"Un Omega Diferente"

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¡¡MARATÓN!!

Sam llego rápidamente a la casa de sus amigos no sin antes darle un tranquilizante a su hermano para que se durmiera por un par de horas, cuando llego sus tíos Jessica y Zak lo recibieron preocupados diciendo que tenían que ir a la casa de él por una reunión inportantes con los alfas o mejor dicho sus padres, Sam frunció el entrecejo pero no dijo nada.

Sam: esto se esta poniendo más difícil de lo que pensé.

Teo: y como no, tu hermano encuentra a su mate pero esta resulta ser una bebé, no me imagino como deben de estar los padres de la pequeña.

Respondió mientras entraba a la casa como si fuera suya, asentando un par de libros bastante grandes sobre la mesa ante la atenta mirada de sus amigos.

Melisa: le pregunté a algunos conocidos que estudian estos temas y amenos que encuentren a un unicornio para alentar el crecimiento de la bebé eso no sera posible.

Sam y Teo quienes había estado leyendo los libros que trataban de mates se sorprendieron al escuchar la declaración de su amiga, aunque más Teo quien por supuesto era mate de uno y a decir verdad los gemelos ni nadie más que no sean sus padres o la los padres de Sam sabian sobre ello.

Teo: ¿u-unicornios?, ¿p-pero como pueden?

Malisa: tengo entendido que solo los unicornios de la familia real tiene ese poder, si bien encontrar a uno es muy difícil, imaginate uno de la familia real, es imposible.

A Sam se le resbaló el libro por accidente sintiendose tonto por ponerse nervioso, su padre le había dicho estrictamente que no podía revelar el secreto a nadie, pero si tenía que ayudar a su hermano lo pensaría mejor al momento de revelarlo, sabía que el mate de Teo no era un simple unicornio sino uno de la realeza por lo que le habían contado sus padres.

Sam: Teo, necesitamos hablar.

Y sin dejar que este respondiera arrastró al pequeño humano lejos de los gemelos, estos dos se vieron por un momento preguntandose lo que pasaba.

Melisa: por cierto hermano, ¿con quien chateas todo el tiempo?

Preguntó la chica al ver cómo este no  dejaba de mover los dedos sobre su celular, lo que su hermana no sabía es que tenia dos mates y a pesar de ello se llevaba muy bien con los dos, sabía que seguir apalzando esto era una total tortura para los tres pero aún tenía dudas de quien era su verdadero mate, por un lado estaba Brown el era un chico simpático y dulce que siempre lo hacía reír, por otro lado estaba Damian quien era una persona tranquila, inteligente y muy amable, no sabia a quien es cojer su corazón de dividía en dos cada vez que los escuchaba, por otro lado su lobo no era de mucha ayuda que digamos.

Hak: eres tu es que no quieres entender mi amable y fácil opinión.

Rodrigo: bien, pues cuéntame cual es.

Hak: bueno pues es-

Rodrigo: que no tenga que ver con un trío, o tener sexo con cualquiera de ellos es más con cualquier persona en realidad.

Hak: ah... Que aburrido, pero no en realidad tengo una idea, sabes al ser hijo de un beta al mando es bastante útil, tus primos Sam y Nidia son decendientes directos de la diosa luna, si bien Sam sabe manejar a la perfección sus poderes Nidia no es igual estos son inestables te puede predecir el futuro a gran instancia o en un corto período como unos días o semanas.

Rodrigo: habas de su habilidad de ver el futuro...

Hak: exacto, hace poco hable con Alex el lobo de Sam contándome lo que, bueno lo que Sam les contó y bueno no pude ser de mucha ayuda pero me dijo que su hermana había tenido un futuro sobre sus mates, puede que ella no lo controle pero tiene un poco más de capacidad que Sam.

Rodrigo: Hak sabes lo que inplica el ver el futuro, además no hay que causar más problemas de los que ya tienen.

Hak: bien, bien, tu mandas, pero ¿no te da curiosidad?, mi instinto como lobo me dice que los dos son mis mates, aveces pienso que la diosa luna solo juega con nosotros...

Rodrigo: Hak estamos juntos en esto... No importa que nos pase o a quien escojamos lo haremos juntos...

Hak: cierto, tienes razón, hay que hacerlo juntos... okey, esto ya se está volviendo muy sentimental, como sea mamá se dijo que le compraras el manga que vimos la otra vez en la estantería de la plaza.

Rodrigo: bien, solo dile que me lo preste luego.

A pocos metros de allí una figura de capucha negra veía con detenimiento la casa, no se podía apreciar el rostro de este pero si unas largas uñas que intimidaban, por un momento el aire sopló pero justo en ese instante aquella persona había desaparecido...