran algo que sea de mi atención, como un lunar que tenga mala pinta, o bulto de peligrosidad superior, ¡cuéntenmelo!.

Abro la puerta, y entró en el baño, la cierro, hago lo que tenía que hacer, vuelvo a mi habitación, y me visto con lo primero que encuentro por el suelo (no tenía ya ni armarios,...), sacudiendo las prendas un poco, tomándolas por uno de sus extremos y lanzándolas contra la pared,...

Recordé que tenía una cámara digital en el trastero, me dirigí a él y estuve buscándola, apartando los adornos de navidad, periódicos viejos, radios y televisores estropeados,... Hasta que la encontré dentro de una bolsa de tela para el pan.

Tomé varias fotos para subirlas a mi página de "Piclife" que es una red social, donde la gente hace fotos y las expone como si fueran cuadros  en su propia galería de arte virtual, tu puedes pasear con un avatar por las galerías de otras personas, y ellas por la tuya, dando un pincelike si es de su agrado lo que ven.

Me puse a barrer, a darle al plumero, a amontonar lo que servía encima del colchón, y a tirar en bolsas de basura aquello que no, después pasé la fregona mientras cantaba los últimos éxitos de moda, de "Los calcetines sudaos", un grupo musical pop/rock. Repetía una y otra vez el estribillo de una de sus canciones, la que se llama "una vez que ayudé", de su disco número 3: "No hay un muerto en el cajón, sólo soy yo", que dice así:

Pa una vez que ayudo,

que hice  algún favor,

encima me dicen por la calle,

que debería cuidarme mejor,

no se de que hablaban,

hasta que alguien exclamo,

¡hueles a huevo duro corazón!

(Cantar me evade de mis problemas, y me ayuda a hacer tareas que me resultan pesadas,...)

Por fin he terminado de limpiar el dormitorio, debería de encargarme del resto de la casa, pero por suerte no desarmé ni destrocé nada de ningún sitio más, por lo que no estaba tan mal,.. Abro la puerta, la cierro y me dirijo al centro comercial, suerte tengo que no está muy alejado de donde vivo, así que voy dando un paseo,... El coche esta en el taller, el mecánico me aseguró que estaría listo para hoy por la tarde, que me lo dejaría aparcado en su puerta, que yo usara las llaves de repuesto para llevármelo , y cuando fuese a pagar me devolvía las mías.

Todavía era temprano, las 10 de la mañana,  no hay mucha gente por la calle, pero algunas personas me mira raro, y otras al verme parece que hacen esfuerzos por no reírse,...

Me estoy asqueando,... ¿Se están riendo porque saben también que destrocé mi habitación?, ¡No puede ser!. La policía me ha sacado el el programa de televisión "Placas de Acero" donde los cámaras graban todo lo relevante a casos de la policía,... ¡NOOOOOO!, ¡he perdido mi anonimato, me han humillado públicamente, no se que habrán sacado sobre mi vida pero no debe de haber sido nada bueno,...!. Fuí corriendo a la comisaría de policía, pegué una patada a la puerta y grite ¡Atajo de Carbones!, que sois, sois,... Unos ¡carbones!,... Una docena de policías me tienen apuntado con sus pistolas Heckler & Koch (HK), todos me gritan:

LOCAMENTE PERDIDO. (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora