102

921 80 16
                                    

Tome una de las piezas del suelo, y le di en la cabeza, haciéndolo caer al suelo, desmayado.

¡Wow! ¡Soy genial! ¡Me amooooo!

Tomo mi pierna tumbándome y haciéndome gritar mientras caía al suelo.

Si, lo admito, célebre antes de tiempo.

--Niña tonta.

El ascensor se abrió ante mi, y me tomo de la chaqueta alzándome, y lanzándome dentro de él, entro, y comenzó a teclear un teclado transparente.

Si, M.J, que inteligente, a teclear un teclado, a daaaa.

Bueno ya.

Podía ver cómo los números iban disminuyendo conforme bajábamos, hasta que llegamos al -4.

La puertas se abrieron y ya estaba de pie, y del otro lado apareció una especie de carcel extraña, en vez de tener rejas, eran vidrios.

Me tomo del brazo jalándome, y encerrándome en uno de esos compartimientos, golpee el vidrio furiosa. Pero el parecía no escucharme, o en realidad, me ignoraba.

Mire a mi alrededor y no había nada, y frente a mi, pude ver a un hombre, Calvo, pálido, que miraba al suelo con la cabeza baja.

Me parecía vagamente familiar, subió su mirada. Y recordé de donde lo conocía.

¿Recuerdan cuando llegue a esta ciudad? Que no pasaron cinco minutos, y ya estaba atrapada en el tránsito, hablando con mi mama de las tortugas ninjas, y que después, un pájaro gigante vino hacia mí.

Era el, ese hombre.

Puso una sonrisa maliciosa, ¿se acordaba de mí?

Temblé ante el contacto de miradas, y comencé a golpear el vidrio de nuevo, no quería estar en donde estaba ese hombre. Claro que no quería.

--¡PARA DE HACER ESO!-gritó el papa de Harry, apareciendo de la nada.

Su voz mecánica me acordaba al sonido que hacían las serpientes al hablar. Era algo terrorífico.



Un incesante sonido me atormentaba, y abrí los ojos para ver al papa de Harry, golpeando una y otra vez el vidrio.

--Vamos, despierta.-se quejó.

Me había quedado tendida en una esquina de la celda hace horas, claramente no sabía cuánto tiempo había pasado desde que estaba aquí, pero parecía mucho.

Abrió, y salí.

--Ven conmigo.-dijo, enojado e imponente como siempre.--Debo admito que descubrir que tenias parte del simbionte contigo fue toda una sorpresa... No sabes cuánto me aguante para no matarte en la cena de acción de gracias...

Un momento, ¿simbionte? Debía estar equivocado.

--Creo que está mal.-dije acelerando el paso para estar a su lado.--Yo no tengo ningún simbionte.

--Si lo tienes... Haz sido expuesta al simbionte Venom, tantas veces, que una parte de él... Siempre está contigo.

Me quedé analizando lo que dijo, ¿O sea que yo también podía tener ese traje negro extraño?

--Te explicaré.-dijo, como si leyera mi mente.--Venom fue creado aquí, en Oscorp, hace unos meses... Unos idiotas buscaban la cura del cáncer y surgió eso, y además, fueron tan estupidos como para dejarlo escapar... Una parte mínima de el, está en tu organismo, tan mínima que no hace efecto en ti, pero es más de lo que necesito, te lo aseguro.

Se volteó hacia mi, y con sus manos me empujó, no caí al suelo, si no que flote, y mis piernas se separaron y mis manos se fueron hacia arriba.

Estaba atrapada, otra vez.

--Voy a hacerte unos exámenes primero.-dijo, comenzando a revisar la pantalla.

Estaba asustada... ¿Iba a matarme?

Escuche el ascensor abriéndose.

--Mary Jane, te presento a un viejo amigo.

Daba miedo, tenia un aura algo... Mala, a pesar de que era algo guapo, solo quería salir corriendo de ahí.

 Mala, a pesar de que era algo guapo, solo quería salir corriendo de ahí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

--El es Cletus.-dijo.--Tienen mucho en común.

¿En qué? ¿En lo pelirrojo?

Ese hombre... Tenía algo siniestro que no quería conocer.

--¿Cómo que?-pregunté.

El señor Osborn, rio, de manera siniestra.

--¿Cómo te fue en el camino?-preguntó a Cletus, que lo miro, pensando en que responder.

--Me fue algo bien... Pero podrías avisarme, yo mismo hubiera matado al guardia con mis propias manos.

Temblé, de miedo.

--Tu siempre quieres matar a todos...-susurro Osborn.--Me gusta.

Ambos sonrieron, y después me miraron a mi, apreté mis labios y desvíe la mirada.

--Me duele tener que decirte esto Mary Jane, por qué eres la mejor amiga de mi hijo, pero tendré que matarte... Oh, y hablando del diablo, ya vengo.--Fue a contestar su teléfono lejos de mi.

Y del asesino que tenía a unos metros.

Queens (Mary Jane)Where stories live. Discover now