[Animales fantásticos] El secreto del lobo albino |Editando|

Capítulo 19.

-¡Señores!- exclama Jacob- Hay que darse prisa...

-¡¿No me diga!?- respondo poniendo los ojos en blanco.

En ese momento, Newt, que esta encima de un armario junto a Niffler, cae encima del cristal del escaparate, rompiéndolo bruscamente y cayendo sobre la acera. Niffler se recupera rápidamente y echa a correr.

-¡Basta ya!- exclamo irritada.

Me convierto en loba rápidamente y echo a correr hacia el escarbato, sobrepasándolo en velocidad y parándome frente a él para impedirle avanzar. Gruño agresiva mientras me acerco lentamente para darle tiempo a Newt de pillar a Niffler. Él se aleja lentamente, pero el pavor no le dura demasiado, pues echa a correr en la otra dirección. Escucho a Newt exclamar "¡Accio!" apuntando hacia el escarbato, él salta y atraviesa el aire sin tocar el suelo mientras todas las joyas salen de su bolsillo. Salto ante Niffler agarrándolo cuidadosamente con las fauces, en cuanto toco suelo, agarro a Niffler con las patas. Gruño enfadada y vuelvo a transformarme, estoy a cuatro patas, con Niffler en mis manos.

-¡Tu!- exclamo.

Niffler consigue soltarse de mis manos y escala hasta mi hombro, abrazándome cariñosamente.

-O no,- le digo quitándomelo de encima- ni de coña. Esta vez no te libras.

Lo agarro de nuevo con las manos y me giro para pedirle a Newt que abra la maleta, pero en cuanto me doy la vuelta, ellos está con las manos levantadas frente a un puñado de policías.

-¿Que es eso?- pregunta uno señalando a mi escarbato.

Estoy a punto de contestar, pero noto el olor de otra criatura cerca, la busco con la mirada y la encuentro a nuestro lado. Es un hermoso león de melena dorada, sonrío de medio lado y lo señalo.

-Me parece que es un león.

Disfruto de la aterrada mirada de los policías por un segundo, que dan un paso atras horrorizados.

-¿Saben? - le dice Tom a los Kowalski- Nueva York es considerablemente más interesante de lo que creía.

Isabelle  le mira con una cara de confusión máxima.

-Cierto,- afirma Newt-muy cierto.

-Vale- interrumpo irritada-¿podemos irnos ya?

-Oh, si claro- contesta Newt.

Después nos teletransportamos hasta Central Park