Hard Luck Woman. | Paul Stanley.

Capítulo 19

Los días habían pasado rápidamente para la banda. No se quedaban más de dos días en ninguna ciudad y se encontraban constantemente en aquel autobús que los trasladaba de un lado a otro, por lo que todos estaban un poco agotados.

Vee se levantó de su asiento en el frente del vehículo. Había estado hablando con el chofer mientras bebía una botella de agua, pero sintió que comenzaba a molestarlo y por eso se fue. Mientras caminaba se dió cuenta que Bill, Ace y Gene estaban dormidos, su mirada buscó a los otros dos y pudo ver a Peter leyendo una revista al fondo del autobús. Para cuando reaccionó ya estaba junto al asiento donde Paul se encontraba.

-Hey. -le llamó.

El Starchild miraba por la ventana hacia ningún punto en específico, tenía un bolígrafo en la mano y con la otra sujetaba una pequeña libreta donde escribía algo. Al escuchar la voz de la chica giró el cuello y la miró.

-Hola. -mencionó con una pequeña sonrisa.

-¿Me puedo sentar? -señaló el asiento. Paul movió los papeles que tenía ahí, asintiendo. -Gracias.

-¿Qué te dije sobre agradecer todo? -le miró acusador.

-¿Que me hace ver decente y educada? -cuestionó batiendo las pestañas con rapidez. El chico miró directo a sus ojos, sonriendo sin pensar.

-Pues... Eso también. -ladeó un poco la cabeza.

-Lo siento, ya no lo haré... Tanto. -agregó. -¿Una canción nueva?

-Es sólo una línea. Tenía una melodía, pero no encajan para nada. Supongo que voy a componerlas después. -suspiró mirando la libreta.

-¿Necesitas estar solo para hacerlo? Porque puedo irm...

-No, quédate. -posó su mano en el antebrazo de la chica, evitando que se levantara.

Ella miró su la mano masculina por un segundo, como si el fijarse en ella trajera muy vividos recuerdos de lo ocurrido en la habitación del músico. Sus mejillas cosquillearon y ella volvió sus ojos a él.

-¿Qué hacías? -cuestionó Paul.

Vee quería golpearse contra el asiento delantero al creer que se había visto como una idiota, pero en cuanto él habló se dió cuenta que para él no había sido tan obvio.

No sabía exactamente lo que el cantante pensaba, ni siquiera él lo sabía, porque ciertamente no notaba lo que comenzaba a provocar en la chica adolescente que a veces olvidaba serlo y que no controlaba esos sentimientos que se habían metido en su cabeza sin querer. Ella tomó un respiro, estaba algo agradecida de que él hubiera preguntado eso, porque de otra forma lo hubiera besado de nuevo.

-Hablaba con el chofer, pero creo que lo aburrí. -comentó.

-¿Le hablaste sobre ese libro que leís... -dejó la frase a medias para fingir que se dormía. Ella rió y sacudió su brazo.

-No. Pero ahora sé que al parecer soy así de aburrida. -rodó los ojos, haciéndolo sonreír.

-Sólo estoy jugando, claro que no eres aburrida.

-¿En serio?

-Sí.

-No te creo. -se cruzó de brazos.

-¿Por qué no? -preguntó riendo.

-Dijiste que te había gustado ese libro, mentiroso.

-¡Eso fue verdad! -volvió a reír y la chica le miró con una ceja elevada. -Veamos; cosas que hacen de Venus una persona NO aburrida.