Capítulo2: Bolitas de arroz sin arroz

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En la calle "Los Tocinos", junto a mi coche espero, pensando como quitaré ese hielo, me despojo de la bufanda, y empiezo a frotar, pero eso no parece que sirva para ese fin crucial, ¡Que llego tarde!, recuerdo que alguien dijo "que el frotar se va a acabar", busco el lavavajillas, con sonrisa triunfal, le echo una gota, no desperdicio más, no se vaya a disolver hasta el cristal, que es el milagro anti-grasa, pero allí nada puedo observar, la gota encima de su blanco lecho, tan verde como una aceituna radioactiva, que ha sufrido enanismo, pero parece mofarse de mi, ¡No ocurre nada!, miro de cerca, de lejos, me siento, me levanto, me tiro en la nieve, pero allí sigue la gota, y yo estresado animándola a actuar, ¡gotita comete el hielo!, y deja que me vaya a trabajar,que estoy a solas con mi jefe, porque todos los demás se han ido a descansar, debido a que yo todas las vacaciones las tomo en navidad, para poder celebrar el mes del reno con tranquilidad, en ese tiempo me disfrazo de reno, y voy por la calle tan contento, hago sus sonidos, e invito a la gente a que mi lomo quiera acariciar, hasta alquilo un trineo para poder de él tirar, me lo paso tan bien haciendo el "animal", no escatimo en gastos, hasta hago una cena grupal, cuyos platos son hojas de sauce, de abedul enano, y líquenes que son muy sanos, pero nadie viene nunca, que gente tan informal, con los platos tan deliciosos que pongo a lo natural,... 

Entonces pienso quizás me he confundido de comercial, tiendo a olvidar las cosas, y a todo mezclar, recuerdo cuando me invitaron  a porras, y tuve que pagar el cristal de un bar, porque pensé que me iban a pegar, me lancé de cabeza contra esa separación invisible, y lo atravesé como un profesional, mis amistades con la boca abierta, aún en el hospital, me dijeron - -¡chico tu estás mal!--, y yo a gritos con ellos ---¡claro lo que me queríais pegar!---, descompuesto vinieron las enfermeras y varios médicos, para quererme silenciar, pero no venía seguridad, yo les llamaba diciendo que se llevaran a esos malos amigos, que decidieron entretenerse en planear dañarme con sus porras afiladas, cuando me tranquilicé me explicaron la situación, para ello, me mostraron la carta de un bar con su foto, y yo dije, ahh pero eso no son porras son churros gordos,... Porras son esas cuchillas de afeitar gigantes que rebanan los melones, mis amigos me volvieron a mirar con cara de ¡tu estás mal!, pero no supe nunca el por qué, no me lo quisieron comentar.

Nada, no se que se hacer, esto no se va,... Empiezo a lamer el cristal porque los helados bien que se derriten cuando los lames,... Pero se me pone la lengua morada, paro porque tengo miedo que tengan que amputármela, por congelación,... Me da hambre, me apetecen bolitas de arroz, pero no voy ahora a cocinar, tengo que llegar a trabajar, así que me prepararé una bolita de arroz sin arroz, con mi mano derecha contra el suelo nevado elaboro unas bolitas con la nieve de lo mas delicado, muerdo una con ferocidad ¡ayyy, ayyyy, ayyyy!, un diente empezó a chirriar y se rompió sin poderlo evitar, no me di cuenta, y dentro de la primera de las bolitas de arroz sin arroz, había una piedra descomunal, que me arracó el diente y me hizo ponerme a sangrar, llamé al jefe, para decirle que no podría ir a trabajar, que tenía que ir al hospital, por un derrame bucal, no quiso saber los detalles, demasiados años trabajando en su empresa de publicidad, me aguanta muchas cosas,siempre me lo recuerda, y dice que si sigo trabajando para él es por mis locas ideas.

LOCAMENTE PERDIDO. (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora