—¿Te gusta?-mi suegra sonreía con los ojos brillantes.—¡Te ves preciosa!
Comencé a llorar cuando me mire al espejo, y mi madre y ella corrieron a abrazarme.
—Es que... estoy tan feliz.-chille tapándome la boca.
Que asco.
No se ni como me aguanto.
—¡Y nosotras lo estamos por ti cariño!
—Si, tu y mi hijo van a ser tan felices.-acarició mi cabello y mire a los ojos azules de ella. Quería gritarle que lo siento, que no era mi intención, que yo solo era una inmadura de mierda que estaba jugando con fuego. —Solo quedan 10 días... Que emoción.
Hijo e puta, 10 días...
Mi mano comenzó a temblar ¡Donde estaba la champaña cuando se necesita! Eso me hizo pensar... ¿Donde está mi dama de honor?
—¡Te dije que nada de crema!-chilló Ennio del otro lado de la habitación, con un sombrero de señora ridiculo y una bufanda peluda.
Ay señor.
Sostenía una copa de champaña en su mano y con la otra hacía expresiones de diva, por que las mujeres le traían varias corbatas que podía usar ese día pero a él nada le convencía.
Me acerqué a él.
—¿Que está pasando aquí?-pregunté.
—El señor quiere una corbata...
—¿Que? ¿señor?-la boca de él se abrió hasta el pecho asombrado. Comencé a empujarlo hacia el sofá mientras pedía perdón a las mujeres que lo atendían.
Tristemente aquí no eran como en Francia que se reían por esos shows, aquí te echaban afuera.
—¿Estas segura de que él va a ser la dama?-pregunto mi suegra viendo cómo le lanzaba un beso a una de las chicas que llenaba su copa.
Aguante la risa tapándome la cara.
—Todas mis amigas están ocupadas.-dije.—Además el se sabe comportar ¿Verdad?
—¿Que? Oh si señora, no se preocupe, yo soy alta clase.
No puede ser.
Me metí en el vestidor para cambiarme y probarme otro vestido; pero no podía más, me senté por que las piernas me temblaron.
Y bueno, como les dije, Peter me dejo destrozada, no solo por el sexo, si no por toda la carga emocional que tenía ahora.
Pegue un largo suspiro, y comencé a meterme en el siguiente vestido.
¿Debía decir la verdad no?
Ser justa con John, y conmigo misma.
Pero ahí está el problema, ¿Y si lo hago? ¿Estaría con Peter?
Peter no es imbecil, el no estaría con alguien como yo... pensaría que le seré infiel o algo así, tenía miedo Dios mío.
La puerta se abrió de golpe.
—¿Cual te gusta más?-mis ojos se abrieron al ver a Ennio con una chica que cargaba dos corbatas en sus brazos mostrándomelas.—¿Que mierda te pasa?-pregunto al ver mi cara.
