Capítulo 20

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Narra Pilar

A la mañana siguiente sentía lo nervios a flor de piel. Hoy nos darían los resultados de la prueba de paternidad y podían ser ciertas mis suposiciones o tan solo una mera fantasía.

Ahora mismo me encontraba junto a Purre y Ari disfrutando del desayuno, que no duró mucho más tiempo.

— ¡Buenos días! —nos saludó Juana sentándose en nuestra mesa.

—Buenos días. —le saludé y miré a Purre de reojo quien había borrado su sonrisa y se negaba a mirarla a la cara.

— ¿Quién sos? —preguntó Ari en cambio.

—Me llamo Juana. Vos debes de ser la hija de Purre. —sonrió y esta asintió.

—Ariadna, pero me puedes llamar Ari.

—Un gusto. —nos miró de nuevo. — ¿De qué hablaban?

—Pues mi padre decía que... —Ariadna no terminó la frase.

— ¿A vos que te importa? —habló Purre de mala manera.

Ariadna cerró la boca y se quedó en silencio. Yo bajé la mirada y Juana frunció el ceño.

—Solo preguntaba, Purre.

—No hace falta que preguntes nada, es más, no hace falta ni que te sientes aquí. Hay más mesas ¿sabes? —le pellizqué debajo de la mesa para que se tranquilizara, pero no me hizo ni caso.

— ¿Por qué te pones así? —preguntó la pelirroja sorprendida.

—No sé. Dímelo vos.

Nos invadió un silencio muy incómodo y Ariadna me miró sin comprender nada. De lejos, vi a Tom, quien nos miraba con el ceño fruncido. Con un solo gesto lo di a entender todo y él se acercó rápidamente a nosotros.

—Juana. —le llamó este. —Buenos días, ¿vienes conmigo un momento? Tengo que hablarte de un par de asuntos.

—Sí claro. —sonrió ella dulcemente mientras seguía mirando a Purre. —Nos vemos luego chicos. Adiós, Ari.

—Adiós. —se despidió ella.

Los tres vimos cómo se marchaban, pero Juana se separó de Tom para hablar por teléfono un momento. Cuando estuvimos a solas ambas miramos a Purre. Nos devolvió la mirada y frunció el ceño.

— ¿Qué?

— ¿A que ha venido eso? —le pregunté.

Se hizo el que no sabía. —No sé de qué me hablas.

— ¿No te cae bien? —preguntó Ariadna.

—No y vos. —le señaló. —Tienes estrictamente prohibido hablar con ella.

— ¿Qué? ¿Por qué? —exclamó.

—Porque lo digo yo.

— ¿Y desde cuando yo te hago caso?

—Desde... —dejó de hablar y la fulminó con la mirada. —Esta vez sí hazme caso.

—Vale. —contestó Ari.

—No te acerques a ella.

—Vale.

—Es enserio.

—Lo sé. —repitió ella.

Cualquiera sabría que no le iba a tomar en serio su advertencia. Purre fue a hablar de nuevo cuando su celular vibró en la mesa. Ambos le miramos y Ariadna aprovechó para ignoraros.

Papá, ¿Qué Es Pilurre? (EDITANDO)Where stories live. Discover now