Amor & Medicina © [EDITANDO]

Capitulo 23; Noche de juegos

-Withou you by: Ursine Vulpine y Anaca

Pov Michael

Mattew y yo habíamos hecho una especie de Karaoke en el auto de camino a casa. Él era un gran fanático de Queen, por lo que sus canciones siempre fueron más geniales que las mías. Era un artista nato del rock. Al llegar al departamento saludamos al Señor Rodríguez, quien era el encargado del edificio. Se encontraba sentado detrás de la recepción, antes de que pudiésemos seguir avanzando nos detuvo.

- Dr. Hay alguien que lo está esperando arriba. -me comentó. Lo miré interrogativo, no esperaba a nadie esa noche.

- ¿Quién me espera? - pregunté con la caja de pizza en una mano, y con la otra garrando a Mattew.

- La Dra. Sánchez. Esa bonita mujer que se parece a la Señora Anna. - suspiré profundamente mientras miraba a mi sobrino que al escuchar eso se quedó mirándome fijamente.

- ¿Hace cuánto está esperando?-pregunté sintiendo como de pronto mis latidos iban en aumento.

- Una media hora creo- respondió dudoso.

- Bien, gracias por avisar.- me despedí y seguí mi camino.

- A la orden Dr.

Al tomar el ascensor sentía mi corazón bombear muy fuerte y rápido, mi mente maquinaba miles de situaciones por las cuales ella había ido esa noche a mi apartamento, solo deseaba que nada de lo que sea por lo que estuviese ahí, sea una negativa para terminar con nuestra cita para ir juntos a la gala benéfica de mañana en la noche.

El pitido del sensor indicando que ya habíamos llegado a nuestro destino me sacó de esos pensamientos donde ella y nuestra situación actual los ocupaba todo. La vi a lo lejos, estaba de espaldas a mí con la frente recargada en la pared, su cabello caía desordenado por su espalada, traía un pantalón negro de chándal, una camiseta negra con rosas, esas pantuflas estúpidas de Bob esponja, y en una de sus mano colgaba una bolsa, con la otra sujetaba su celular. Dentro de mi estaba creciendo algo que no sabría describirlo con ella, Camila estaba metiéndose en mi vida de una manera que no podía controlar.

- Hola.- dije casi en un susurro, pero ella lo pudo escuchar. Giró de inmediato, no se porque amé tanto ver en su rostro una sonrisa, tanto que sin darme cuenta sonreí, sus hermosos ojos brillaban como tenía días sin verlos brillar. No deberían nunca de apagarse, es demasiado bello ver fijamente esos ojos cuando están así.

- Hola.-respondió, aún con esa sonrisa estampada en la cara.

- Hola.- dijo Mattew sacándome de ese trance en el que había entrado por ella. Ambos nos reímos al escucharlo.

- Camila, este es mi sobrino Mattew. Tenemos noche de chicos. – dije levantando la caja de pizza para que la notara.

- Bueno, no te preocupes, solo venía a traerte esto.- me tendió la bolsa que traía en la mano.

- ¿Qué es?- le pregunté tomando la bolsa soltando la mano de Matthew.

- Es un regalo para mañana, quise dártelo antes, pero no me respondías los mensajes y por eso vine a traértelo yo misma.- comentó nerviosa, poniendo un mechón de su cabello detrás de su oreja.

- Gracias, no tenías porque hacerlo.- le respondí soltando a Matt y tomando la bolsa.

- No te preocupes.-nos quedamos mirando fijamente por unos segundos hasta que Matt tosió un poco y nos miraba divertido.- eh, creo que ya me voy. Un placer conocerte Matt, disfruten su noche.

- Quédate...-escuchamos decir al niño al momento que ella se daba la vuelta para tomar el ascensor. – muchas gracias, Mattew, pero es noche de chicos, no quiero arruinarla.