Infiltrado

17. Navidad

Había llegado el tan ansiado día de navidad. Molly los había recibido a todos gustosamente, incluido a Matt, a quien la señora Molly se había empeñado en atiborrar con comida, para suerte de Harry esta vez no sería él. Además, estaba encantada con los modales del chico y no hacía más que recriminarle al par de gemelos que tomaran ejemplo. Ron tampoco se había salvado de esto.

Los gemelos les habían enseñado los nuevos inventos que habían diseñado para la tienda. Afortunadamente Harry le había avisado a Matt de que no probase nada que le ofrecieran, sino posiblemente habría acabado como Percy, que ahora tenía una cola de gato que no era capaz de controlar. Percy estaba que echaba humo y a pesar de todo no paraba de disculparse por el comportamiento indisciplinado de sus hermanos. Matt le quitó importancia cada vez.

Durante la noche cada uno había ido dejando sus regalos en el árbol y por eso ahora estaba lleno. Los gemelos habían estado sacudiendo horas antes las cajas y los envoltorios con el fin de adivinar que contenía cada uno de ellos. Al parecer, habían apostado por ver quien adivinaba la mayor cantidad. 

Todos habían abierto sus regalos ya, exceptuando a Matt, por lo que habían un par todavía en el suelo, esperando llamar su atención. Todos lo estaban mirando pero él parecía no darse cuenta, ensimismado en sus pensamientos.

-Cariño, ¿no vas a abrir los regalos?-le preguntó Molly a Matt.

Voldemort la miró confundido.

-¿Son míos?-preguntó Matt extrañado.

-Claro que sí. Mira ten, este es de mi parte-dijo entregándole el más grande- Me dijeron que ibas a venir no hace mucho y tuve que apresurarme en hacerlo. Espero que te quede bien. Solo sabía que eras más alto que Harry pero de constitución similar.

Voldemort abrió el paquete y vio que como todos los demás había recibido un suéter Weasley. El suyo era verde con una M en plata. Los colores de Slytherin. Se había quedado probablemente con la boca abierta.

-Si no te gusta no pasa nada- dijo palmeándole el hombro Molly.

-Creo que está sorprendido-dijo Hermione.

-Lo siento, muchas gracias por el regalo. Sin embargo, no tengo nada preparado para usted-dijo Matt.

-Oh querido, no hace falta, los hago con gusto- dijo Molly con una sonrisa.

Matt siguió abriendo regalos y recibió de parte de los gemelos artículos de broma de su tienda, de Hermione un libro sobre el nacimiento de las Artes Oscuras que había salido hacía poco y Ron le había regalado un monedero marrón que en la parte de fuera le indicaba la cantidad que le quedaba en el interior. Tenía que reconocer que Hermione tenía buen gusto y que bueno, el regalo de Ron no era del todo inútil.

Harry iba a darle su regalo pero Matt le detuvo y quiso darle el suyo antes. Era el primer regalo que Harry tenía de Matt, estaba extasiado y se moría por abrirlo. Sacó de su bolsillo una cajita pequeña de terciopelo negro. Harry abrió rápidamente la tapa y descubrió un pequeño colgante de plata en el que había un pequeño león dentro de un cristal con forma de lágrima.

-Es muy bonito-dijo Harry mirando a Matt.

Sin pensar mucho en ello se lanzó a darle un beso a Matt que éste correspondió gustosamente. Los gemelos no hacían más que chiflar con diferentes sonidos. Ginny tuvo que detenerlos para que no tiraran cohetes en medió del salón, lo que probablemente habría acabado con el salón patas arriba como muchas veces.

Cuando se separaron que dado el ambiente no duró mucho, Harry estaba demasiado sonrojado como para mirar a alguien a la cara, por lo que estaba mirando el suelo.