Capítulo 29.

923 95 2
                                    

De vuelta al mundo de los sueños, o más bien de las pesadillas. Vuelvo a estar en ese lugar oscuro, de nuevo no siento nada bajo mis pies y, como no, la puerta blanca se forma frente a mi. Me dispongo a abrirla, pero algo me detiene. ¿Estoy preparada para aguantar esto? ¿Soportaré lo que tenga que confesarme? A lo mejor, si no hago nada, me despierte y no tenga que pasar por esto... Suspiro, sé perfectamente que esto no funciona así, aquí dentro no decido yo lo que pasa. Tomo una gran bocanada de aire y abro la puerta.

Poso los pies en el suelo invisible y levanto la vista mientras su figura se forma lentamente. En dos segundos, sus ojos, blanco y negro, me investigan la mirada.

-Se te nota afectada- dice a modo de saludo.-¿Estás bien?

-Y a ti que te importa- respondo secamente.

Una leve sonrisa se forma bajo sus labios. Lo ha descubierto, ha adivinado mi duda.

-Estás confusa,¿no es así?

Aparto la vista de sus escalofriantes ojos. La respiración se me agita.

-¿Qué te hace pensar eso?- evito.

Se acerca poco a poco, aunque sus pies se vayan deshaciendo cada vez que pisa el "suelo". El terror me inunda el cuerpo. Él no pude tocarme,¿verdad? Sonríe como si pudiese leerme la mente. Intento mantener una expresión aburrida. Su brazo se estira, su mano se acerca cada vez más a mi mejilla, pero en cuanto intenta entrar en contacto, su mano se vuelve aire. Aunque eso no evita que una sensación gélida me atraviese el corazón, la desesperanza es lo único que viene a mi mente, el terror, el dolor, el horror... Una lágrima cae por mi mejilla, lo que parece agradar a Grindelwald. Finge secar la lágrima con cariño.

-No te preocupes,- dice con tono tranquilizador- tú puedes parar todas esas sensaciones. Solo tienes que hacer una cosa.

-Ellos no sufrirá,- exijo- ninguno de ellos lo hará.

Su sonrisa se amplía, lo que me produce confusión.

-Juro que no recibirán ningún tipo de sufrimiento por mi parte.- contesta.

Le miro desconfiada. Él pone los ojos en blanco.

-No esperas que hagamos un juramento de sangre, ¿no?

-El solo hecho de tener algún tipo de contacto contigo me provoca nauseas y una fuerte necesidad de suicidio.- contesto- Así que no, gracias.

Me regala una de sus escalofriantes sonrisas.

-Entonces, ¿hay trato?

Extiende la mano, como si fuésemos a tocarnos de verdad. Cierro los ojos durante unos segundos. Le romperé el corazón a Newt, pero lo hago por su bien, si acepto este trato, él sobrevivirá a la horrible pesadilla que está por venir. Abro los ojos encontrándome con la gélida mirada de Grindelwald. Estiro el brazo, pero cuándo nuestras manos están a punto de rozarse, escucho mi nombre, pero lejos, desde la habitación."No," pienso" ahora no". Miro a Grindelwald, que ha escondido su mirada segura y muestra una expresión de rabia. Después me despierto, encontrándome con sus preciosos ojos azul claro. Dios, cuanto le he echado de menos. 

[Animales fantásticos] El secreto del lobo albino |Editando|Where stories live. Discover now