Capítulo 1

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Capítulo 1

"Nada esta perdido cuando se tiene el valor de comenzar de nuevo"

-Roberto y Elva

Le fichu soleil se faufile à travers mes fenêtres

El maldito sol atraviesa mis ventanas

Giro en la cama, y me tapo con las cobijas... No sirve de mucho.

Me retuerzo bajo las colchas, y vuelvo a gruñir cuando siento el sol en mi rostro.

Un ratico más...

Solo un poco más, y despertaré.

Pero entonces...

La milice! Le camp! La région! C'est aujourd'hui! Oh, Jésus est aujourd'hui!

¡La milicia! ¡El campamento! ¡La región! ¡Es hoy! ¡Oh, Jesús es hoy!

Tiro las sábanas a un lado, y salto de la cama, mis piernas están débiles por lo que tengo que sostenerme de la cabecera para no besar al piso.

Y antes de pensar en lo que hago, ya estoy gritando:

—¡Ah, Claudia! —gruño con fuerza —¡Despiértate! ¡Es hora! ¡Mierda, que hoy es el día!

Cuando siento que puedo caminar por mi misma, aniquilo el espacio de mi habitación en cuatro zancadas, hasta llegar a la cama de la pelirroja.

—¡Carajo y hostias! ¡Aléjate! —babea un poco en la colcha y me da la espalda —Quiero dormir...

Trato de ahogar la risa al verla, pero le termino por quitar las cobijas y sábanas y su camisón queda a la vista.

—Hola, preciosa amiga mía. Es hora de levantarse. Así que arrastra tu bonito trasero y sal de la cama —me desespero cuando abre un ojo, pero lo vuelve a cerrar —Ahora.

Shh— Ladra, pero es tarde, me he cansado y he saltado encima —Joder, ya ya.... Estoy dormi...—vuelvo a saltar, esta vez sobre ella —Despierta. ¡Despierta!

Y cierro el pico. No quiero que nadie sepa de mis jurgas y faenas, sobre todo papá, sonrío al imaginar su rostro; al imaginar todas mis travesuras.

¡Oh, el hombre pegaría el grito en el cielo!

Así que, por eso mismo, salgo de su cama, y me dirijo al closet, donde mi verdadera identidad reside escondida entre espantosos vestidos de encaje y seda.

Abro las puertas de madera y rebusco entre todo lo de adentro, hasta tocar algo duro y rasposo. ¡Lo encontré! Quito el vestido azul y la falda morada. Luego aparto los sombreros y la rejilla, como los corsés y otras tonterías, y entonces saco el traje.

La luz del sol choca contra los adornos dorados, y las líneas azules y rojas del pantalón, se exhiben regias y duras. El aspecto del atuendo es elegancia y agilidad. Y yo me muerdo los labios para evitar chillar de la emoción.

Lo haré por un día de mi vida lo haré. Me convertiré en un soldado.

—Claudia —me gruñe como respuesta —Es hora. Ayúdame y hagamos esto.

—Estás loca. Y no deberíamos hacer esto... ¡Pero, Oh mujer! ¡Deja que vaya contigo!

Río, con completa emoción y avivada por el picor de la adrenalina, respondo.

—Lo siento, aquí solo una quiere ser soldado. Y además hay un solo traje.

Definitivamente hace años que no me siento como ahora. Por fin, después de tanto... dolor, pérdida... de él. Puedo volver a sentirme como era. O cómo me convirtió él.

En una mejor versión de mí misma.

Y es por esa misma razón que por fin me he decidido a romper con estereotipos. A luchar por lo que quiero. Aunque no puedo decir que el camino haya solo sido una decisión. Sobre todo, fue una construcción. De lo que quiero. Y hoy y mañana, y los días que viva, lucharé por ello. Por lo que quiero. Porque estoy cansada de vivir escondida o a la voluntad de hombres. ¡Ellos no saben lo que quiero! ¡Y no esperaré a que lo adivinen! Amo a mi familia, pero también me ha lastimado. Y ya no lo permitiré.

Je suis une femme et je me battrai pour être ma meilleure moitié et mon véritable amour.

Sé que la gente que me mira a la distancia me critica. De hecho, volver a casa después de años, ha sido una de las cosas más duras que he vivido.

Mi familia, es la cúspide de la perfección Londinense.

Vivimos en Harrods un pueblo alejado de la aristocracia. Mi padre entrena a militares junto con su hijo mayor -mi hermano mayor, Antonio- pues con sus cargos de honor pueden hacer lo que les plazca. Yo me llevo mucho mejor con el "sánduche" -el segundo hijo de papá- y mi hermano mayor, al igual que Antonio. Mateo es la única persona que puede lograr entenderme.

Pero no lo hace al completo, de hecho, nadie lo hace.

—¡Santos demonios! —aúlla mi mejor amiga —¡Estás... muy ... masculina!

Sonrió sin poder evitarlo.

—Esa era la idea.

Después nos encargamos del peinado, Claudia no se afana con el tamaño, ni con la finura de este, sino que hábil como lo es solo ella, se asegura que las horquillas queden bien sujetas.

—Me encanta tu cabello —suspira ella.

—A mí el tuyo—confieso—Daría cualquier cosa por ser pelirroja y tener las ondas que tu tienes.

Ella sonríe con zalamería. Y termina de retocar el final. Que es grandiosamente perfecto.

El camisón y las cintas me aprietan los senos. Que van bien escondidos de bajo de todo. Revisamos de nuevo otra vez, para que no haya faltas. Escuchamos el sonido de un silbido, y las dos nos miramos. Es la hora. Ed está aquí y yo tengo una misión que cumplir.

—Prométeme que te cuidarás. Y no dejarás que te descubran —dice ella. Le sonrío y la abrazo —Prométeme que volverás, Eleanor. Por favor.

—Te lo prometo. Clau, no tienes tanta suerte como para deshacerte de mí.

Ella me devuelve la sonrisa, y me da un beso en la mejilla.

—Más te vale regresar viva, porque si mueres te mataré.

No puedo evitar reír y asiento.

—Es hora.

—Ve. Conquista el mundo, chica loca.

Y eso es justo lo que hago al salir de la ventana.

¡Primer Capítulo Señoritas! ¡Qué les parece nuestra protagonista? 

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¡Primer Capítulo Señoritas! ¡Qué les parece nuestra protagonista? 

Espero que les vaya gustando su personalidad.  Esté es un capítulo editado, así que si encuentran una falta por favor díganmelo.

Los quiero.

Por Un Arrebato © |COMPLETA|Where stories live. Discover now