Bote el líquido por el lavamanos y salí con la copa vacía, había prometido no caer, salí del baño y Peter estaba mirando a Normie en la cuna.
Se había despertado pero miraba todo con curiosidad, ps claro, era un lugar nuevo, con un desconocido, y por ningún lado estaban mamá y papá.
Que estaban en la cocina riéndose y todos rojos como cochinos, era gracioso.
Me acerqué más a la cuna para estar más cerca de Normie que me miro y se quedó con sus grandotes ojos marrones solo mirándome.
—¿Crees que debamos decirles?-susurro Peter, negué con la cabeza, y el bebé comenzó a hablar.
Claro en vocabulario de bebé, que fue muy tierno.
Tomo mi dedito y comenzó a jugar con el, y Peter le acarició la mejilla.
La luz se prendió de golpe.
—¡¿Que están haciendo?!-dijo Harry con voz de mujer chismosa, pero no tan alto para no hacer escándalo.
Peter y yo saltamos de la cuna asustados. Y Liz no paraba de reírse, ambos borrachos eran unos locos.
Peter y yo tuvimos que acostarlos más tarde a eso de las tres de la mañana, y el bebé aún seguía despierto pero sus padres no podían ni mantener los ojos abiertos para cuidarlo.
Y Peter no se despegaba de él para nada, lo tenía en su regazo y el bebé jugaba con su reloj.
Me acurruqué a su lado y comencé yo a hacerle caras al bebé.
Mire por un segundo a Peter a los ojos. ¿Hubiéramos sido así? Él y yo.
Parece que el pensó lo mismo, por qué pasó uno de sus brazos por mis hombros y me apretó a él.
—Pero hola, hola, hola.-dijo Ennio cuando vio que venía entrando a la universidad con Liz.—Cuánto tiempo muñeca, ¿donde está tu esposo el millonario?
Lo pise haciendo a mi amiga reír.
—Está bien, está cuidando a nuestro bebé ahora mismo con Peter.
—¡Cierto! Tienen un bebé.-dijo Ennio para sí mismo.
Volví a pisarlo.
—¡No me culpes, el africano ese se está llevando a todas las chicas!-chillo señalando a Kovu en el pasillo leyendo un libro, esto parecía la high school por que había un grupo de tres chicas suspirando por él a unos metros.
No me jodan.
—¿Que será lo que tiene?-susurro Ennio.—Será magia negra o algo así...
—No lo sé pero debe ser algo muy grande.-dijo Liz.
Y yo me ahogue en mi propia saliva riéndome, por la cara que puso Ennio.
—Ya no me agradas.
Entramos a la biblioteca solo para joder un rato por que no teníamos ganas de entrar a clases.
—¿Y qué hay de nuevo por aquí? Cuéntenme que hacen.-dijo Liz sonriente.
—¿Ves al gordito Dexter de allá?-señale al pelirrojo sentado en una mesa con una computadora, parecía una máquina por cómo escribía y ojeaba.
—¡Nos está espiando!-chillo Ennio.
—El estaba antes que nosotros aquí.-dije riéndome.—Bueno, este imbecil de aquí y yo hicimos un trato con él y el africano, para ver quien era mejor en la clase.
—¿Y quien va ganando?-preguntó ella.
—Ellos pero te juro que no será por mucho.-exclamo Ennio, y yo reventé en risas.
—Deberíamos llamar a los chicos a ver cómo están.-dijo Liz.—Me da miedo por Normie.
—¿No confías en Harry?-pregunte.
—Yo confió en Harry, en Francia, pero aquí...
Para cuando contestaron la llamada los miedos de Liz se hicieron verdaderos, y ahí estaba el bebé vestido con un traje de unicornio azul comiéndose una bolsa de Doritos del mismo tamaño que el, casi se desmaya.
—Hola, ¿Que están haciendo?-dijo Harry como si nada.
—¡HARRY OSBORN!-chillo Liz.—¿Que le haz echo a nuestro hijo?
—¿Yo? Nada amor... él quiso ese disfraz.
—¡Quítale todo eso que él no es un Niño del circo!
—Ok, ok.
Y comenzó a quitarle la ropa al bebé, y tuve que taparme los oídos al ver que debajo tenía otro traje de Spiderman, y ahí apareció Peter nervioso.
—Oh... yo puedo explicarlo.
La cara de Harry era de asombro puro y estaba pálido, como si no pudiera creérselo.
—¿Cuando? ¿Donde....
—Creo que es hora de regresar a casa.-susurre.