Capitulo 50

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  Una iglesia abandonada. Nadie podría decir el este tal demonio llamado Andras no tenía sentido del humor.
Estaba oscureciendo, la luna se torno de un color demasiado pálido. Jesús. Así es como las películas de terror empezaban, no debería entrar, pero por supuesto que iba a entrar a la iglesia abandonada en una calle solitaria y aterradora.
Jesús. La espada estaba en su carcasa detrás de mi espalda, yo subí mi mano asegurándome de tenerla dispuesta, aunque no quisiera que eso pasara.
Tome una linterna vieja que estaba en el portaequipaje. Abroche la chaqueta de Zayn sobre mi vestido y las zapatillas ayudaron para que pudiera pasar por los escombros de la iglesia. Cuando solté la enorme puerta de madera esta se cerró dejándome completamente a oscuras dentro de la iglesia. En el techo había una pequeña abertura donde la luz de la luna se reflejaba perfectamente.
Encendí la linterna pero el único sonido que escuche era el de mi corazón resonar en mi pecho. El lugar olía a moho y humedad.
Di un paso asegurándome de no tropezar, me tape la nariz rápidamente cuando un fuerte olor a putrefacción me golpeo. Trate con todas mis fuerzas a que no me dieran arcadas.
Me gire rápidamente y saque la espada cuando sentí una ráfaga de viento en mi espalda y la presión en el suelo de que alguien corría detrás de mí. Luego escuche una escalofriante risa en medio de la oscuridad... era la de una mujer... era profunda, nasal y cruel. Moví la linterna de un lado a otro con la adrenalina en todo mi cuerpo descontrolando mi respiración. Me apresure en mover la linterna en todo los lugares que podía haber para ver algún rastro de Luci.
Sentí algo bajo mis pies, tal vez era el agua de la lluvia de hace algunos días. Seguí avanzando y moví la linterna hacía una de la paredes detrás de la larga meza donde cálices viejos se encontraban. Una cruz enorme de madera estaba colgada en la pared... invertida.
Nunca fui alguien muy religiosa luego de que mi padre muriera, pero había visto suficiente películas para saber que una cruz invertida en una iglesia abandonada... no era NADA bueno.
Di otro paso hacia adelante. Avance un poco más, mi intención era subir los largos tres escalones de madera para acercarme a la mesa. Pero al dar cada paso el agua era más densa bajo mis pies, casi pegajosa.
Baje la luz de la linterna hacia ellos. Lo que creí agua resulto ser sangre. Sangre roja y espesa. Pero no pude evitar gritar al ver la fuente de aquella sangre.
Una chica. De pelo color castaño rojizo estaba recostada en el suelo al final del tercer escalón. Su piel estaba pálida, sus labios estaban morados. Sus ojos eran de color blanco, miraba hacia arriba y su cara ya no tenía expresión. Estaba muerta. Recostada firmemente sobre el suelo, con las manos sobre su estomago. Estaba en ropa interior que estaba teñida en sangre que brotaba de su boca, cuello, muñecas y en su pecho había un agujero en donde debía estar su corazón. No había nada.
Grite y retrocedí resbalando con la sangre y cayendo por los dos escalones. La chaqueta de Zayn se lleno de sangre al igual que mi cabello, me apresura a encontrar de vuelta la espada y la linterna cuando una risa diabólica se escucho. No encontré la espada, solo la linterna. Terrorífica, como la risa de las bruja de las películas, eso me aterro aun más así que tome la linterna.
Dirigí el brillo otra vez a la chica muerta. Y hubiera vomitado de no ser por la aterradora imagen que estaba presenciando. Del otro lado de su cuerpo había una mujer, con una túnica negra que se confundía con la oscuridad del lugar, su piel era como el mármol, sus labios negros como el carbón. La sangre lo teñía y un hilo de sangre bajaba por su mentor hasta entre sus pechos. La parte superior de la túnica estaba entre abierta tapando sus pechos pero dejando al descubierto la parte media.
Detrás de ella había más gente con túnicas negras, con la cabeza gacha y la mitad del rostro oculto. La mujer levanto la comisura de los labios por mi grito de terror.
Me di media vuelta y corrí con todas mis fuerzas. Mis zapatillas resbalaban por la sangre en ellas y entonces más persona con túnicas aparecieron. Corrí en la dirección contraría pero pronto aparecieron más y más rodeándome, tan silenciosos como espíritus.
La mujer apareció ante mi cuando me di media vuelta, mi respiración se agito. Ella se fue acercando y yo retrocedí rápidamente hasta que mi espalda dio una de las gruesas vigas de la iglesia. Las piernas me temblaban como todo mi cuerpo, estaba aterrada.
La mujer dejo de avanzar cuando yo deje de retroceder quedando a unos centímetros de mí. Ella dio una media sonrisa lanzando una risa desde el fondo de su garganta mientras lo hacía.
-¿Q-quien eres?-dije con el corazón en la boca, ella junto sus manos. Había varias velas que se encendieron cuando ella volvió a reír. La sangre que corría por su mentón se teñía de negro como sus labios.
La mujer se inclino una poco hacía adelante
-¿No me recuerdas?-su voz era tan ronca que parecía una de las brujas de las películas.
No respondí, no podía sentir mi boca y mi garganta estaba seca.
-Déjame refrescarte la memoria-dijo
Las personas con túnicas encendieron tantas velas que antes no había notado. La iglesia se ilumino... visualice la espada pero no pude moverme con tantas personas a mi alrededor. Aunque no creía que fueran solo personas. Trague saliva cuando vi el cuerpo de la chica sacrificada y la cruz invertida tras de ella... la mujer con labios negros se acerco más a mí.
Ella me empujo y yo me retorcí cuando me lanzo contra unas vigas de la iglesia, mi cabeza comenzó a sangrar. Las demás personas de túnica negra solo miraron y no se movieron, salvo por tres o cuatro a los cuales los labios le temblaron cuando mi cabeza comenzó a sangrar. Vampiros.
Eran veinte o treinta, tal vez más. No estaba segura de si todos eran vampiros, pero ahora solo podía ver a la mujer de labios negros aparecer frente a mí levantarme del suelo bruscamente del codo. Chille y trate de luchar pero no fue suficiente. Ella tomo la parte trasera de mi cuello y empujo mi cabeza hacia una pila bautismal llena de sangre. Creí que tal vez me ahogaría, pero ella rápidamente detuvo su empujón cuando la punta de mi nariz roso la sangre.
-¡Abre los ojos!-su voz resonó en todo el lugar.
Lentamente, con lágrimas en los ojos y totalmente aterrada abrí los ojos. Podía ver mi reflejo en la sangre roja y junto a mí la mujer sonrió de lado. Una de mis lágrimas se deslizo por mi mentón hasta la sangre que hizo que ondas se agrandaran cuando golpeo en ella. Cuando mi lágrima toco la sangre y esta se agito ligeramente pude ver claramente lo que estaba frente a mí.
Era yo, pero no tenía rostro. Solo era huesos. Sin tejido, ni piel, ni nada que me indicara que era una persona. Era mi esqueleto. Como la imagen que vi en el callejón aquella noche.
Me retire y ella me soltó. Caí sobre mi trasero retrocediendo y alejándome de ella.
-Fuiste tú, fuiste tú quien me hizo ver aquella horrible imagen en el callejón-Ella sonrió, su túnica era tan larga que no podía asegurar que sus pies tocaran el suelo
-Si que te pegue un buen susto ¿Verdad pequeña?-me dijo en un tono gélido, mi respiración era agitada y los latidos de mi corazón ya no volverían a ser los mismos
-¿Quién eres tú? ¿Que es lo que quieres de mi? ¿Donde está mi amiga?-dije todo esto rápidamente aunque aun estaba aterrada
La mujer avanzo a paso lente hacia mí, como si disfrutara el hecho de verme arrastrarme.
-Permíteme presentarme. Mi nombre es Anuket, hija de Asmodeus y Mara*-se inclino hacia adelante ligeramente como si me saludara cordialmente en un tiempo antiguo
-Eres hermana de Alouqua-dije, ella frunció los labios
-Tengo muchas hermanas y hermanos esparcidos por el infierno... es lo que se puede esperar de siendo hija del demonio de la lujuria-dijo
-¿Dónde está Luci?-pregunte, tratando de distraerla... cada vez estaba más cerca de la espada sobre el charco de sangre
-Ella está cerca mi querida-dijo, ya estaba lo suficientemente cerca de la espada como para tomarla-Debe sentirse fatal perder todo aquello a lo que amas-me petrifique-Tu padre, tu madre, Christina y ahora tu mejor amiga...-subió sus manos lentamente hacia la capucha de su túnica-Pobre __________ Benet-escupió sus palabras como veneno de una cascabel
Al levantar su capucha, pude ver sus horribles ojos blancos, eran tan blancos que apena podría definir cuál era su pupila y cuál era su glóbulo ocular. Ella sonrió
-Asimilo que tu expresión es de terror-dijo, y tenía razón-Vera mi pequeña Elegida, una de las consecuencias de heredar el poder de la ilusión que mi madre me concedió, es que no puedo ver mas allá de la propia ilusión que yo deseo crear-dijo caminando a mi alrededor lentamente-Siento tu calor, tu energía perfectamente, escucho los latidos de tu corazón y el bombeo de tu sangre. Aunque no puedo verte se que eres dotadamente hermosa por el latido de los corazones de mi compañeros a nuestro alrededor-dijo moviendo su mano con gracia hacia las demás criaturas con túnica que no se movieron ni un centímetro.
Trague saliva tratando de que ella no notara que también sentía ganas de vomitar.
-Pero lo que más siento de ti...-me susurro pasando a mi lado, se dio media vuelta enfrentándome con sus ojos blanco-Es miedo-grito esto último en un sonido que me alerto lo suficientemente rápido como para que yo pudiera tomar la espada y blandirla violentamente contra ella.
Desgarre profundamente parte de su mejilla haciendo que ella gritara. Las criaturas con túnicas se quedaron en shock y se movieron fácilmente de mi camino cuando trate de salir por las enormes puertas de madera. Pero Anuket ya estaba allí.
Impulse violentamente la espada contra ella con toda la fuerza que mis brazos me proporcionaban, sentí la fuerte vibración del impacto contra la palma de su mano. Se sitio como si golpeara contra una roca, Anuket había tomado la espada con una sola mano y la detuvo fácilmente. Un fino hilo de sangre recorrió desde su palma hasta su muñeca, sangre oscura
-¡Te atreves a atacarme con un arma mortal!-exclamo indignada, la profunda herida de su mejilla estaba cerrándose.
Fue cuando caí en cuenta, que la espada que me había llevado no tenía aquel tenue brillo azul/celeste. No estaba bendita, por lo que permitía que la demonio curara con rapidez
Ella era un demonio. Los demonios eran más rapidez que los vampiros, mas fuertes y ágiles que los licántropos, pueden ser tan hermosos como las hada o poderosos como los brujos. Era la mezcla de todo lo poderoso que podría crearse.
Anuket tiro de la espada y la lanzo hasta que ya no la vi. Tomo mi cuello y grite profundamente cuando clavo sus uñas en el. Y como si mi cuerpo recordara lo que mi mente no, mis piernas se movieron contra ella insertando una de las legendarias patadas que Zayn siempre usaba
No pude respirar, mi garganta ardía. Pero aun así tampoco pude moverme cuando Anuket salió volando dando contra el mármol de la viga en la que antes yo estaba aprisionada. No podía creer que yo pudiera haber hecho eso. Me sentí más fuerte, no. Definitivamente mi fuerza había crecido mucho más.
Anuket se levanto en un santiamén y sus ojos blancos se abrieron con furia. Su pelo era rubio y era corto hasta detrás de sus orejas. Estaba segura de que ella volvería atacar y yo estaba lista para enfrentarla.
Pero ella se detuvo cuando una carcajada como el chasquido de un fósforo al encenderse seco y oscuro se escucho como eco en el lugar. Todos aquellos con túnica, incluyendo a Anuket se tensaron.
La iglesia estaba iluminada, pero no de la mejor manera, las llamas de las velas se sacudían y disminuían su brillo de vez en cuando. Pero fue suficiente como para que yo pudiera ver a un hombre de pelo negro peinado hacia atrás, con ojos peligrosamente negro y un traje gris se acercaba con una sonrisa escalofriante. Sus manos tenían uñas puntiagudas, pero no fue eso lo que hizo que la sangre dejara mi cuerpo. Fue que sus uñas puntiagudas acariciaban el bronceado cuello de Luci.
Ella tenía cinta en su boca pero trato de gritar cuando me vio. Llevaba su vestido rosa manchado y su cuerpo estaba cubierto por cadenas destellantes rojas. No parecía dañada, pero no era ningún alivio ya que Andras podría matarla en el acto con sus uñas.
-Pero que memorable. Nuestra debilucha jovencita resulto no ser tan debilucha ¿No es así Anuket?-le dijo Andras aun con esa sonrisa asquerosa
Anuket inclino la cabeza hacia él como una sumisa obediente y asintió con la cabeza. Eso solo incremento mi temor. Anuket era poderosa y malvada, el hecho de que se inclinara ante Andras solo me decía que él era mil veces pero que ella.
Mire a Luci ella sollozaba y sus ojos celeste estaban aterrados, la cinta no me permitía escuchar sus gritos. Di un paso sintiéndome totalmente destrozada al verla así
-No, no, no. Ni un paso más-dijo Andras, yo me detuve-O tu amiguita podría pagar por eso-me quede quieta
Aunque estaba aterrada, sentía que la furia aumentaba más su poder que el miedo dentro de mí. Quería arrancarle los ojos negros a aquel maldito que se atrevió a meterse con mi familiar.
Andras avanzo y empujo a Luci contra él suelo. Su grito fue totalmente espantoso cuando ella se dio cuenta que fue lanzada junto a la chica castaña muerta y descuartizada. Cerré los ojos y los abrí de inmediato diciéndome a mi misma que no era el momento para sentir pena.
-_______ Benet. Cuanto has crecido-dijo yo fruncí el ceño lo que provoco su risa espeluznante-Pero por supuesto que no me recuerdas, yo solía verte dormir mientras eras bebe. Pero por supuesto, tu padre protector siempre estaba ahí llegando en el momento exacto en el que quería matarte
Me tense y apreté los puños clavando las uñas en mis palmas
-Aunque admito que era ingenioso. Traerte a este pueblucho desconocido lejos de todo los antiguos legados que tu familia dejo en Roma, haciendo que te perdiera de vista... pero mírate aquí estamos de vuelta-dijo sonriente como si yo fuera alguna antigua pariente suya. Eso me puso aun más furiosa
-Tú no sabes nada sobre mi padre-escupí mis palabras con ira aun así Andras tenía una sonrisa satisfecha
-¿Me creerías si te dijera que casi siento lastima cuando me entere de su muerte?-mi respiración se volvió pesada
-No.
-Oh bueno, pero de hecho...-puso una de sus puntiaguda uñas en su mentón-Si conocí a tu padre-miro el techo con una sonrisa como si recordara buenos tiempos-Oh si el guerrero Joseph todo el infierno lamento la pérdida de su más fiel y fuerte luchador-mi corazón se detuvo-Oh espera al menos, FUE una fiel guerrero... antes de que se topara con la insignificante mortal de tu madre, Angelina, que justamente cargaba en sus venas las sangre sagrada y era la única descendiente de Annabel-apreté mis dientes
Andras estaba diciéndome que mi padre... mi padre era un demonio, pero eso significaría... que además de tener la sangre sagrada de los Elegidos corriendo por mis venas... tendría también sangre de demonio. Agite mi cabeza
-No creeré nada de lo que dices-dije volviendo mirarlo y escuchando lo sollozos de Luci. Él encogió los hombros
- Como desees pequeña, es tu vida. Pero debo decir que tú fuiste la razón por la que tu madre se escapo de su hogar
-Mi madre me abandonado meses después de mi nacimiento-Andras lanzo una risa y Anuket sonrió de lado ladeando al cabeza
-Pobre ________ Benet. Te han ocultado toda la versión de la historia ¿Verdad?-Andras siguió riendo mientras caminaba unos pasos cada vez más cerca de mi
Yo di un paso hacia atrás
-Entonces dime la verdadera versión-dije-Si vas a matarme, al menos concédeme el don de la verdad-dije
La verdad una parte de mi quería escuchar realmente lo que quería decir. Pero también necesitaba hacer más tiempo, confiaba en que Zayn haya leído la nota que le deje y estuviera viniendo en este instante.
-Mmm... de acuerdo me convenciste-dijo aun con su sonrisa

Cualquiera que fuera su versión. Sabía que solo serviría para destrozar mi mundo cada vez un poco más.  

Entre Fuego y Plumas [Zayn Malik] {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora