Capítulo 32: Cazando la cena

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ya eran las 10:59 y una cuenta atrás empezó a aparecer en los monitores, 10,... 9,... 8,... 7,... 6,... 5,... 4,... 3,... 2,... 1,... 0,...  

En los monitores se podía leer:

- Primer plato: y una cuenta atrás de 5:00 minutos.

Empezó a sonar como arrancaban unos motores,... Y las cintas comenzaron a moverse, salieron así unos paquetes pequeños de comida, con dibujos que se suponía que representaban lo que tenían dentro, pero a unas velocidades que no te daba tiempo de elegir lo que pinchar, como te pusieras a pensar,...  Sofia me dijo que no abriéramos los paquetes por si no nos gustaba algo nos lo podíamos intercambiar, además eran recipientes térmicos que conservaban el calor

Ya habían pasado 4 minutos y Sofia  había cazado varios paquetes, y yo todavía ninguno,...

Ella me animaba o quizás se estaba mofando de mi,... Pero era muy divertida esa cena tan rara.

En ese tiempo rompí 2 tenedores, y tiré al suelo 3 paquetes, uno de espaguetis, otro de tortilla de patatas, y el último de ravioli. Me los podía haber echado en el plato, pero al caer al suelo se reventaron y lo puse todo perdido,...   El personal de limpieza estaba muy pendiente, para evitar que alguien resbalara.

Me daba cuenta que como superviviente en una isla desierta, no tendría futuro,... Y que quizá lo de escapar a las Islas Bermudas, no hubiera sido buena idea.

No podía quedar tan mal ante Sofia, se iba a reír de mi toda su vida,...  Tenía que hacer algo en los 30 segundos que quedaban para cazar algo de comida, así tomé dos tenedores, cada uno con una mano, para intentar capturarlos haciendo pinza, y así me fue mejor, logre tomar 6 paquetes en ese poco tiempo, ni vi de lo que eran, pero el caso era cenar algo aunque fuese sorpresa.

El tiempo para cazar el primer plato había terminado, nos dejaban sobre 20 minutos para comerlo, y para ello nos trajeron cubiertos de metal.

- Me decía Sofia que si le cambiaba unos tallarines, por la merluza, y claro que se lo cambié, porque me encanta la pasta.

Tomamos alimentos muy variados en el primer plato, tales como filete, albóndigas de choco, flamenquines, además de lo que nos intercambiamos.

Ya para el segundo plato con mi técnica de las pinzas conseguí cazar pimientos rellenos,  croquetas, empanadillas, jamón (que nos echamos unas risas cuando me lo puse en la cara como si fuera una mascarilla,... ), rabas, calamares,... Tomé un buen surtido de fritos.

Ana dio a un botón para ensaladas, y me dijo que la tenía que ayudar a cazar su ensalada, porque eso era más complicado,...  No paraban de salir, tomates, lechuga, botecitos de aceite, vinagre y sal, a toda velocidad, ahí si era verdad que costaba, a tal  punto que terminé con una hoja de lechuga en la cabeza. Sofia se reía y me decía que esa sería la nueva moda otoño/invierno, ¡sombreros lechuga!,...

El postré ya si que fue una locura, porque salían cajas con flanes, tarta,... y bueno aunque tenía la técnica aprendida, algunos recipientes eran como vasos de plástico y con el sistema de las pinzas no valía del todo se escurrían entre ellas, así terminé manchándome con tarta de queso, entre otras cosas,... 

Luego fuimos a algunos bares, que ella tenía elegidos por allí, y eran lo más cutre que había, en uno llamado "El Sevillal" tenían muñecas vestidas de sevillana por todos sitios, era un poco siniestro, porque las muñecas la verdad es que no eran muy agraciadas,... 

La pregunté ¿cómo se te ocurre traerme aquí?, y ella me dijo, ¡si sabes que te gusta!, y tenía razón, me gusta lo extraño, raro,  absurdo,... y estar tomándote un zumo con muñecas feas era algo original, hasta nos sacamos fotos con ellas.

En otro de los bares llamado "Quédate", literalmente era verdad que el nombre le hacía justicia, no porque quisieras quedarte por el buen servicio que había, si no más bien porque te quedabas pegado al suelo y no podías salir de allí... 

Esa noche fue la mejor que me lo pasé de mi vida, Sofia es una persona muy original, ya son las 4 de la madrugada, cuando la llevé a su casa, ella me invitó a entrar. Se lo agradecí pero ya era muy tarde, tenía que descansar para mañana tener energías para ponerme manos a la obra con los correos que seguro me mandaría mi jefe.

Al decirla adios, no se por que,...Pero me salió darla un beso de esos que lo llaman pico,...

A ella la gustó y a mi,... Pero seguía pensando en Ana,...  

Aunque  mientras conduzco en el trayecto a casa, me pregunto, ¿en verdad si hubiera salido con Ana ella a donde hubiera querido ir?, ¿Qué hablaría conmigo?,...  Estaba pensando que a lo mejor, sólo era atracción por lo poco que conocía de ella,... Y entonces estaba cometiendo errores, pero tendría que seguir pensando sobre esto, aunque ya es tarde y tengo que dormir.








LOCAMENTE PERDIDO. (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora