Me miro por unos segundos que parecieron eternos, con unos preciosos ojos de cachorrito.
Para ser un nerd, era bastante adorable.
Pero qué cosas digo, ni siquiera e ido a la escuela y ya ando de cacería.
--Ah. Ah. So-y Pe-Peter.-dijo, sin quitarme la mirada de encima, sonreí.
--Hola Peter soy M.J-le dije, estirando mi mano hacia el, que tomó y sonrío algo más relajado.--¿Nos vamos ya?
--Si-Si.-dijo.--Adiós tía.-se despidió, y yo igual pero con la mano, y caminamos en silencio por el pasillo.
Estaba incomoda, ¿Quién no lo estaría? Si parecía que el chico de alguna manera solo quería ignorarme o tenía miedo.
--Y dime Peter... ¿Vives con tu tía eh?-fue lo único que se me ocurrió.
--Si...
No quise preguntar por sus padres, tenía miedo de la respuesta, no es nada bonito que te digan "fallecieron" por qué ¿Qué respondería? "Lo siento" "oh... Qué pena" prefiero evitar eso.
--Es muy linda tu tía.-le dije, el sonrió.
--No sé por qué todos dicen eso, se qe es hermosa pero... ¿Acaso no les da pena?-preguntó riendo, ya más relajado.
--Oye, tranquilo, es guapa, pero me gustan más jóvenes... Y hombres.--volvió a reír.
Salimos del edificio, directo al metro.
--Pensé que tomaríamos el autobús.-dije.
--No pasa por aquí, tenemos que ir 5 calles más allá, y lo tomaremos en.... ¡7 minutos! ¡Oh no!-dijo, tomando mi muñeca y obligándome a acelerar el paso para bajar las escaleras al metro.
Ni siquiera pagamos, saltamos, y entramos al tren, que estaba repleto de personas hasta el tope, obligándome a meter mi cabeza en el pecho de Peter mientras que él se sostenía, y me agarraba a mí para no caerme.
Las 5 calles fueron rápidas, subimos casi sin aliento, viendo como el autobús llegaba justo frente a nosotros, y nos subimos sin pensarlo.
Dentro todos me miraron analizándome, aún tomada del suéter de Peter, que buscaba a alguien con la mirada, y al parecer la encontró.
--Siéntate por allá... Nos veremos cuando lleguemos ¿si?-dijo, asenti, viendo cómo se sentaba en uno de los primeros asientos con una chica rubia.
Busque un lugar, y lo encontré con un chica morena muy linda.
--Soy Liz ¿Eres la nueva no?-preguntó.
Asentí.
--Soy M.J-le dije, tomando asiento a su lado.
--Y cuéntame pelirroja ¿Es natural?-dijo, tomando un mechón de mi cabello entre sus dedos.
--Si, claro, desde pequeña, tengo fotos que lo demuestran.-dije. Ella rió.
--No te preocupes, te creo, ahora dime ¿Por qué llegaste agarrada de Parker?-preguntó.
Mire a Peter, o bueno, su cabeza, y a su lado la cabeza de la chica rubia.
--Soy su vecina, y bueno... Quiso ayudarme ¿Quién es ella?
--Ella es Gwen, su novia.
--Con que el nene tiene novia.-susurre riéndome.
--¿Por qué? ¿Te gusta?
--En realidad no, solo que...
--¿Te parece un encanto no? A mí también, te entiendo, no es que nos guste guste, si no que... Bueno, el punto es que te entiendo.
--Este... Si... Hagamos como que te entendí.-dije, causando que ella Riera.
--¿Quieres un pez más gordo no?-preguntó ella.
--La verdad no estoy abierta a relaciones ahora, en realidad nunca.
--No te costaría nada intentarlo con Harry Osborn.
--¿Quién?
--El mejor amigo de Peter, que está envuelto en dólares, es un caramelo, no sólo por el dinero, si no por qué además es muy dulce, algo despistado, pero dulce.-dijo, sonreí.
--De verdad no quiero una relación ahora.-repetí.
--Te creo.
Para cuando llegamos a la escuela, la chica rubia se había marchado, y Peter me esperaba fuera del autobús.
--¿Cómo te fue? ¿Hiciste amigos?-preguntó.
--Si, Liz, me cayo bien.-dije sin tomarle importancia mientras saltaba el último escalón del autobús.
--Si, Liz es genial.-me dijo.--Vamos con el director.
Asentí, y entramos por fin a la gran escuela, era enero a penas, estaba entrando en el segundo lapso, así que no esperaba ver saludos llenos de lágrimas o chismes de vacaciones por los pasillos.
Para cuando terminamos de hablar con el director, ya era oficialmente una estudiante de la institución, me saludo alegre y me deseó un buen día.
--¿Y ahora que?-pregunté a Peter cuando salimos.
--Bueno... Creo que deberíamos ir a clases ¿no?