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El viaje hacia la escuela de Bobby no fue muy largo, en realidad ambas escuelas de los hermanos se encontraban a unas pocas calles entre ellos. Bobby bajó del auto no sin antes dedicarle una sonrisa de despedida a su hermano mayor, viendo como este se iba lentamente hacia su universidad. 

La sensación del momento bajó del auto, un chico moreno y a la moda caminaba entre los pasillos de la escuela, llamando la atención de las féminas así como de algunos hombres de gustos refinados. Sam era indudablemente guapo, sus contrastantes ojos miel verdoso eran su rasgo más distintivo, pero la gente lo conocía más por otros motivos, su mente, Sam era muy inteligente, ya sean las matemáticas, ciencias o hasta los deportes, el era un 10 en todo; su reconocimiento era tal, que hasta sus maestros lo tomaban como ejemplo cada que podían. 

-¡Hey Teo!

Un pequeño humano de cabello teñido giró su rostro, Teo es el mejor amigo y primo de Sam, inseparables desde la niñez, este al igual que su familiar era bastante inteligente, se podría decir que lo era aún más que Sam; lamentablemente no era muy sociable como el anterior, por lo que su círculo de amigos era pequeño, aun asi, el siempre se mostraba feliz con los que lo rodeaban, y aún más con sus padres Marcos y Jake, así como su pequeña y dulce hermanita. 

-Hola Sam, ¿irás hoy a mi casa?-

-Si, tengo todo listo además llevaré el regalo de tu hermanita-

-Jajaja, supongo que sí-

El ambiente entre los dos era cálido y armonioso, sus casilleros resultaban estar muy cerca el uno del otro, por lo que este tipo de pláticas eran su pan de cada dia.

-¡Chicos, chicos! Miren lo que tengo-

La voz era imponente pero delicada como de una chica llamando la atención no solo de ambos chicos, sino también de las personas en el pasillo. La chica que gritó era nada más y nada menos que Melisa, una excéntrica mujer lobo que adoraba el maquillaje y salir, era alguien sonriente pero bastante acertiva, la cual era muy diferente a su hermano gemelo Rodrigo, el cual caminaba a su lado en total silencio y con un rostro impasible. 

-Hola Meli ¿qué traes hoy?-

Pregunto Sam apenas llegó esta, la cual había dejado atrás a su hermano, el cual cuando al fin los alcanzo no dudo en mostrarles una tranquila sonrisa pequeña.

-¿Recuerdas que me dijiste una vez que querías el juego de la tienda ese que estaba hasta arriba en el último estante?-

-Si pero era demasiado caro como para comprarlo-

-Exacto por eso le comenté a un amigo sobre el juego y juntos lo compramos, ¡dijo que podían jugar con nosotros!

-¡¡¡El juego!!!-

Exclamó Sam al ver entre sus manos el tan deseado juego que había estado esperando para comprar, Melisa lo tenía justo en sus manos, extendiendolo hacia su buen amigo, fue tan sorprendente para el moreno que no pudo evitar que sus manos temblaran de la emoción.

-¿Un amigo o una pobre víctima cegada por tu belleza?-Exclamó con diversión el humano-

-Un amigo, nada más-

Teo rodó los ojos con una sonrisa pequeña, esa chica era un imán para los chicos y pero realmente a ella casi no le interesaban las relaciones, prefería jugar con sus amigos o estar con su familia, ambos gemelos eran realmente guapos pero con la diferencia de que Melisa fuera tan coqueta y amable y su hermano tan serio además de reservado, eran tan diferentes como el agua y el aceite.
Sin esperarlo el timbre sonó, todos se despidieron con sonrisas y se dispusieron a ir a sus salones, la primera hora era de talleres por lo cual cada uno había tomado uno distinto a excepción de Rodrigo y Sam quienes estaban en el mismo equipo de fútbol, por otro lado Melisa había tomado el taller de diseño y moda, y por último Teo quién fue el valiente en tomar el taller de computación, pues se decía que el maestro asignado era el mismisimo diablo.

Todos eran muy distintos entre ellos pero apesar de eso se llevaban muy bien, se conocieron desde bebés por lo cual sabían mucho unos de otros, las familias eran muy unidas, haciéndola una gran familia.

-El entrenador está irritable hoy, ¿crees que nos deje salir antes Rodri?

El chico junto a él alzó los hombros en una señal de desinterés, realmente quería salir temprano hoy ya que tenía un asunto pendiente con su mejor amigo. Tomo su camiseta y se la colocó rápidamente para luego salir de los vestidores.

-¡Bien chicos! Hoy vengo a darles una noticia, un nuevo integrante se unirá a nosotros, ganó una beca en deportes por lo que quiero que el capitán del equipo y alguien más le muestren la escuela, he visto su informe muchachos y he de admitir que es muy bueno- Grito el entrenador-

-Señor no hay un puesto para otra persona-Afirmo uno de los chicos-

-El capitán hará las reasignaciones pero en definitiva el chico estará dentro del equipo-

-Que injusto...-

Susurro Sam hacia su amigo el cual asintió con el seño fruncido, había pasado sangre y sudor para llegar en donde estaba y ahora venía un chico de la nada y quería tomar el lugar de alguno de ellos, era en verdad indignante. Era muy cierto que el equipo en el que estaban participaban lobos, vampiros, brujos y otras criaturas mágicas pero todos y cada uno de ellos se había esforzado para llegar a donde están ahora.

Habían pasado las horas las cuales les fue eterno a Sam, las clases cada vez se tornaban más y más aburridas el era muy inteligente no necesitaba la escuela, pero solo estaba allí por el fútbol y sus amigos.

-No debería llamarse universidad más bien infierno-Murmuró con cansancio la morena-

-Reprobare historia si no apruebo este examen-Suspiro el humano mirando su teléfono-

-Te ayudaré no te preocupes-

-Gracias, te lo agradezco Sam-

-¿Por qué no vienen a mi casa el viernes?, Estudiaremos y comeremos allí ¿qué les parece?-

-Claro me parece bien Melisa-

Respondí con una sonrisa al igual que Teo quién dijo que le pediría permiso a sus padres. Nuestras casas no estaban tan lejos o por lo menos la de los gemelos no, Melisa y Rodrigo al ser betas de sangre pura y su padre servirle al mío vivían a dos casas de mi casa en la manada, mientras que la de mi tío Marcos y Jake estaban en el pueblo junto a las casa de mis abuelos y muy cerca de la manada a decir verdad.

-¡Bueno, los veo al rato chicos!-Se despido el tímido Teo-

-¡Okey, bye!- se despidió con una sonrisa la alegre morena-

-¡Adiós chicos!-



Sus grandes amigos...

"Un Omega Diferente"Where stories live. Discover now