Capítulo 25

1.8K 212 56
                                    

Narra Purre

Las imágenes de Juana y yo acostándonos se recrearon sin pausa en mi cabeza. Salíamos desde todos los ángulos, pero ella siempre estaba encima de mí, sin ropa y besándome.

¿En qué momento había pasado eso?

La cabeza me dolía intentando recordar. Podía estar seguro de que aquello no había pasado porque tan solo me dio una copa de vino... Oh mierda. La copa. Es maldita loca me había drogado.

Me levanté rápidamente de la cama y salí corriendo de la habitación.

— ¡¡Pilar!! ¡Espera! —grité en el pasillo y conseguí frenarla en su huida.

Su cara empapada de lágrimas me hizo sentir como una mierda.

— ¿Qué? —gritó de vuelta. — ¡Maldito mentiroso! ¿Ahora me vas a decir también que vos no tuviste nada que ver con esas fotos? ¡Sales ahí Purre!

— ¡Es que no es cierto! Déjame explicártelo... —pasó por mi lado.

— ¡No! ¡Estoy harta de tus mentiras! Ahora mismo no quiero escucharte. —me volví a poner delante. —Confié en ti, confié en ti otra vez. ¡Maldita sea! —me acusó con el dedo. —Me has vuelto a hacer lo mismo.

—No te he hecho nada. Pilar, por favor, yo...

— ¡No! ¡Desaparece de mi vida de una vez! ¿No ves que todo lo empeoras? —me quedé en silencio. —No me hables. ¡Deja de romperme el corazón porque ya me he cansado de repararlo cada vez que me dañas!

No respondí. Me miró una última vez antes de dejar que que se marchara porque mantener aquella discusión absurda en ese estado no iba a servir para nada. No iba a escucharme hasta que se calmara. La vi entrar en el ascensor llorando y cerré los ojos al perderla de vista.

— ¿Papá? —preguntó Ariadna en un susurro quien había estado asomada en la puerta todo este tiempo.

La ignoré y fui directo a la habitación 278. Aporreé la puerta hasta que la madera se perdió de vista y su cabello pelirrojo estuvo delante de mí.

— ¿Qué ocurre? —abrió Juana malhumorada.

— ¿Qué mierdas es esto? —dije poniéndola el celular en la cara.

Tuvo que retroceder para ver las fotos.

—Vos y yo besándonos y sin camiseta. —dijo como si tal cosa.

— ¡¡Estás jodidamente loca!! Necesitas ir a un maldito psicólogo. —grité y ella ni se inmutó.

—Cariño si no te acuerdas de lo que hicimos ayer no es mi culpa. —se encogió de hombros.

—Ni cariño ni nada. Esto no paso. —la señalé la pantalla. —Me drogaste maldita loca.

—Yo no hice nada, Purre. Bebiste demasiado y no te acuerdas, pero podemos arreglarlo. —aparté su mano.

— ¿Qué no entiendes por no? ¡Déjame en paz! Por tu culpa Pilar puede romper conmigo, pero eso era lo que querías porque eso era lo que viniste a buscar. —hablé sin paciencia. —Pero, ¿sabes qué? Aunque ella corte conmigo nunca estaría con una chica como vos, manipuladora y lunática que no tiene sentimientos y le importa una mierda las consecuencias que sus actos conllevan. Así no se consiguen las cosas y mucho menos me vas a conseguir a mí. Estoy harto de tu actitud de desquiciada soñando con algo que no pasará. ¡No te quiero! Asúmelo y pasa página, pero no nos dejes a todos estancados en tu mundo de fantasías sin una pizca de realidad. —me acerqué a ella. —Que sea la última vez que veo que te metes en mi vida. A la próxima te denunciaré por acoso así que ve con cuidado Juana porque si quieres jugar, jugaremos. Estás avisada, cariño.

Papá, ¿Qué Es Pilurre? (EDITANDO)Where stories live. Discover now