141

547 56 2
                                    

Yo se que... yo jamás me he portado bien señor... sé que mate a alguien, bueno, a dos personas, lo sé, pero una de ellas era un monstruo y la otra... era mi bebé.

Yo... bueno tú y yo sabemos a qué quiero llegar, no quiero perder el auto de Flash, no quiero... y más importante... no quiero perder a Peter.

Por favor no dejes que esto nos separe por favor, por favor. Yo... yo cambiaré pero por favor.... ¡Devuélveme mi auto! ¡Me lo merezco, me lo merezco todo! Pero, tú y yo sabemos que yo no podría seguir sin Peter, no podría...

De mi pecho salían sollozos mientras yo hacía lo que yo pensaba que era "rezar", saqué las lágrimas de mis ojos varías veces avergonzada, y a los pocos minutos pude respirar de manera normal, aun sintiendo el sabor a moco en mi garganta.

Peter se dio la vuelta, dormido, o eso creo, por que una de sus manos se puso sobre mi codo, sosteniéndolo. Sus ojitos estaban cerrado, y su ceño algo fruncido con su mandíbula prensada.

No dejes que lo pierda señor. No soy nada sin Peter Parker.

Dos días más tarde, estaba sentada frente a mi apartamento, y si, eso que tengo entre mis manos es una botella de vodka que me estoy tomando, así en la calle, esperando que venga un policía y me lleve por que soy menor para beber en este país, ya nada me importa.

Peter ya ni siquiera me habla, y cuando lo hace es cortante, ¿la universidad? ¿de verdad creen que he ido? Y el auto de Flash... ps, ni se diga. Hoy lo van a volver mierda, hoy.

Ay Dios, ni siquiera me dejaron sacar mis cosas de él, nada. Apoye mi cara en la botella en mi regazo, mientras botaba unas lágrimas.

Me llegó la noche sentada ahí en la entrada de mi edificio, sin comer nada durante dos días, solo bebiendo, mis piernas estaban cruzadas pero mi cabeza daba vueltas y me suplicaba que regresara a la casa para poder dormir un rato.

Aun no había asimilado que el día tres había pasado. Y que jamás volvería a poner mis manos sobre el volante de piel de Flash.

Hasta a ti te falle, no fui suficiente hasta para ti, que estas muerto.

Solté un quejido de dolor y volvieron esas contracciones en mi vientre, que permanecieron desde mi embarazo. Llore.

Jamás seré suficiente. ¡Mírenme! ¿En serio la vida iba a permitirme traer un bebé a el mundo? Si soy un asco de persona, no puedo ni mantener mi único objeto material Preciado a salvo, ¿Como mantendría a un bebé a salvo? Ni siquiera puedo mantener mi relación a salvo... yo...

Escuche el rugido de un motor.

¡Estoy loca! Hasta escucho el auto de Flash. Dale Flash, torturame de una vez, hazlo. ¡No pude! ¡Lo siento no pude!

Y el sonido se hacía cada vez más fuerte y abrí los ojos que tenía cerrados por la fuerza, para ver el auto de Flash, lleno de polvo y con algunos rayones frente a mi, ronroneando su motor, Peter iba manejandolo, y lo estaciono perfectamente frente a mi, donde me quede admirándolo.

Él se bajo del auto con el ceño fruncido, de bolas, se preguntaría qué hago yo ahí en la calle, y la botella se cayó de mis manos rompiéndose contra el piso, y derramando todo el líquido. El cerró los ojos enojado y apretó los puños.

Y los ojos se me volvieron pesados y la vista blanca.

—¡M.J!-chillo antes de que perdiera la consciencia.

Para cuando desperté, Peter estaba de rodillas frente a mi, con su cabeza hundida en el colchón mientras lo escuchaba murmurar, sus manos me acariciaban la cabeza y sentía como se le quebraba la espalda.

—En que te haz convertido mi amor...-susurro.—¿Que te he echo?

Mis ojos se volvieron agua, y solté un quejido de mi pecho, el me miro asustado y yo salté a sus brazos para abrazarlo, el me sostuvo fuerte.

—Gracias...-dije con la voz quebrada.—Gracias.

Queens (Mary Jane)Where stories live. Discover now