Capítulo 25

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El sol golpeó completamente el rostro de Vee, sacándole del reposo en el que había estado durante la última hora del viaje. Se removió en su asiento, buscando encontrar una posición donde aquello no pasara.

Estaba en el primer asiento, detrás del chofer y a un lado de Bill que leía algún libro. Suponía que los chicos estaban dormidos, no los había escuchado en un rato. Aunque si habían hablado, seguro los había ignorado inconscientemente.

-¿Cuánto tiempo falta, Bill? -cuestionó Gene.

-Unos cuarenta minutos. -respondió mirándose el reloj.

-Eso dijiste hace hora y media. -observó Vee. Gene le dió la razón, recordando.

-Esta vez es verdad.

El demonio y la chica le miraron no muy seguros, terminando por aceptarlo y volviendo a sus asuntos. Ella miró la carretera, hacia ningún punto específico.

Iban rumbo a Portugal, el último país de su gira. A pesar de lo mucho que amaban tocar y de lo asombroso que era el viejo continente, todos estaban felices de volver a su país, dicho de esa manera porque en realidad irían a tres ciudades más antes de ir a sus hogares.

Sus ojos volvieron a cerrarse mientras intentaba dormir, pero no lo lograba y simplemente se mantenía de esa manera. Después de un rato los chicos comenzaron a charlar y a reír, entonces escuchó a Ace llamarla y fingió estar dormida.

Amaba estar con ellos, pero el asunto con Paul hizo que decidiera alejarse un poco. No podía estar con él, no sin que unas enormes ganas de llorar la asaltaran, y por supuesto que jamás iba a hacer que él se alejara de ellos... Era mejor así.

Llegaron al hotel y cada uno fue a sus respectivas habitaciones, acordando verse en algunos minutos para poder ir a comer. Vee no se apuró demasiado, realmente no tenía hambre, o eso quería hacerse creer, y tampoco planeaba ir. Tres golpes en su puerta le hicieron levantarse de la cama.

-Hey.

-Hey. -devolvió el saludo. -Entra.

Peter miró a los costados del pasillo y asintió. Tenían unos dos días sin hablar, nada comparado con las dos semanas en las que ni él ni Paul habían cruzado palabra. Estaban juntos la mayor parte del tiempo, y aunque se sentía mal con Vee alejada del grupo, era más fácil de esa manera.

-Sólo quería decirte que no debes preocuparte. Si decides tenerlo, estaré ahí para ti y me haré cargo de todo...

-No...

-Apoyaré cualquier decisión que tomes...

-Peter, no hay decisión qué tomar. Ya tuve mi periodo. -dejó saber, sonriendo de verdad.

El creer que estaba embarazada había sido, sin duda, algo que logró empeorar su estado de ánimo. Saber que no era así fue un gran alivio, para ambas partes involucradas.

-¿En serio? Esas son muy buenas noticias.

-Lo son. Y aprecio el gesto de venir y decir todo eso.

-Era mi responsabilidad, después de todo.

-Pero hubiera entendido que no quisieras hacerlo...

-Eres mi amiga, jamás te hubiera hecho eso. -Vee sonrió de lado, y no pudo evitar abrazarle.

Peter correspondió el gesto, agradeciendo que las cosas entre ellos estuvieran intactas. Ambos sabían lo que esa noche había significado para ellos, el intentar llevar las cosas a otro nivel hubiera sido una desfachatez, algo que realmente ninguno concebía en su mente aunque lo intentaran. El Catman soltó un suspiro largo.

Hard Luck Woman. | Paul Stanley.Where stories live. Discover now