Para cuando regrese a dormir, Peter estaba ahí, exhausto, sobre la cama, había tenido una pelea por que tenía ronchitas, y de seguro no dijo para no levantar sospechas con los invitados.
No quise limpiarlo por que lo despertaría, y todos sabemos que él se sana solo, así que solo me acoste a su lado a mirarlo.
Él a cambiado. ¿Yo también e cambiado?
Él ya no es el chico nervioso de 16 años, él ya no es mi mejor amigo, mi vecino, el novio de mi mejor amiga.
El ahora es un hombre, no puedo negarlo, sale por las mañanas a trabajar en esos laboratorios y cuando tiene tiempo es Spiderman. Y además... se toma el tiempo para liderar conmigo.
No lo toque, por que lo sentía tan ajeno ahí a un lado de la cama, pero él no pensó lo mismo la mañana siguiente. Por que me hizo suya de una forma en la que solo él sexo mañanero ofrece.
—¿Y que haremos hoy?-dije muy alegre levantándome un poco.—Vamos a llevar a Normie a la feria ¿Quieres?
El río un poco. Y palmeó mi cabeza como si fuera una niña.
—Primero hay que ver si sus padres quieren.
—¿Y a quien le importa lo que ellos digan? Este es mi techo y aquí mando yo.
Ok... envejecí 20 años con eso que dije. Peter río y después acarició mi rostro.
—Eres lo más bonito que me a pasado...-susurre. Adelantándome a cualquier cosa. Él sonrió.
Y nos quedamos en cama varios minutos besándonos la nariz; las mejillas, hasta los párpados, y me acurruqué en sus brazos sintiendo que era mi hogar.
Tuve un buen sentimiento de esperanza esa mañana. Todo iba a estar mejor.
Ya no me haré daño a mi misma, ya nos dramas. Yo lastimaba a los que amaba con mi mala actitud, y lo que menos quería era hacerle daño a Peter.
Después de todo lo que hemos logrado, era lo que menos quería.
—Sería perfecto que se fueran a la feria, quería tiempo a solas con Liz.
—¡Ay santo Dios!-dijo Liz enrojecida.—¿No te da vergüenza Harry?-preguntó dándole un lepe.
Harry se atraganto con su café.
—¿De que hablas? Yo quería ir a visitar a mi padre para que no diga después que soy un mal hijo y que estuve en Nueva York y no fui a verlo.
Liz se enrojeció más y tuve que taparme la boca para no reír como mapache enloquecido.
—Tienes esa mente muy sucia Liz.-dijo Harry negando con la cabeza varías veces.
Fui a vestir al tierno Normi después de que sus padres se fueron, y admito que esto de vestir bebés era una locura, ¿Por que mierdas metes el pie derecho si estoy empujando el izquierdo?
Peter se estaba bañando apenas, cuando hace dos horas le dije que estaba lista para irme, y el solo se quedó en su computadora.
Ay no puede ser. Se acaba de vomitar.
—¿Es en serio?-le dije al bebé levantando la ceja.—Ya estas muy grande para estas gracias Normie ¿No crees?
Y lo tome en brazos para abrir la puerta del baño y encontrar a Peter cantando.
—Torero; poner el alma en el juego... ¡Ah!-chilló.
Fue gracioso ver eso mientras le tapaba los ojos para que no viera desnudo a su futuro padrino. Sería un trauma para el. Y comencé a limpiarlo en el lavamos.
—Sabes que por que no te grite no significa que no esté enojada verdad?-le dije al niño mientras se dejaba lavar y me miraba con esos ojazos.
Y lo volví a vestir con su suéter de dinosaurio, y unos zapatos blancos con unos mini jeans preciosos, y Peter se puso la extraña cosa que se ponen para llevar a los bebés en el pecho.
—Espera un segundo.-le dije mientras iba a mi closet a buscar unos lentes que le puse al bebé.—Ahora si, perfecto.
—Te recuerdo que vamos a la feria Mary Jane, no a Las Vegas.-dijo Peter riendo, pero eso no quito que sacara su teléfono para tomarse varios selfies en el espejo con el bebé.
Estábamos en la feria felices, y El Niño no podía estar de lo más feliz, sus ojos estaban súper brillantes de asombro y colores.
—¡Vamos Peter!-chills.—Lanza la bola, gana ese mono para mami. Ah, lo siento, para Normie.
Normie y yo celebramos cuando Peter le pego al sucio payaso en la cara, levantando los brazos. Y el vendedor nos pasó un peluche de un monito pequeño pero divertido.
—¡Ahora helado!-chille.
—M.J no crees que ya es...
—¡Iiiiii!-chilló El Niño más emocionado y fuimos corriendo a comprar unos helados que nos sentamos a comer en una banca.
—¿Crees que así hubiera sido nuestra vida Peter?-pregunte al cabo de unos minutos, que veía que le limpiaba el helado de la barbilla a Normie.
—No...-susurró el. Pensé que quería acabar el tema ahi, es mejor así, no meter el dedo en la herida.
—Nosotros hubiéramos tenido una niña.-susurró.
Lo mire algo sorprendida por eso, ¿hasta había pensando en el sexo dé nuestro bebé?
