-Ah. Eso es... Genial. -soltó con un sarcasmo implícito en la frase que nadie notó. Bajó la mirada con incomodidad, sin saber qué más podría decir.

-Stanley, cariño, ¿no crees que es bueno saber que Dana canta? -habló la señora Eisen. Luego se dirigió a las invitadas. -Él y su banda han estado buscando coristas, incluso utilizaron una para su gira.

-Oh, ¿te imaginas eso, Dan...

-En realidad, mamá, ya tenemos una. -se apresuró a decir. -Su nombre es Vee y ella sigue con nosotros.

-Hay bandas que utilizan más de una. -mencionó la chica. Paul intentó no mirarla de una manera extraña.

-Sí, pero... Bueno, eso es algo que los chicos también deberían decidir. Si surge algo ten por seguro que le pediré a mamá que te llame. -dijo por ser cortés.

-Te daré el número de nuestra casa antes de que te vayas. -aseguró la madre.

Paul asintió, aún con esa extraña sensación que pronto razonó. Su madre parecía muy ansiosa por que fuera a comer, y ahora, con la mirada soñadora que le daba la chica y con lo entrometida que era su madre, el creer que querían emparejarlo era la única posibilidad que cruzaba su mente.

Tan pronto como acabaron de comer, su padre se levantó diciendo que tenía que arreglar unas cosas en el jardín. El chico estrella se apresuró, diciendo que le acompañaba.

-Papá.

-¿Qué? -no le miró, estaba haciéndole algo a la podadora y toda su atención estaba ahí.

-¿Hicieron todo esto para que conociera a esa chica? -preguntó directamente.

El señor Eisen juntó las cejas en un gesto serio y negó repetidamente.

-Por supuesto que no. Tienes veintitrés, puedes encontrarte pareja tú solo...

-Bien. -dijo él, no demasiado convencido. Su semblante cambió. -Ya lo hice.

-¿Qué hiciste?

-Encontrarla. -aclaró. -Tengo novia.

Su padre soltó lo que tenía en las manos y se giró a verlo, sus ojos estaban muy abiertos y una gran sonrisa se pintaba en su rostro.

-¿CÓMO? -cuestionó con emoción. -¿CUÁNDO, QUIÉN ES?

El chico estrella quiso retroceder dos pasos ante la reacción de su padre y su cara formó una mueca.

-La mencioné hace rato. Su llama Vee, es la corista de la banda. La conocí desde el año pasado pero empezamos algo antes de año nuevo. -contó con una sonrisa, esa que se le formaba simplemente con pensar en ella.

-¡Ese es mi muchacho! -exclamó con orgullo. -¿Por qué no nos contaste nada?

-No sé. No creí que les importara mucho. -dijo haciendo una clara referencia a lo pasado hacía algunos segundos. Su padre rió.

-Bueno, nos importa porque eres nuestro hijo. Pero... Saber que sí te gustan las mujeres también es un gran alivio. -mencionó con una pequeña sonrisa. -Aunque debo decir que también creí que la razón de que no nos presentaras a ninguna chica, fuera que te gustaban DEMASIADO las mujeres.

-Podría decirse. -murmuró. Sus padres no sabían mucho sobre la vida que llevaba, menos sobre su don con el sexo opuesto.

-Me alegra saberlo. -comenzó a regresar a la casa. -Le tengo que decir a tu madre para que deje de hablarle de ti a esa chica.

-¡Lo sabía!

//

-La habitación de la señorita Anderson es la número 413. Está en el séptimo piso. -informó la enfermera. -Probablemente esté despierta, acaban de retirarle la comida.

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⏰ Last updated: May 16, 2020 ⏰

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Hard Luck Woman. | Paul Stanley.Where stories live. Discover now