Capítulo 2

4.9K 132 2
                                    


Alba


Último día que estaría en la academia.

A pesar de que sólo los cinco finalistas teníamos que ensayar por la gala de Navidad, estábamos los dieciséis en la academia por última vez. Qué sensación más rara. La comida fue un tanto agridulce, todos sabíamos que no habría otra allí dentro y estábamos demasiado sensibles, ya que si no lloraba una persona lo hacía otra y nos metíamos en un bucle constante.

Una vez acabamos todos de comer decidimos ir al sofá para pasar un último rato juntos allí antes de la charla esa que nos iban a dar sobre Eurovisión. Dave y Marilia le pidieron a Natalia que cantara su canción Ventanas de avión, que fue la primera canción suya que nos cantó durante el casting, para cerrar bien el ciclo. No quería hacerlo, pero al final cedió. Comenzó a tocar una a una todas las cuerdas para afinar la guitarra mientras los demás nos fuimos callando paulatinamente, sonando únicamente su suave melodía.

Justo al centro

Tú llegaste, como un anticiclón

Justo al centro

Disparaste, yo perdí la razón.

Empezó a cantar y yo no tardé mucho en romperme, literalmente. Traté de llorar en silencio para que ninguno de los presentes se diera cuenta, en especial ella, que cantaba con los ojos cerrados, pero fue en vano porque en cuanto Dave y Marilia, que estaban a mi lado, se pusieron a intentar consolarme, las lágrimas empezaron a salir más rápido. Lloré desconsoladamente.

Todos los recuerdos vinieron a mi mente uno tras otro con una clara protagonista: Natalia.

Me acordé de la primera vez que la vi, no la conocía de nada y ya me dejó sin palabras. Parecía la típica chica prepotente que es guapa y se lo cree, que no es para menos porque parece una modelo salida de una revista. Sin embargo, una vez la conoces te das cuenta de que no podías estar más equivocada.

Me acordé de la gala 0, de cómo me cuidó y estuvo pendiente de mí tras lo ocurrido con Roberto. Ahí empecé a darme cuenta de lo importante que iba a ser para mí. Si hay algo que Natalia hizo durante todo este tiempo fue cuidarme y protegerme. Desde los detalles más simples, como pedir al resto que no cogiera de mi comida, a los más significativos, cuando fue la única que supo como actuar cuando me empecé a agobiar en la clase de Andrea, o cuando se quedó conmigo antes de irnos a dormir tratando de consolarme con la marcha de Joan, y sobre todo, cuando no dejó ni un segundo de estar pendiente de mí la vez que me nominaron tras el ataque de ansiedad que tuve en esa gala... Es que ella ha estado en mis peores momentos, no podía estar más agradecida de haberla conocido.

Me acordé de lo nerviosa que me ponía al estar cerca o a solas con ella. Al principio me aterraba estar más de dos minutos con ella alejadas del resto porque me ponía tan nerviosa que no podía mantener una conversación coherente, me entraban muchísimos cortocircuitos mentales, como ocurrió en la clase de Itziar en la semana de Toxic, que no era capaz ni de formar una frase con sentido de lo histérica que estaba, o cuando me pidió que le cantara la canción que yo había compuesto, que hasta casi me ahogo con mi propia saliva. No pude ser más ridícula ese día.

Me acordé de la paz que me daba escucharla cantar, de los mejores momentos que había vivido aquí. Su voz te teletransportaba a otro mundo, era capaz de hacerte olvidar todo, como cuando me cantó por primera vez la canción que había compuesto en la sala de Manu. Estaba en la mierda ese día, pero fue escucharla cantar y creó una burbuja que me aisló de todo, tanto fue así que le pedí que me la volviera a cantar. Ella era paz hasta en mis peores guerras.

¿Y ahora qué? || Albalia  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora