Prólogo

1K 30 7
                                    

8 de enero 2016, 2;00pm.

Era una tarde normal de trabajo en la clínica Heart Sweet. Anna se encontraba en consulta con un paciente al cual había decidido tratar más de cerca, se ha encariñado demasiado con él. Noah, un niño de unos ocho años al cual le acababan de diagnosticar leucemia.

Su familia era de escasos recursos como todos los que solían acudir a Heart Sweet. Pero este caso, Anna se lo estaba tomando muy personal, en Noah había visto algo que no había visto en nadie más, desde el momento en que le hizo consulta una conexión se formó entre ellos dos.

El sonido del teléfono interrumpieron las graciosas muecas para el pequeño.
- ¿Diga?- dijo con esa dulce voz que siempre hechizaba a cualquiera que la escuchara, era como si en ella hubiese magia y se liberaba por medio de su voz. Siempre suave y delicada.
- Dra. Pool, ¿Puede venir un segundo a recepción? Es que hay alguien que exige verla.
- Ahora voy, Lucy. Gracias por avisar.- le respondía a la chica de recepción.
- A la orden. Dra.- Al colgar el teléfono le sacó la lengua al pequeño y el se carcajeó como a ella le gustaba, cada vez que lo veía sonreír era hermoso.
- Tengo que salir un momento. Vengo en breve.- Le dijo al pequeño mientras se ponía de pie.
- Vuelve pronto.- Había dicho Noah poniéndole un tono de tristeza a sus palabras por ver a su amiga y doctora irse.
- Lo haré.- respondió pasando las manos por la cabeza del niño.
Al salir de su consultorio tomó el ascensor que quedaba en el fondo del pasillo, marcó el botón que la llevaría al primer nivel de la clínica.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron y salió se dirigió a la mesa de recepción, cuando estaba cerca de esta se detuvo, se dio cuenta quien la estaba buscando con tanta exigencia.
Al verlo su corazón se detuvo. Estaba mas guapo que de costumbre, con ese traje azul oscuro, y su cabello peinado a la perfección sin que una sola hebra se levantase.  En el aire se sentía la atracción que tenían, siempre podían saber si uno estaba cerca hasta estando en otra habitación.
Él se volteo, la miró con esos ojos color miel que la enamoraron desde la escuela de medicina. Anna se fue acercando muy rápido a él, pero él le cortó el paso, y cuando estuvo frente a ella tomó su cara entre las manos y la besó. Abrazó su pequeña estructura como si hubiese tenido mil años sin tocarla, lo cual era tonto porque la había visto y abrazado esta mañana al salir de la casa.
- ¿Qué haces aquí amor?- le susurró ella en el oído.
- Vine a invitar a mi mujer a almorzar, si es que ella quiere.- le besó la mejilla se apartó y le guiño un ojo.
- Tú mujer esta trabajando, aún tengo a Noah en consulta.
- Pues anda y termina, te esperaré donde J.P.
J.P. era el mejor amigo de Michael, han vivido toda su vida como hermanos, tenían mucho sin poder encontrarse ya que su trabajo poco se lo permitía.
- Esta bien, ya vuelvo.
Se esfumó por donde había venido para ir a terminar su cita con el pequeño que la había encantado.
Michael se dirigió a la oficina de Juan Pablo. Al llegar tocó varias veces la puerta y J.P. le invitó a pasar.
- Está abierta.- había dicho.
En cuanto vio a su amigo le dio un fuerte abrazo con un par de palmadas en la espalda.
-Hola hermano, ¿Cómo te encuentras?- Decía Michael.
- Muy bien, mejor no podría estar. ¿Y tú? Cuanto tiempo sin verte por aquí.
- Estoy bien, vine a buscar a Anna para llevarla a almorzar.
- Espero que lo disfruten.-dijo su amigo con una sonrisa burlona en el rostro.  Él mejor que nadie sabía el amor que ellos dos tenían.
- Seguro que si.

Mientras hablaban y se ponían al corriente un gran estruendo resonó por todo el edificio, Michael miró a J.P. con los ojos muy abiertos preguntandose que demonios había ocurrido y los dos salieron de la oficina corriendo para ver que pasaba.
Al llegar al área de recepción se encontraron con un terrible accidente. Un hombre al parecer estaba ebrio, perdio el control y chocó contra toda la recepción de la clínica, habían varios heridos por toda el área, Michael y J.P. empezaron a ayudar muy rápido para evitar daños más fuertes en los heridos, todo estaba destrozado y la pared del lado izquierdo al lado de la mesa de recepción había colapsado, esa era una imagen horrible.
Michael empezó a pensar en su Anna, ¿Dónde estaba Anna? Todos los doctores estaban ayudando y Anna no estaba ahí junto a ellos. Tomó su móvil y llamó a su teléfono, la melodía que tenía llegó a sus oídos en esos momentos, miró a su alrededor y vio el celular de Anna debajo de la silla que ocupaba Lucy.
Se agachó para recogerlo y vio una mano, una pequeña mano de mujer que conocía muy bien salía debajo de la enorme pared que había colapsado, se apresuró a levantarla y cuando vio el rostro de aquella hermosa mujer con cabello color rojizo su corazón se detuvo, el tiempo colapso y murió en esos momentos.
Juan Pablo que estaba ayudando a dos chicos que se habían fracturado un brazo miró a Michael que estaba arrodillado en el piso junto a alguien, se apresuró ayudarlo pero al igual que Michael su corazón se detuvo al ver a Anna ahí tirada como una muñeca rota. Luego de unos segundo reaccionó y empezó a gritar a todos para que le dieran primeros auxilios a Anna, pero era muy tarde el hermoso y dulce corazón de ella ya había dejado latir.
- Lo siento hermano, ha muerto.- le dijo J.P. a Michael.
Pero este no le hizo mucho caso a sus palabra, tomo a Anna en brazos y lloró como nunca, su vida acaba de terminar y se negaba a dejarla ir.
Todos intentaron quitar a Anna de los brazos de Michael pero fue imposible, nadie pudo quitarle de sus brazos el único motivo que le daba ganas de estar en este mundo, y si ella no estaba ¿Para que seguir?.

Amor & Medicina ©   [EDITANDO]Where stories live. Discover now