Capítulo 16; Hay que seguir con esto.

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~ War of hearts by; Ruelle

Pov Camila

Le sostengo la mirada y me duele la forma en que me ve, solo puedo pedirle que me perdone y no sé si lograré que lo haga. Debí contarle en el instante en que supe la verdad, debía decirle que era yo la receptora del corazón de Anna.

¿Por qué demonios no le dije? Me estaría evitando sentir como mierda y tal vez estaría evitando que Michael se desmoronara en mi sofá.  Él amaba a Anna demasiado y yo arruine la posibilidad de siquiera continuar con nuestra amistad, aún cuando sé que estoy muy enamorada de él.  No sé realmente si es cosa del corazón, algo mental  o que demonios, solo sé que amo a Michael como nunca amé a nadie.

Me acerqué lentamente y me arrodillé frente a él, tomé sus manos entre las mías soltando un suspiro. Una lágrima había empezado a caer por mi mejilla, él la limpió haciéndome sentir lo peor del mundo. 

-Perdóname, por favor.-solté en un susurro.-

Él miró a nuestro alrededor examinando todo, cuando su mirada se volvió a posar en mí pude ver que su enojo era reemplazado por... tristeza, tal vez.  - No tengo que perdonarte nada. Anna quería donar sus órganos, sabía que con eso aún después de muerta seguiría salvando vidas como siempre quiso. -Sus ojos se estaban llenando de lágrimas, él hombre al que amaba estaba llorando frente a mí por la mujer de su vida, mujer que no era yo, sentía que este corazón podría dejar de latir en cualquier momento. Dolía saber que él nunca llegaría a sentir una cuarta parte de ese amor por mi como el que sintió por Anna.- Camila, eres la copia de Anna. Su parecido es por demás asombroso y estar cerca de ti ahora que sé que fuiste su receptora me hace más daño.

- Entiendo...-a este punto las lágrimas caían en cascadas, en unas pocas semanas estaba llorando más de lo que nunca lloré en toda mi vida. El me estaba dejando y ni siquiera llegó a conocerme bien. 

- No podemos seguir hablando... tal vez por uno que otro asunto de la clínica sí, pero no puedo estar más cerca de ti. -¿Lo escuchan? Era el sonido de mi corazón (Más bien el de Anna) romperse en mil pedazos. Pero no podía hacer más, debíamos seguir con esto, era una guerra de corazones que tenía perdida desde el principio. 

Me levanté lentamente, limpié mis lágrimas como pude mientras asentía con la cabeza. No podía obligarle a ser mi amigo, mucho menos el hombre que quiero para mí.  Él ya había hecho bastante por mi. -E...entiendo. Realmente espero puedas perdonarme. - No sabía porque aún seguía pidiéndole perdón.  Dentro de mí había una parte que me gritaba que no podía o debía hacerlo. Anna era donante, yo necesitaba un corazón, su corazón era compatible conmigo, no tenía porque seguir discúlpandome. Pero mi sentido común sentía debía hacerlo por la historia que había entre ellos, sabía que estar cerca de él le hacía daño. Prácticamente era una copia viviente de Anna, y también tenía su corazón, por favor, que si el hombre no se ha vuelto loco era por gracia divina.

- Ya te dije que no hay nada que perdonar. -Se levantó y acercó a mi. Me envolvió  en un abrazó que me hizo sollozar en su pecho como bebé.- Necesitabas ese corazón, ella así lo quiso. No sigas torturandote más.  Hay que seguir con esto y aceptarlo porque es lo que hay. ¿Bien?

- Esta bien. Gracias por todo Mich, el trabajo, la ayuda... el corazón.  -Lo tenía tan cerca, el olor de su perfume y el dolor de que tal vez lo vea una vez al año me estaban matando.

Sin poder controlarme un segundo más lo besé, un beso lento que me terminaría de destrozar. Pensé se apartaría, cosa que no hizo. Me abrazó más fuerte y juraría que en ese beso descargó muchas emociones, Michael se estaba despidiendo de mí, no se recuerda el primer beso, sino el último. Este beso es el primero y último que le doy, y es el beso que más recordaré siempre.

Nuestras lágrimas se mezclaban, no pude más aunque así lo quisiera. Rompí el beso y me alejé de él, caminé hasta la mesa de mi pequeño comedor, apoyé las manos sobre el y bajé mi cabeza dejando que las lágrimas mancharan mi mesa.  No se vale ser tan masoquista en la vida.

- Me tengo que ir. -Escuché que dijo. Suspiré profundo y me di la vuelta.  Lo que sus ojos transmitían en ese momento no lo podría definir en un largo rato.

- Nos vemos por ahí.  Como decía mi mamá:  "Por el camino de la vida."- Sin saber como sonreí, él también lo hizo. No iba a volver a acercarme a él para despedirlo y eso lo notó.  Me dijo adiós con la mano y salió de mi pequeña caja de zapatos llamada apartamento.

En cuanto vi que la puerta se cerró me dejé caer en el suelo llorando como bebé, mi móvil estaba dentro de uno de los bolsillos de mi pijama de trabajo, lo saqué y le envié un mensaje a Viane.

Via, te necesito... por favor 💔

Espero la pobre no este con algún paciente, en ese momento necesitaba a mi amiga, a mi hermana, a mi mamá gallina.

Amor & Medicina ©   [EDITANDO]Where stories live. Discover now