Capítulo 24 - Parte 2

792 106 18
                                    

<< Camino a Londres, 18 de mayo de 1836

Querida Verónica:

Has escapado de mí antes de que pueda hacerte prometer sobre mantenernos en contacto, te he dicho que para mí sería el honor más grande que te quedaras conmigo en mi nuevo hogar en Londres, y es por eso que lo reitero en esta carta: mi casa y mi nueva familia te esperamos siempre con los brazos abiertos.

Como tengo la empírica necesidad de saber de ti y bueno de tu... secreto, me remito a ser recíproca, y te comento que estamos por llegar a Londres, estoy muy nerviosa y emocionada. Y no te miento, estoy que tiemblo de terror ante la espera.

Seguro que tú ya tienes una idea previa de lo que es temblar de anticipación.

Pero me es imposible no comentarte lo doloroso que ha sido este viaje, hemos parado en dos lugares, por un momento pensé que serían posadas pasajeras, pero Alejandro nos sorprendió cambiando de ruta para parar en dos bellos hoteles que pudieron darle un respiro a mi aplanado trasero. Lo siento por la sinceridad, pero si somos sinceras, está es como mi marca para que sepas que entre nosotras habrá veracidad, antes que nada.

Los hoteles eran hermosos, pero el verdadero entretenimiento lo obtuve... bueno, en la intimidad de la habitación, aunque eso en verdad ya lo supondrás.

Pero por supuesto, no pude exceptuarlo.

Según mi marido (suena demasiado gracioso y nuevo) llegaremos al anochecer y he querido enviar esta carta para que te llegue lo más pronto posible, decir que te echo de menos es algo primordial, así que te extraño, morena. De verdad necesito saber de ti, así que apiádate de tu desconsolada amiga.

No te olvides de mí, y recuerda que la invitación a que vivas con nosotros siempre estará a tu disposición, me hubiese encantado explicarte que más que un favor a ti, sería un favor a mí y a mi miedo de enfrentar esta nueva vida.

Te quiero muchísimo, compañera de locuras, si te da por ponerte depresiva.

Y si no escribes emprenderé una búsqueda y diré que estás desaparecida (está bien no lo haría, pero solo para no revelar tu ubicación a aquel malnacido) te lo advierto, Verónica.

Y bueno, yo nunca sé muy bien como despedirme, pero te diré que te extraño un montón. De nuevo.

Con infinita añoranza, tu amiga;

Eleanor Beneres de Miral. Marquesa de Alencar.

Pd: En verdad es solo Eleanor Miral, pero me asusta la idea de cambiar de identidad así que me he dado el lujo de mantener mi apellido original, respecto al otro... sobrenombre, debo decir que es muy largo y dramático.>>

Entrego a David el sobre, este personaje ha sido lo mejor de este viaje... bueno lo segundo mejor, ya que, aunque me deprima un poco la idea de enfrentar todo sola, él ha sabido hacerme reír y sacarme una sonrisa aún en mis peores momentos. Digamos, que le he tomado cariño.

—¿Es acaso una carta de amor para tu amante? —me pregunta él y yo giro mis ojos, aunque no puedo evitar seguirle el juego —No le hagas eso a mí solecito. Mira que el hombre besa el suelo que pisas, le romperías el corazón —aunque suena gracioso logro percibir cierta seriedad en su tono. Este chico parece que bebe los vientos por Alejandro, pero la verdad es que son tan amigos y tan distintos que aún no logro imaginar cómo se conocieron. Seguro sería una historia entretenida.

—Por supuesto que lo es —bromeó, David sonríe mientras hace eso de mover las cejas arriba y abajo.

—Imagino que hay contenido bastante detallado de tu amor por él.

Por Un Arrebato © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora