Capítulo 42: ¿quieres casarte conmigo?

10 1 0
                                    

Ya había completado mi fórmula de la suerte, pero no ocurría nada... Entonces comprendo que los alimentos tal como los tengo dispuestos en el plato, no son suficientes, seguro hay que mezclarlos más... Por ello me doy prisa por llegar a la sección de "líquidos sabrosos", donde cada uno pueden preparar zumos y batidos con total libertad, allí encontré batidoras de la marca OSTURA,  las mas modernas del mercado.  Son un tipo de electrodoméstico muy voluminoso, similares a las lavadora, que aprovecha la fuerza centrifuga de los giros, para que las cuchillas de rotación que contiene el tambor, triture atómicamente lo que allí se deposite, para que el preparado termine siendo además de totalmente homogéneo, el más sorprendentemente espumoso. Al tratarse de aparatos catalogados como industriales, sólo se venden a este tipo de empresas, que deberán de disponer de tanques de leche, y depósitos de agua, o en su defecto tomas para de conexión con la red de agua potable, porque tras la preparación de cada batido, la máquina entra en un ciclo de autolimpieza y desinfección, para que todo sea lo más higiénico posible, además son ecológicas porque los residuos orgánicos, se vuelcan a una central de compost, que se dona a asociaciones concienciadas en la lucha contra la esterilización de las tierras.

Coloco el vaso en el dispensador vertical,  para que así se desbloquee la puerta de entrada de fruta, e introduzco todos los alimentos y el plato de porcelana, haciendo caso omiso a las prohibiciones que se encontraban adheridas a la maquina, que dejaban claro que era peligroso meter allí alimentos que no fuesen frutas o verduras, y objetos.

 Antes de darle al botón, me guardo de manera discreta un plátano en el bolsillo derecho, y una manzana en el izquierdo y presiono el botón de encendido, inmediatamente el sonido que se comienza a escuchar es insoportable, al rayar  las cuchillas el plato, aunque eso no es lo peor... Porque la máquina, ¡esta echando humo!. La gente que trabajaba allí, grita, "¡protocolo de evacuación!", "¡protocolo de evacuación!"... Las luces tornan a rojas, y unas flechas blancas indican las salidas más cercanas, la gente corre de un lado a otro, mientras el peligro de explosión es cada vez más inminente.  Todos son conscientes de que hay que salir de allí a como de lugar, así el ¡sálvese quien pueda! hace que entre empujones, reciba un fuerte codazo en el costado izquierdo, que me desestabiliza para que finalmente caiga al suelo a pocos centímetros de la salida, recibo patadas continuas por todo el cuerpo, que me producen hasta perdida de varias piezas dentales,  aunque no de conocimiento, soy consciente de que tal vez no llegará a un minuto que la gente que queda por salir lo haga, pero me parecen horas angustiosas, sin duda no fue buena idea hacer lo que hice, y tal vez este sea mi castigo...

Ya no queda nadie, me arrastro poco a poco por el suelo, escupiendo sangre, y los dientes que no me había tragado, me quejo lastimosamente, y escucho la tremenda explosión que se produce a mis espadas, no miro atrás, y sigo avanzando entre quejidos y lamentos, angustiado por  no saber si Sofia esta bien, no tengo fuerzas para gritar su nombre, mientras toso, a escasos metros de alcanzar la salida, me doy cuenta de que la amo, y que si sobrevivo quiero pasar el resto de mi vida con ella.

Escucho un concierto de sirenas de bomberos, ambulancias, y policía, no pudiendo evitar el desmayarme. No creo que tardase mucho en despertar, porque  cuando recobré la consciencia me encuentro en una camilla siendo subido a una ambulancia, frente al edificio que expulsaba el humo por las ventanas, pregunté al sanitario por Sofia.

Él me dijo:
- No se quien es esa tal Sofia, pero salvo usted, no ha habido ningún herido más, así que no se preocupe porque ella esta perfectamente.

- También le comunico, que hace un rato le he desnudado y le he vuelto a vestir, y aunque esta muy magullado por todo el cuerpo, no presenta ninguna herida abierta, ¡puede estar tranquilo!.

A lo que yo respondí lastimosamente:

- ¿y si tengo hemorragias internas?

El sanitario me mira y sonríe, comentándome:

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 31, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LOCAMENTE PERDIDO. (Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora