Papá, ¿Qué Es Pilurre? (EDITANDO)

Capítulo 22

Narra Purre

Llegó la hora del concierto. Pilar se marchó a otro camerino diferente al mío, mientras yo me encontraba con la pelirroja colocando sus cosas sobre mí mesa.

—Hola. —le saludé y ella me guiñó un ojo por el reflejo del espejo.

Me senté en la silla sin decir nada más y tomé mi celular para distraerme mientras ella me comenzaba a echar los polvos para evitar el reflejo de los focos.

—Como me dejes como campanilla te despido. —dije de mal humor y ella rodó los ojos.

—Saldrías más divino, peor como quieras. ¿Estás de mejor humor para hablar? —bufé.

—No, pero que remedio.

—Comienzo yo entonces. ¿Qué tal estos años? Hacía tiempo que no sabía nada de vos. —habló.

—Bien. —contesté seco y ella se separó un poco para mirarme con una ceja encarnada.

Al final me entretuve haciéndole un breve resumen de lo que había sido de mi vida estos últimos años. Juana siempre la había considerado mi amiga. Pasamos mucho tiempo juntos y siempre había tenido su apoyo, pero no era tan estúpido como para no darme cuenta de que ella comenzó a sentir algo más por mí. Cuando pasó lo de Pilar yo sabía que ella quería tener algo conmigo. Lo intentó, pero la rechacé muchas veces hasta que se acabó rindiendo y desapareció de mi vida.

—Me alegro mucho. —finalizó con el maquillaje y se apoyó en la mesa. — ¿Vos me quieres preguntar algo?

Iba a decirla que no, pero claro que necesitaba preguntarla algo. Necesitaba respuestas.

—Sí. Es más bien algo que pasó hace tiempo. —no respondió. — ¿Te acuerdas hace nueve años cuando te dije que Pilar se fue de casa?

—Cómo olvidarlo. —puso una mueca.

—Ya. Pues me ha contado el motivo por el que se fue. —aunque se notó poco, vi que se ponía nerviosa. —Se fue porque leyó un mensaje tuyo.

—Yo no te mandé ningún mensaje ese día. —contestó al instante.

—En el mensaje me llamabas amor y que lo habíamos pasado muy bien. —me levanté para encararla. —Dime Juana, ¿mandaste ese mensaje?

—Yo no mande eso. Debe de equivocarse. —repitió de nuevo y me rodeó para pasar por mi lado.

—A mí no me parecería tan raro viniendo de vos. —me miró por encima del hombro. — ¿Crees que no sabía que te gustaba?

— ¿Y eso que tiene que ver...?

—Juana por qué en vez de mentir no me dices la verdad y listo.

—Porque yo no hice eso.

— ¿Entonces el mensaje se mandó sólo? —pregunté y ella se encogió de hombros.

—Puede.

—No te creo, pero ten por seguro que jamás te perdonaré por lo que hiciste.

Se rio. — ¿Lo que yo te hice? Lo que me hiciste vos. —fruncí el ceño. —Sabías que me gustabas y niégalo, pero yo también te gustaba.

—Juana nunca te he visto más que como una amiga.

—Eso es mentira. —se acercó a mí y me tomó de la mano. —Lo que ambos teníamos era único, pero Pilar se tuvo que meter en medio y... ¡No soportaba verte con ella! ¡Yo soy mucho mejor! Podríamos a ver estado felices juntos, pero me rechazabas todo el rato.