33. Consolidación

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Después de la clase de defensa de dos horas, Harry al igual que Ron tenía una hora libre pero no quería pasar el tiempo con él ahora mismo porque eso significaría contarle todo y no estaba preparado para ello aún. Por esa razón, se despidió de sus amigos con la mano, sin ni siquiera hablar con ellos cuando salieron de la clase de defensa. 

Era cierto que quería recuperar lo que había tenido con Matt pero todavía habían cosas que lo carcomían por dentro, era como si hubiese una barrera transparente que aún los separaba. Harry deseaba que desapareciese la incomodidad y habían hablado largo y tendido el otro día sobre todo lo que había ocurrido y Harry le había creído pero aún había algo en su interior que tras todas aquellas manipulaciones y medias verdades y dolor, necesitaba algo más tangible.

-Tom, yo... ¿pue-puedo escuchar la caja de música solo unos segundos?-pidió cuando se aseguró que no hubiese nadie con ellos.

Luna se lo había sugerido alguna vez y pensó que parecía la acción más apropiada después de todo lo que había sucedido. No había podido quitarse la idea desde que se había despertado. Y sí, Harry quería lanzarse a los brazos de Tom aún sabiendo todo y besarle pero estaba esa barrera transparente que los separaba.

-¿Por qué querrías hacer eso?

-Necesito sentirlo...se lo que dijiste anoche pero creo que me sentiré más cómodo si lo hago después de todo-dijo en un murmullo, una parte de él se sentía mal al perdírselo.

Tom apretó los labios en una fina línea. Harry ya sabía más de lo que le gustaría. Se había preocupado por ser sincero, abrirse a él, aún cuando detestaba cada una de esas cosas, aún cuando probablemente se había abierto más de lo que entendía y abrir esa maldita caja que odiaba con toda su nueva alma no estaba en la lista de cosas que le gustaban. 

-Está bien, sígueme-dijo con un suspiro.

A Harry le sorprendió que Matt llevase la caja de música encima. Habían ido como solían hacer a la sala de menesteres. Y antes de que Harry siquiera pudiese pararse a pensar que no había pisado esa habitación desde que Matt le rebeló todo... Tom abrió sin más la caja permitiendo que una oscura melodía llenase el ambiente junto con unos tonos morados. Cada nota y ápice de color transmitían pura confusión.

-¿Por qué esto?-preguntó Harry.

Tom soltó una carcajada.

-Llevas todo el día inquieto. Preguntándote si hiciste bien en aceptar, si hiciste bien en darme la varita, una parte de ti esperaba que solo te hubiese dicho aquello para quitarme el brazalete, ¿no es así?

-Sería muy típico de ti, ¿puedes culparme?

-No, pero... me preguntas por esto-dijo haciendo un gesto con las manos como si abarcase el colorido y la melodía-y es una extensión de ti. No se que piensas y desde ayer me encantaría zambullirme en tu mente pero estoy...frenándome, dándote tiempo.

-Gracias por eso, pero estoy seguro de la elección, es solo que.. tengo miedo-confesó-temo acercarme demasiado y que todo me explote en la cara. Supongo que por eso necesitaba escuchar esto...

Tom puso sus manos en la cintura de Harry y lo atrajo hacia así fundiendo sus bocas en un beso. Apenas notaron el cambio en la melodía, solo fueron conscientes cuando al abrir los ojos la habitación estaba iluminada por un color fucsia.

-Ya he tenido bastante de esto-siseó Tom mientras la cerraba, haciendo que Harry se riera.

Tom amaba ese sonido, quería dormirse y despertarse con ese sonido. Tom lo arrastró de nuevo hacia así y empujó a Harry sobre la cama de los menesteres.
Harry se quedó allí con los ojos brillantes y la respiración agitada y Tom se acercó a su oreja para susurrar:

InfiltradoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant