Papá, ¿Qué Es Pilurre? (EDITANDO)

Capítulo 59

Narra Pilar

Hoy era el último día de nuestra luna de miel.

Habíamos pasado la mejor semana de nuestras vidas.

Purre me agarró de la mano y nos sentamos sobre la arena.

Apoyé mi cabeza en su hombro y suspiré.

Que bonito estaba el cielo aquel día.

¿Alguna vez has pensando que quieres que hagan con tu cuerpo cuando mueras?-- pregunté incorporándome y le miré a la cara.

No sé por qué se me vino esa pregunta a la cabeza.

No...¿A que viene eso? ¿Te pensás que te vas a morir ya?-- preguntó con el ceño fruncido.

Que mono era cuando intentaba descubrir las cosas que decía.

Yo me encogí de hombros y volví a mirar al mar.

Sólo era por curiosidad, a mi me gustaría que arrojaran mis cenizas en la playa donde nos casamos.-- dije y de reojo vi como sonreía.

A mi también, pero que quede claro que la primera persona que muera de los dos no serás vos.-- contestó y yo reí.

Es enserio, no creo que pueda vivir en esta vida sin vos.-- siguió y le miré a los ojos.

Le besé en los labios y me abracé a él.

Tengo hambre.-- dijo después de un rato.

Alan me dio una patada y yo me mordí el labio.

Tu hijo y yo estamos de acuerdo con eso.-- contesté y él puso una mano en mi tripa.

¿Alan tienes hambre?-- preguntó y el pequeño contestó con varias patadas.

Dios, no hagas eso que molesta.

Tranquilo fiera, ya vamos a por comida.-- habló mi marido y yo me reí.

Nos levantamos los dos de la arena, tomó mi mano y retomamos el camino para volver al hotel.

Después de cenar y bailar un rato, porque Purre se había empeñado en bailar conmigo las canciones lentas que sonaban, regresamos a la habitación.

Mi marido terminó de hacer la maleta de los dos y yo simplemente me tiré en la cama.

Estaba agotadísima y hambrienta.

Tengo hambre.-- dije y cuando me miró puse un mojín.

Acabas de cenar.-- contestó.

Pero sigo teniendo hambre.-- repliqué.

¿Me traes un donut?-- le pedí y él rodó los ojos.

Ahora querés dulce...-- dijo y al ver mi cara, me sonrió ligeramente-- Le traeré un donut a mi princesa, sobre todo porque te pones de mal humor con los antojos.

Yo sonreí triunfante y él se marchó de la habitación.

Tardó más de la cuenta en regresar, por lo que cuando volvió ya estaba medio dormida.

Oí su suspiró a mi lado y me besó la frente.

Buenas noches mi amor.-- escuché antes de entrar en un profundo sueño.

*********************

Yo no entiendo por qué me cambiáis de asiento si yo he comprado los dos juntos.-- volvió a repetir Purre.