Capítulo 4; Una cirugía en Washintong

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~Fear of letting go by; Ruelle

Michael pov

C

amila se sentía enojada, confundida,  frustrada, no era para menos que se sintiera así cuando todos la miraban sorprendidos, y luego te dicen que no te quieren, como le dijo el pequeño Noah.
Hace unos minutos se marchó a su departamento, le dije que no era adecuado que siga aquí hasta que todos sepan quien es, ocupe su puesto, y se de a conocer por quien es y no porque sea una sombra de mi amada Anna.

J.P. me solicitó en su oficina con mucha urgencia y hacía allá ahora me estaba dirigiendo con paso acelerado porque con el tono de voz que me solicitó esperó que haya sido algo urgente.
- ¿Qué sucede?- dije sentándome en una de sus sillas con las piernas cruzadas.
- Ha ocurrido una emergencia en Washintong y están pidiendo que tú vayas. Deberías estar para mañana allá.- me tendió un sobre amarillo con unos estudios y todos los datos del paciente.
Requerían que a una niña de cinco años se le practicara una cirugía de carácter urgente, tenía un glioblastoma, tumor que se podría clasificar como un astrocitoma de grado IV, agresivo. Es poco común en niños, menos tan jóvenes, ella solo tenía cinco años de edad.
Por lo general, es más frecuente este tipo de tumores en las regiones en que hay más tejido cerebral: en el lóbulo frontal más que en el temporal; en la corteza cerebral más que en el cerebelo; en el tálamo más que en el tronco cerebral.

Pero esta regla no se cumple en los niños, que presentan mayor frecuencia de tumores en fosa posterior. Como el de esta niña que por lo visto se encontraba en el tronco cerebral.

Era una cirugía muy complicada para ella que sólo tenía cinco años, y él que me solicitarán a mi deja mucho que decir.

- ¿No puede ir otra persona?- le pregunté colocando los documentos sobre su escritorio.
- No, ella es la hija de un empresario muy famoso de aquí y requiere al mejor de todos, y ese eres tú, Michael. - lo miré fijamente a los ojos, esto era realmente difícil, era simplemente una niña y no me gustaba involucrarme con los niños, algo dentro de mi me hacía sentir débil. Pero sintiese lo que sintiese debía ir y hacer la operación. Era una vida que salvar.

- Esta bien, esta noche salgo hacía Washintong.

- Suerte, hermano.

++++

A las siete de la noche mientras tomaba una taza de café americano en la cafetería del aeropuerto no pude evitar pensar en Camila, tal vez me apresure con ella, tal vez no estaba lista para hacerse cargo del puesto, tal vez su extremadamente parecido con Anna le ha dolido mucho ya que seguro piensa que no la contrate por su capacidad que sin duda alguna es impresionante, más sin embargo, creo que he cometido otra estupidez en mi vida y ella merezca este trabajo como cualquier otra persona que este cualificada para hacerlo.

Pero todo estaba en el porque siento esta extraña cercanía con ella.

Pasé mis manos por la cara, estaba realmente cansado y tener este viaje no planificado no era de mucha ayuda. Mi móvil vibró encima de la pequeña mesa que tenía en frente sacandome de mis pensamientos.

- Dr. Pool.- contesté sin mirar el número en la pantalla.

- Emm. Hola.- escuché una voz femenina dudosa, sino estaba equivocada, me quería molestar.

- ¿Quién es?- pregunté un poco, frustrado, tal vez.

- Es Camila, lla-llamaba para decirte que rechazare el trabajo.- ¿Cómo? no podía hacer eso, no después que estaba tan ansiosa que me hizo contratarla sin pensarlo bien. Ella no podía dejarlo.

Me encontré en un momento donde estaba digamos que en shock, a pesar de todo lo que había pasado hoy no quería que ella se alejará de mí, algo la quería cerca, algo quería que descubriera algo que ella me tenía  escondido.

-¿Dr.?- escuché decir al otro lado de la línea, ¿cuanto tiempo me había quedado sin hablar?

- Sanchez, no puedes hacer eso sin siquiera intentarlo.

- Usted no entiende, yo no quiero ser una sombra. He estudiado muy duró, me he ganado el respeto de mis compañeros con mucha lucha por mi parte, y este trabajo lo necesito, en verdad lo necesitó, pero no quiero que todos me vean como lo hicieron hoy, usted nunca dijo que ocuparía el lugar de su esposa muerta, mucho menos que era una copia de ella. ¿Cómo diablos cree que me siento en estos momentos?- estaba gritando y alterada, me había gritado, me lo merecía, eso lo sabía. Le había omitido información importante y seguro la he herido antes de conocerla bien.

- Lo siento mucho, no creí que eso fuera importante. No renuncié tan pronto, debe tomarse un tiempo.

- No lo creó posible.

- Mira, tienes dos semanas para pensarlo, ahora voy a Washintong cuando vuelva me das una respuesta. Mientras tanto puedes ir a visitar la clínica y asociarte más con los empleados.

- Esta bien...- la escuché suspirar.- No se que tienes que me convences tan rápido para todo.- escuche decir como un susurro, seguro lo pensó, pero en voz alta.

- ¿Qué has dicho?- hice creer que no escuché para que lo repitiera, si ella supiera que es ella la que tiene algo que me estaba volviendo loco.

¡Anna amor, donde quiera que estes perdoname!

- Nada. Hablamos luego Dr. Pool. Tenga buen viaje.

- Hasta luego, Sanchez.

Hubo un pequeño silencio en la línea hasta que escuché como sorbía por la nariz y suspiraba para luego cortar la llamada, creo que había estado llorando, Tal vez solo son suposiciones mías.

- Pasajeros con destino a la ciudad de Washintong por favor abordar por la puerta 12-05.- ese era mi llamado, tomé mis cosas y me dirigí a abordar.

Estaba muy cansado y en cuanto dieron las señales de despegue y todo ese rollo de seguridad me quedé dormido.

+++++

Miré a la hermosa mujer que tenía a mi lado y sonreí, estaba cansado pero al verla todo se había esfumado. Estaba tan hermosa como nunca la imaginé, tenía una trenza de lado y sus ojos a pesar de ser hermosos se veían tristes, algo dentro de mi se quebró, no podía verla así y aunque en unos dos segundo me dará su sonrisa tranquilizante la conozco mejor que a mi y sé que algo pasa.

Y ahí estaba ella, sonriendome, pero no le llegaba a sus ojos.
- ¿Qué paso?- le pregunté, ella apartó sus ojos de los míos y una lágrima rodó por su mejilla.- ¿Qué pasa Anna? Por favor dime algo- le dije moviéndola por su hombro.

- Noah... Noah esta muriendo.- y mi corazón se detuvo, mis lágrimas empezaron a brotar y este dolor no lo podría soportar, no otra vez, no él. Es solo un niño, debe seguir conmigo por Anna, no quiero volver a fallarle. Noah debe recuperarse haga lo que haga, por él, por Anna, por mi, nuestro Noah se recuperará o yo igual moriré, pero de tristeza.

- Él se pondrá bien...- dije limpiando mis lágrimas.

- Dile que se quedé, no dejes que se vaya Mich, ella es la única que nos puede ayudar.

- ¿ De quién hablas?

- Camila...- y se desvaneció junto a todo lo que había sentido.

Mi cabeza ahora parecía querer estallar y el señor a mi lado me miraba extraño.

- Sé el dolor que sientes muchacho, pero eso no es nada comparado con lo que te falta.- dijo antes de levantarse para ir al baño, creó, dejandome más confuso que como estaba antes.

¿Por qué todo tenía que ser tan difícil?

Amor & Medicina ©   [EDITANDO]Where stories live. Discover now