Una película romántica y una bolsa de galletas después, lloraba en el hombro de Gwen, quejándome.
--¿Es que acaso yo no fui suficiente?-mi voz salía entrecortada.
--No digas eso M.J...
--Yo... No sé qué clase de mierda soy Gwen, no lo sé.--Ella trató de hablar pero le tape la boca.--¿Por qué siempre terminan abandonándome por alguien más? Sabes, es muy duro afrontarlo... Siempre terminan yéndose.
--Mary Jane, tú eres la chica más hermosa, con más personalidad y más divertida que yo haya conocido en este mundo, y no lo digo por que seamos amigas, por qué te voy a admitir que al principio no me gustaba que estuvieras cerca de Peter, pero después te conocí y supe el gran corazón que tienes. Y no me gusta para nada que estés aquí, llorando como un bebe tonto por Flash.
--¿Y quién dijo que era solo por Flash?-pregunté.
--Bueno por todos los hombres que estés llorando, ellos nunca te valoraron, así como nosotras alguna vez no valoramos a alguien, la cosa es aprender, blindar el corazón una vez más y decir "Que venga el otro, a ver si me va a ver la cara de tonta".
Mire al piso por unos segundos, ella tenía razón, no podía estar llorando como tonta por Flash, cuando yo sabia como era.
--Gwen, callate.-dije sonriente. Ella rió.--Eres la mejor Gwen, de verdad.
--Lo sé.
--Ahora dime qué debo hacer.
--Primero, debes hablar con Flash y decirle todo, y cuando digo todo es todo, hasta llora frente a él.... No mentira, no hagas eso, jamás, pero si debes decirle que te dolio, y que no se lo haga a nadie más.
--Bueno pero si es a Liz si...
--No, ni a ella, ¿Por los buenos tiempos no?
--Coño Gwen, tú siempre haciéndome sentir mal.-dije, ella rió.--¿Y después?
--Deja que él te responda, y de ahí en adelante, sabrás qué hacer, lo que diga tu corazón.
--¿Y si mi corazón decide volver con el?-pregunté.
--Bueno, hazlo, pero te digo algo, si tu corazón quiere eso eres muy tonta.
Reí dándole un empujón.
--Ya me tengo que ir.-dijo.--Mi mama esta abajo. ¿Nos vemos mañana?
--Si, claro, hay que planear que día te quedaras a dormir para hacerle la broma a Peter.
--Lo planeamos mañana.
Mire la hora, 10:04, y me comía por dentro la duda de llamar a Flash o no.
Termine tomando mi teléfono y llamándolo.
--¿M.J? ¿te pasó algo?-escuche su voz del otro lado.
Mi corazón latió tan rápido que mi única reacción fue llorar.
--¿Puedes venir por favor?-pregunté, tratando de que mi voz no sonara tan rota.
Se quedó callado unos segundos.
--¿A tu casa? ¿Tan tarde?
--Si... Por favor.
--Si, voy, pero dime algo, ¿Estás bien? O sea... ¿No hay sangre ni nada a tu alrededor?
--No Flash, no hay.
--Bueno, voy... No te duermas.
Si supieras que todos los días me duermo a las 2 de la mañana, Ahorita es que me quedaba carga para toda la noche.
Veinte minutos más tarde, fui abrirle a Flash para que pasara al edificio.
--Tendremos que hablar aquí, mi mama y mi tía duermen y no saben que salí.-dije, cerrando la reja.
--Está bien.-dijo. Comenzó a analizarme de arriba abajo varias veces, rodee los ojos y le mostré mis muñecas. Pareció calmarse.
--No soy de esas Flash, vamos.-lo jale de su chaqueta y cuando hubo más luz, me di cuenta de que estaba en pijama.
Con unos pantalones a cuadros entre rojo y azul, y una camiseta blanca sencilla que en el medio tenía el logo de Spiderman que vendían en las tiendas de recuerditos de la ciudad, además de su chaqueta de fútbol.
Subimos a la azotea del edificio, y menos mal los dos teníamos chaquetas por qué había mucho frío, y busque un lugar seguro para tomar asiento.
--¿De qué querías hablarme?-preguntó.
Suspiré agobiada ¿En serio iba a decirlo todo?