Capítulo 30.

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Nada más observar sus aún perfectas facciones, me lanzo a sus brazos en un fuerte abrazo. Tanto que hasta tiene que sentarse en la cama para no caer al suelo. 

-¡Vaya!- exclama con una voz algo más grave de lo que recordaba- Sinceramente, pensé que no te acordarías de mi.

-No digas tonterías Nick- le replico con un suave golpe en el brazo.

Él sonríe, si definitivamente, su sonrisa aún corta la respiración.

-Me han dicho que ahora eres una fugitiva- comenta- ¿Qué a pasado con la "Pura de Corazón"?

Sonrío, no me puedo creer que aún recuerde eso. Durante un tiempo, Newt me educó en una casa no muy lejos de Hogwarts. Normalmente, visitaba a Nicholas, siempre que quedábamos el quería hacer cosas de "chico malo", pero yo siempre me negaba porque era demasiado... "correcta". Él solía llamarme "Pura de Corazón".

-Aún te acuerdas- susurro.

-¿Cómo no me voy a acordar, Annie?- contesta- Siempre has sido una de las personas más importantes de mi vida.

Le miro a los ojos, y él me devuelve la mirada. Me pierdo en el color claro, entre la memoria y la nostalgia. Nick se pasa el la mano por su pelo negro y sonríe nervioso. Yo río.

-Eres un pasteloso- le suelto entre risas- Me vas a dar diabetes. 

Él me contesta con otra sonrisa.

-Y tu sigues sin saber recibir piropos.

Me muerdo el labio y le doy una suave patada en el pie. En ese momento, dos niñas completamente iguales entran en la habitación dando saltitos. Durante un segundo les miro incrédula, hasta que al final caigo.

-¿Patty?¿Bessy?- pregunto incrédula- ¡Pero si la última vez que os vi no erais más que dos retoño!

Las dos tenían el pelo rubio y los ojos azules. Pero una tenía un lunar sobre el labio y otra bajo el ojo, el problema, no se cuál es cuál. Nick se da cuenta en nada y las presenta.

-Esa es Patty- dice señalando a la que tiene el lunar en el labio.- Y la otra es Bessy.

Ellas saludan tímidamente.

-Mamá dice que bajéis a cenar- susurra Bessy.

-Gracias- digo con una dulce sonrisa.

Ellas me devuelven la sonrisa animadas y salen corriendo. Nick me mira poniendo los ojos en blanco.

-No son lo que aparentan- me dice.

-¿En serio?- le digo con una sonrisa.

-Son el mismísimo demonio.

Suelto una carcajada.

-Dios, están enormes.-susurro.

-Tu tampoco estás nada mal- suelta.

Aunque no sienta lo mismo que hace unos años, no puedo evitar sonrojarme levemente. Nick me sonríe, me coge de la mano y bajamos hacia lo que debe ser el comedor.  


[Animales fantásticos] El secreto del lobo albino |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora