--¿Betty? Nada...
--O por dios, ¿Me crees tonta?-pregunté riendo.--Se ve que te gusta Peter.
Miro a otro lado.
--Solo es linda, ¿Ahora no puedo ver a la gente linda?-preguntó enojado.
--Si, pero... O vamos, tú solamente no miras.
Se quedó callado mirando al suelo, subí mis pies a la banca y me quede a su lado, sabía que él tenía que pensar que iba a decir y tal vez se tardaría un rato.
--Es que... Siento que de alguna manera traicionó a Gwen.-susurro.
Y lo sabía, estaba en lo correcto, Peter no iba a tener otra relación en mucho, mucho tiempo por el recuerdo de Gwen.
--No la estás traicionando Peter...-susurre, él se encogió de hombros.
--Lo sé, pero no dejo de sentir eso en el pecho.
--Gwen hubiera querido que fueras feliz ¿No crees?
Asintió.
Meses más tarde...
Apenas quedaba una semana de vacaciones; y no había echo mucho, en realidad casi todos los días Flash me venía a buscar para salir un rato con sus grandes amigos del equipo y sus novias, o aveces solo nos íbamos a su casa, a ver películas y a comer kilos de galletas; pero casi siempre terminábamos en su cuarto, haciéndolo y a las once siempre me regresaba a casa planeando vernos al día siguiente.
Jessica y yo también salíamos, cuando Flash y yo no teníamos planes, me la pasaba con ella hablando de sus nuevos "poderes" y resulta que conoció a un chico que se mudó hace unas semanas, se llama Luke, y irá con nosotros a clases.
Me encontré varias veces con ellos y eran muy lindos juntos, por que siempre estaban sonrojados y diciéndose cosas en voz baja.
Ella no me dejaba decirle que yo sabía lo de sus poderes, pero si me parecía extraño que ella se perdiera con el de vez en cuando, dejándome sola, algo así como lo hacía Peter.
Hablando de Peter, siempre se la pasaba fuera de su casa haciendo no sé que, según el, estaba arreglando cosas con el señor Stark para la beca después de terminar la preparatoria.
De vez en cuando lo veía, y hablábamos un rato, parecía más tranquilo, me refiero a lo de Gwen.
Mi padre y yo habíamos salido algunas veces, una de esas fue a un juego de béisbol con Flash y no se callaban toda la noche y seguían insistiendo el ir al restaurante mexicano.
Pero siempre me negaba y corría en dirección contraria recordando el dolor de estómago que me había dado por comer tantos burritos. Maldito ándale manito, no cague en tres días y andaba con una barriga de embarazada por la vida.
Mire a Flash acostado a mi lado, con los brazos hacia atrás, y tenía los ojos cerrados pero por su respiración sabía que no estaba dormido. Lleve mi mano a su axila, y comencé a hacerle cosquillas.
Se sentó casi al instante, riéndose y tratando de zafarse de mi.
--Para M.J.-suplico. Pero seguí moviendo mi mano. Se puso sobre mi tomándome de las muñecas, y me puse nerviosa.
Eso de tenerlo desnudo encima de mi, sin siquiera taparse, hacía que mis mejillas se enrojecieran.
Comenzó a hacerme cosquillas y me arquee varias veces tratando de huir de sus manos.
--¡Me voy a hacer pipí!-chille. Paro, y tratamos de controlar nuestras respiraciones a causa de tanto reír. Acaricio mi torso con delicadeza.--No me hagas cosquillas desnuda... Es raro.-dije en un suspiro.
El sonrió.
--A mí me encanta.-susurro.
Se inclinó para besarme, pegando su nariz a mi mejilla, y dejando pequeños besos en mis labios.
--Es tarde, debes llevarme a casa.-dije.
--¿De verdad?-preguntó.--¿Y si no quiero?
--Flash no vamos a hablar de esto de nuevo...-suspire.
Odiaba cuando tenía que irme.
--¿Y si te secuestró?-preguntó.--Nadie sabría qué estás aquí.
--Solo mi mamá que le dije que saldría contigo, ah, t Jessica que sabía que vendría para acá.-dije.
--Arruinaste mis planes malévolos.
Me senté por fin quitándomelo de encima. Sonreí; tomando su rostro entre mis manos.
--Te voy a extrañar pendejo.
--Y yo a ti. Te amo.
Me gustaba cuando lo decía, en realidad, amaba cuando lo hacía.
