Capítulo 32.

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Después de una acalorada discusión don los señores Longbottom, llegamos a la conclusión de que sí  era una buena idea que Nick me acompañase a ese extraño recoveco que tanto conocía. 

-¿Me vas a decir dónde esta ese lugar?- le pregunto mientras caminamos por las frías calles de Nueva York.

-No,- responde- pero quizás deberías arreglarte un poco.

Le miro confusa mientras me regala una de sus misteriosas sonrisas.

-Me refiero a ponerte un vestido o algo...

Niego con la cabeza.

-Estoy cómoda con mis pantalones, gracias.

-Pero no te dejarán entrar...- replica.

-¡Pero a dónde me llevas!- exclamo.

Él suelta una limpia carcajada.

-Ya lo verás...

Seguimos andado hasta que Nick me agarra del brazo y me lleva hacia una de las esquinas de un callejón. De repente, noto un olor familiar, los ojos se me iluminan y una sonrisa me abarca el rostro. Me suelto de la mano de Nick y hecho a correr hacia una de las escaleras de el callejón.  Bajo con toda la rapidez que puedo, chocando con él.

-¡NEWT!-exclamo.

Se gira sorprendido, pero en cuanto ve mi rostro, una sonrisa de oreja a oreja se forma en su cara. Se lanza sobre mi en un abrazo fuerte, el cual le devuelvo con la misma intensidad.

-Pensé...- susurro.

Newt me manda callar mientras acaricia mi cabello.

-Estamos bien, estoy bien.

Escucho a Nick carraspear tras nosotros. Me giro y le regalo una sonrisa divertida.

-Hola- susurra Nick.

Los demás me miran confusos.

-Nicholas Longbottom, un amigo- aclaro.

-¿Es ese Ravenclaw del que babeabas tanto?- me pregunta Newt.

Mi cara se vuelve roja como un tomate.

-¡NEWT!

El ríe y yo le pego un puñetazo en el brazo. En ese momento, me fijo en Queenie  Goldstein, que está tras Jacob. Pero si Queenie está aquí, también esta...

-Tú- susurro con rabia hacia Tina.- ¡Maldita arpía! 

En unos segundos me lanzo contra ella, cayendo sobre su torso.

-¡CÓMO TE ATREVES A HACERLE ESTO!- le grito agarrando sus manos contra el suelo.

Noto unos brazos que me rodean la cintura y me apartan de Tina, pegándome a su cuerpo. Las  fuertes manos de Tom me echan hacia atrás. Me revuelvo he intento salir de entre sus brazos.

-Tranquila.- dice- Nos ha ayudado.

Mi respiración está agitada por el esfuerzo. Miro a Tina, que se levanta del suelo con la ayuda de Newt. Una punzada de celos recorre mi corazón. Mis ojos conectan con los de Tina, que me mira molesta.

-No creas que te has librado, víbora.- le susurro con odio.

-Hey, hey- Nick aparece en mi campo de vista- Tranquila, loba, cálmate.

Noto como los brazos de Tom se aflojan en mi cintura, soltándome definitivamente. Me paso una mano por el pelo y suspiro. Nick se acerca a Tom curioso.

-¿Thomas?¿Thomas Scamander?

Tom le sonríe.

-Sinceramente, Nicholas, no pensé que te acordarías de mi.-

Nick ríe y le da un fuerte abrazo a Tom.

-Por fin encuentro al Ángel de la Guarda de Annie,- dice divertido- ¿se ha portado bien estos años?

Tom pone los ojos en blanco.

-Muy adolescente- contesta.

-No me extraña- replica Nick- Está de un borde...

-¡Hey!- exclamo molesta- ¡Qué estoy aquí!

Sueltan una carcajada limpia.

-Chicos- interrumpe Newt- Dejad vuestras hormonas atrás, tenemos que entrar dentro.

Asentimos.

-Deberíamos arreglarnos- indica Queenie.

Asiento y saco mi varita. 



[Animales fantásticos] El secreto del lobo albino |Editando|Where stories live. Discover now