Capitulo 45

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  Zayn.
Pase mi mano por mi cabello. Por el mismo lugar en donde ella estaba tirando hace solo un segundo. Y maldición me volvía loco. Si no me hubiera detenido lo hubiéramos hecho en medio del bosque.
Lo bueno es que me quedaba algo de auto control lo suficiente como para romper ese beso que esperaba no romper jamás. Sus labios... sus labios sabían a una adictiva zarzamora. Y la zarzamora era mi favorita.
Todo estaba claro. Y ahora no había vuelta atrás. Nos habíamos besado. Yo la había besado. Y ahora no podría detenerme, no podría seguir ignorando la atracción.
Había probado lo prohibido.
Bueno, ahora entiendo porque Eva probó la manzana prohibida, porque en este instante yo había probado mi manzana... y sabía a zarzamora.
Maldición contaba con que este día jamás llegara, el día en el que mi debilidad aparecería... en la forma más hermosa. Ella es mi debilidad y mi pecado mortal.
Cuando me miro, sus ojos eran de un verde cálido, y necesite mas fuerza de voluntad para no volver a inclinarme hacía ella para besarla otra vez... esto era una adicción. Yo nunca había sentido esta necesidad antes. Jamás había necesitado alguien con este grado de fuerza y punto.
Ella era diferente. La forma en que lucía inocente, pero por dentro era como yo... extrovertida y dura. Ella había dejado dentro lo que yo había dejado ver por fuera.
Pero luego de esto, sabía que lo de "NO involucrarse sentimentalmente con La Elegida" se había ido por el caño y jamás volvería. No me importa, de todos modos los arcángeles no debieron confiar en un bastardo como yo para cuidar de ella...
_________ me atraía, más que en una manera física. Amaba lo hoyuelos de su mejilla cuando sonreía, porque sabía que no lo hacía a menudo, y al final del día no me conformaría si no había sacado esa sonrisa en ella. Amaba la luz de sus ojos cuando me miraba, ella tenía de alguna forma el tipo de esperanza que nunca nadie había tenido en mí hasta ahora, me miraba de una forma que me hacía sentir que pertenecía en algún lugar. Amaba la forma en que fruncía sus cejas cuando se enojaba, cuando bufaba y rodaba sus ojos, era totalmente divertido para mí ver el color carmesí subir a sus pálidas mejillas cuando estaba irritada. Y fue el día en que la escuche reír y lo único que pensaba es que si el amor tuviera un sonido... ese sería su risa.
________ era única. Pero era prohibida.
Yo no la merecía y ella no merecía a un bastardo como yo. Pero maldita sea que ella sería una adicción. Quería saber lo que ______ pensaba, lo que le gusta y lo que no, lo que le hería y solo quería consolarla si alguna vez se sentía triste, besarla cuando tenía un mal día... hacerla mía. Y que sea mía.
Lo intente todo. Me aleje de ella y estuve con una chica luego de que la conocí, aunque luego me sentí culpable... pero era ella la que albergaba mis sueños y eliminaba mis antiguas pesadillas. Lo intente todo para no sentir nada por ella. Pero ya no podría hacerlo luego de esto.
Estaba enamorándome de _________, y no había forma de detenerlo.
-No debí haber hecho eso-dije rompiendo el silencio que duro unos minutos
Sus ojos verdes cálidos ya no eran tan cálidos. Frunció ligeramente el ceño, y bajo la mirada... maldición, lo había vuelto hacer. La estaba hiriendo.
-_______ no quise...
-No importa-dijo en un susurro agitando su cabeza como si despertara de un sueño-Sera mejor que me vaya-su palma extendida dejo el árbol y lo rodeo, la mire por un momento...
No, no dejaría que se vaya. No ahora que estaba entendiéndolo todo.
Rápidamente la seguí
-__________ no...
-Zayn, en serio, está bien. Solo fue un... fue un error-Auch, sabía que no lo decía en serio, cuando tartamudeaba era porque mentía o estaba nerviosa. Pero aun así esas palabras dolieron de la misma forma que hubiera dolido si me arrancaban un dedo.
-No es eso lo que iba a decir, deja de caminar-le pedí, ella siguió avanzando
-Zayn solo déjalo...-la tome por la muñeca empujándola hacia atrás y girándola hasta que su espalda volvió a dar contra un árbol. Puse mis manos a un lado de su cabeza acorralándola
-No me digas que lo deje ir-dije, su respiración volvió a ser brusca, ahora su ceño se frunció y sabía que estaba enojada conmigo
-¿Entonces que demonios quieres que diga luego de que admitiera que no querías hacer... esto?-dijo, yo la mire, evite sonreír, no era el momento exacto para decirle lo caliente que se veía cuando se enojaba
-¿Crees que no quería?-no dijo nada y bajo la mirada, yo incline la cabeza para encontrar sus ojos y así fue. Trague saliva, era hora de decirlo y era hora de admitirlo-Eh deseado besarte desde el primer día en que te vi salir de ese despacho-esta vez levanto la mirada cuando el color carmesí fue a sus mejillas
-¿Por qué lo hiciste ahora?-pregunto, de acuerdo, tenía que haber advertido que ella haría la pregunta indicada
-No debí haberlo hecho... No porque no quisiera, sino porque me lo prohibieron-ella frunció el ceño
-¿Quién?-suspire mientras bajaba mis brazo lentamente liberándola, di un paso atrás
-Quien me envió en primer lugar a protegerte-ella trago saliva
-¿Los miembros del consejo de arcángeles te prohibieron besarme? Eso no tiene sentido
-Me prohibieron involucrarme sentimentalmente contigo cielo-ella bajo la mirada asimilando mis palabras, de alguna forma su decepción me hizo sentir complacido. Significa de alguna forma ella sintió lo mismo que yo con aquel beso. Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos cursis, esto era peligroso
-Y ellos... ¿Nos vigilan?-pregunto, yo negué
-No, pero si llegan a sospechar que te veo como algo más que mi trabajo...
-¿Te harían daño?-pregunto subiendo su tono una octava, negué con la cabeza
-No pueden hacerme daño
-¿Por qué?-volví a dar un paso al frente para sentir su fría piel bajo mis dedos
-Porque lo peor que podría hacer sería separarme de ti-la piel fría ahora estaba roja y caliente, sus mejillas delataban lo que ella no quería admitir. Yo la ponía nerviosa. Y ella me volvía loco.
Su teléfono sonó, y maldije en silencio. Ella lo levanto, hablando por unos cortos minutos. Algo que note sobre ella es que no mantenía conversación con nadie que no fuera su mejor amiga... Luky, Lufy o como se llamara. Al parecer... yo entraba en aquella lista de gente con la que podría mantener una conversación más allá de los cinco minutos.
Ella me miro frunciendo los labios
-Ana llegara en cualquier momento, debo irme-dijo, yo suspire
-Claro-me aleje, paso unos segundos cuando ella volvió a caminar por donde yo la había dejado-Solo hare una última cosa-advertí y volví a empujarla hacía atrás escuchando un gemido de sorpresa de su parte cuando cayó sobre mis brazo y volvía sentir sus labios sabor a zarzamora.
Pero su cuerpo se destenso y siguió el ritmo del beso. Maldición, esto sería más difícil de lo que creí. Me aleje con mi nariz aun rosando la suya, abrió sus ojos y su respiración era entrecortado y volví a sentir el rápido latido de su corazón. Sonreí orgulloso de ser yo el que lo acelerara de esa formar.
-Mantén tu ventana abierta cielo-le dije volviendo a ponerla firme sobre el suelo rápidamente y cuando vi su hoyuelo y su blanca sonrisa supe que podría irme sin dudar.

Pero aun así corrí de vuelta al campo donde deje el arco, para no dudar otra vez. Todavía no era suficiente, no eran los suficientes besos, pero fue un juramento interno de que no sería el último.  

Entre Fuego y Plumas [Zayn Malik] {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora