Capítulo 33.

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Con un sencillo hechizo, paso la varita por el contorno de mi cuerpo. A medida que la varita avanza, un precioso vestido plateado se va formando, hasta que para por encima de las rodillas. Isabelle me mira alucinada.

-¿Cómo...?

-Magia- le digo sonriendo. 

Avanzo hasta dónde se encuentra y le lanzo el mismo hechizo. En unos segundos, un hermoso vestido rojo la envuelve. Ella me sonríe agradecida. Me giro hacia Tom mientras recojo mi pelo en un moño algo deshecho. Tiene la boca abierta y los ojos en dirección a Isabelle. Chasqueo mis dedos frente a sus ojos y el me mira sorprendido.

-Me parece que tienes algo aquí- le digo, con una sonrisa, señalando a su labio inferior.

-Ja, ja.- contesta molesto- Muy graciosa.

-Yo siempre.- replico guiñándole un ojo.

-Ya sabía yo que los vestidos te sentaban tan bien- me dice Nicholas.

Le sonrío tímida. Miro a Newt, pero me doy cuenta de que solo tiene ojos para Tina (la cual también tiene un  espectacular vestido oscuro). Nick debió de darse cuenta de que me desanimé de golpe, porque nada mas mirarme me dice.

-¿Estás bien?

-Ehm... Si,si- me apresuro a contestar.

Me mira extrañado.

-Creo que tienes algo que contarme...

Le miro asustada, no debería contarlo, me juré no hacerlo, pero aún así digo.

-Ahora no, después.

Tina propina unos suaves golpes a la pared que tenemos en frente. Unos ojos aparecen desde el otro lado y abren la puerta-pared. Antes de entrar, Nick posiciona su brazo para que yo lo agarre. Le sonrío y paso mi brazo por el suyo, después entramos. Una duende canta una canción lenta mientras camina entre las mesas.

-¡Uh!- exclama Jacob emocionado.-Hay barra.

Después echa a correr hacia el bar.

-No deberíamos separarnos- susurro mirando a Newt.

Lo pillo mirando a mi brazo entrelazado con el de Nick.

-¿Qué?- dice- Esto... si bueno.

Después camina junto a Tina hacia una mesa solitaria. Hasta yo misma puedo notar mi expresión alucinada y dolida.

-Ha pasado de mi como de la mierda.- le digo a Nick.

-Pues no sabe lo que se pierde- me contesta con una sonrisa- ¿Bailamos?

-No hay casi nadie bailando- replico.

-¿Y?- pregunta extendiendo su mano.

Sonrío, poso mi mano en la suya.

- Solo una canción.- indico.

-Lo que tu digas- replica Nick poco convencido.

Después nos dirigimos hacia el centro del bar. 

[Animales fantásticos] El secreto del lobo albino |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora