Capítulo 15

916 118 29
                                    

"Si usted me quiere en su vida,  usted me pondrá en ella. Yo no debería estar peleando por un puesto"

-Frida Kahlo

Capítulo 15

Jamás había sido la dama de honor de nadie. Incluso en la boda de Macarena y Antonio. Nunca me lo preguntaron y lo agradezco sinceramente, porque no sé cómo hubiese respondido. Solo fui a la ceremonia, engorde como buena hermana, y les deseé que sean prósperos y les hice prometer que me darían una sobrina o un sobrino.

Siempre supe que nunca sería mamá. Y esa sería la forma más cercana de saber cómo era tener un bebé.

Y Linet nació al poco tiempo, parece que aquellos dos no necesitaron mucha insistencia ¿no?

Pero el punto después de esta bien iniciada introducción, es que jamás me imagine estar repasando para una boda. Sobre todo, cuando no va a haber ceremonia alguna. Es más seguro que me caiga un trueno encima a que Alejandro se digne a decir la verdad.

Y por lo que más quiera, no estoy dispuesta a dar mi brazo a torcer.

—Parece que este es mi lugar —asustada, volteo a ver a mi padre. Su voz es inconfundible, pero mis reflexiones ocupan toda mi cabeza. Asiento y trato de sonreír, pero no lo logro.

Después de que los hombres hallan vuelto, y Mateo se anunciado como el ganador, Alejandro había desaparecido, ni siquiera sabía dónde estaba su habitación. Él era el que se acercaba, y las ganas de verlo y pedirle que olvide lo de antes son muy fuertes, y cada minuto cobran muchísimo más terreno, pero no puedo volver. No puedo buscarlo, y no puedo casarme.

¿Me he enamorado? No. Es muy pronto para hablar de eso, pero... no tengo idea del porqué de mi situación. Y estoy segura que debo dejarme ir. No puedo enamorarme de alguien que no es honesto, y que ha embaucado.

—Sí, eso parece —mi sequedad no lo toma por sorpresa, no puedo hablar con papá, no cuando me oculta más cosas incluso que Alejandro. Y Adrien es mi padre, debería... debería encontrar una manera de sacarme de aquí.

—Leah... —suspira, y se toca la cabeza, mientras se pone a mi lado. Linet y Verónica están al frente, junto con una chica que nunca he visto, en representación de Claudia.

Mi amiga está encargada de finiquitar con los vestidos, no insistí en acompañarla, no sé qué voy a hacer más adelante.

—¿Qué sucede?

—Yo... —sacude la cabeza, y se coloca en posición para avanzar —Vamos, es nuestro turno.

¿Es ridículo pensar qué se disculparía?

Alejandro falta al repaso, pero nadie lo toma en cuenta, porque es el novio adinerado, y porque va a ser quien su vida de Don Juan acabe, o saber qué. A mí no solo me irrita, sino que me enfurece.

¿En verdad vamos a dejar ir todo esté espectáculo? Y si es sí, ¿Por qué, por qué no quiere decir la verdad? ¿Tan siniestra es? Y lo peor de todo ¿Por qué me enoja, entonces?

—Eleanor, necesito hablar contigo —dice papá, aprieto los puños mientras sonrío falsamente al padre que me mira sin expresión alguna en el rostro, me hace un asentimiento en la cabeza. ¿Piensa que le pedí permiso o algo parecido?

Tragándome mis ganas de dormir, empiezo a caminar detrás de papá, la elegancia con la que llegué al altar, cambia drásticamente con como arrastro los pies hasta la puerta, tengo hasta la tarde para confesarme, así ha dicho el hombre que presidirá la ceremonia, pero no estoy de acuerdo ¿Qué autoridad tiene un hombre de perdonar mis transgresiones? Estoy más que segura que aquel señor también tuvo errores, y nadie puede juzgarlo.

Por Un Arrebato © |COMPLETA|Where stories live. Discover now