Papá, ¿Qué Es Pilurre? (EDITANDO)

Capítulo 47

Narra Ariadna

Cuando regresó el gato, traía con él un plato de comida.

Tienes que comer algo.-- dijo desatandome las manos y las piernas.

Moví las muñecas y me las froté. Me habían dejado marca de lo fuerte que me habían atado.

Me senté en la cama y dejé mis piernas colgando.

Él me puso el plato en una mesa y me hizo la seña para que me sentara.

Despacio, me levanté y ande hacia la mesa.

No esta envenenado si es lo que piensas.-- dijo sentándose al otro lado de la habitación.

Los cubiertos eran de plástico para que no hiciera nada.

Mierda.-- pensé.

Miré repetidamente al plato y a aquel señor. Agarré el tenedor y comí una patata.

Que hambre.

Empecé a comer mientras él simplemente me miraba.

¿Cómo te llamas?-- pregunté pero no me respondió

Suspiré y seguí comiendo en silencio bajo su mirada inquietante.

Esto acabará pronto ya veras.--habló por primera vez.

¿Volveré sana y salva?-- volví a preguntar.

Sí, te lo puedo prometer.-- dijo y yo le miré.

¿Por qué vos me tratas bien?-- pregunté-- Eres el único que no parece que me quiera dar miedo, ni asustar.

Porque yo no quería hacer esto.-- contestó simplemente.

¿Y por qué no lo dejas? Me sueltas y nos vamos.-- hablé y el negó.

No funciona así esto Ari.-- dijo levantándose y se acercó a mí.

¿Ves el punto rojo arriba a la derecha?-- preguntó y dirigí la mirada hacia allá.

Sí.-- contesté.

Es una cámara como creo que ya sabías, solo podemos ver pero no se escucha nada.-- me dijo-- Y quiero que sepas esto Ariadna, pase lo que pase no dejaré que te hagan nada. Si llega a pasar algo simplemente grita y yo iré lo más rápido que pueda.

¿Y qué grito?-- pregunté.

Cheshire.-- me dijo.

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Cuando se marchó el gato, me volví a quedar sola en aquella habitación.

Ya estaba oscureciendo, lo sabía por la poca luz que entraba por la ventana.

Me había vuelto a atar, pero esta vez un poco más flojo y la cuerda era más larga, por lo que me podía mover más que antes.

La puerta se abrió de repente y apareció la persona que no quería ver....el sombrerero.

Cerré los ojos y me abracé las piernas.

Por favor vete, por favor vete.-- repetía en mi cabeza.

Ari han venido a saludarte.-- me dijo con esa voz que me provocaba escalofríos.

Vete por favor.-- dije llorando.

Ari.-- dijo una voz que reconocí al instante.