Capítulo 31.

909 91 5
                                    




Estamos cenando en el enorme comedor de la casa Longbottom. Nick está a mi lado, revolviendo los guisantes con el tenedor. Observo el monótono movimiento circular de su tenedor mientras me pierdo en mis pensamientos. La señora Longbottom había decidido quedarse para dejarme más tiempo de descanso y el señor Longbottom ya había salido hacia MACUSA hacía unas horas. Me rasco la ceja nerviosa, solo espero que vuelva con buenas noticias. No me gustaría que les hubiese pasado nada malo...Suspiro melancólica.

-¿Tan mala está la cena?- me dice Amelie preocupada.

-¡Oh, no!- contesto sorprendida- Para nada, está muy buena.

Me meto unos cuantos guisantes en la boca para confirmarlo.

-Mamá- susurra Nicholas- Déjala...

-No te preocupes- le contesto posando mi mano en la suya.

En ese momento se escucha la puerta de la casa, no puedo evitar levantarme corriendo hacia la entrada. Me encuentro a Frank colocando su gorro en el perchero.

-Señor Longbottom- le digo impaciente.

Él me mira con una sonrisa.

-Han escapado.-

Una sonrisa suspirante me ilumina la cara.

-¿Qué ha pasado?- pregunta Nick, que ha debido de seguirme hasta la entrada.

-Han escapado- le comunico con una sonrisa radiante.

Él me mira confuso, pero a mi no me importa. Newt lo ha conseguido. Río alegre y me lanzo a los brazos de Nicholas con un fuerte abrazo.

-Lo han conseguido- susurro.

-Me alegra un montón verte tan animada, Annie,- dice Nick- en serio. Pero, ¿puedes explicarme quién y que han conseguido?

-Deberíais hablar arriba- informa Frank.

-Si, claro- dice Nick.

Subimos hacia su cuarto corriendo y entramos en la habitación dejándo la puerta abierta.

-Ya sabes cómo son mis padres- dice.

Sonrío.
-Tienes mucha suerte.- susurro.
-Lo sé.- contesta sentándose a mi lado.-cuenta.
Empiezo a relatarle la misma historia que a Frank mientras él no despega la mirada de la mía. Es extraño, normalmente, cuando dejas de hablarte con alguien durante tanto tiempo, acabas perdiendo esa "química" que os juntaba, pero con Nick no me pasa eso, de hecho, siento que ahora puedo hablarle con más libertad que antes, mirándolo así, parece mucho más maduro y responsable.
-Wow- susurra- Ehm... ¿sabes a donde han podido ir?
Una expresión de pánico abarca mi rostro. Joder, la he cagado, ¿que si se donde están? Ni idea.
-No entres en barrena- me dice Nick con el intento de relajarme-Solo tenemos que pensar un poco... A ver, se han escapado de la autoridad, así que son unos fugitivos, por lo que tienen que ir a un lugar donde no puedan pillarles...
Se rasca la barbilla, como pensando cuál sería el lugar perfecto. Su cara se ilumina de repente, y una media sonrisa se muestra en su rostro.
- Ya de donde han ido- dice- Y pienso acompañarte.
Suelto una carcajada irónica.
-¿Y meterte en este estúpido problema? - contestó- Ni de coña, guapo.
-Pues no pienso decirte donde es- réplica con una mirada juguetona.
Le miro "enfadada" durante unos segundos.
-Sigues siendo un chantajista penoso- respondo.
-¿Estás segura de eso?- me dice con una sonrisa de suficiencia.
-Si mueres no es mi culpa- le suelto.
Él ríe limpiamente y asiente.
-Me sirve.-

[Animales fantásticos] El secreto del lobo albino |Editando|Where stories live. Discover now